Es muy probable que el Racing fiche uno o dos delanteros más antes de empezar la temporada, pero ya tiene dos. Y no son dos jugadores llamados a mantenerse en un segundo plano, sino dos futbolistas llamados a marcar diferencias a lo largo de la temporada porque ya han demostrado antes estar capacitados para hacerlo en la categoría de bronce. Y puede parecer que comenzar la pretemporada con dos figuras así es normal, pero no lo es. De hecho, es una situación muy rara en el equipo verdiblanco en la última década, cuando siempre ha esperado a la recta final del mercado estival o incluso al de invierno para contratar uno de esos nombres capaces de atemorizar a cualquier defensa.

Uno de ellos lo tiene ya en sus filas el conjunto cántabro porque mantiene contrato desde el pasado curso. Cedric es un futbolista reputado en el tercer piso del fútbol español después de sus años en el Mallorca y, sobre todo, en el Fuenlabrada. El Racing lo contrató el curso pasado pero, como solía ser costumbre, no se sumó a sus filas hasta las últimas dos semanas de pretemporada, por lo que llegó con un estado de forma aún por adquirir. A eso hay que sumar que vistió de verdiblanco tras varios meses condicionado por una lesión. Esto hizo que sus primera vuelta no fuera nada buena. En enero, parecía un jugador con poco que aportar en el Racing pero en la recta final de campeonato recuperó su mejor versión.

Cedric acabó con diez goles. De nuevo volvió a ser un delantero desequilibrante capaz de marcar diferencias por sí solo y lo mejor de todo es que mantenía contrato. Esto quiere decir que estará a disposición de Fernández Romo desde el primer día de la pretemporada, por lo que tendrá tiempo de sobra para comenzar como un tiro. El Racing se garantiza así tener a un ‘nueve’ enchufado desde el primer día. Y no sólo uno, sino incluso dos porque tiene atado también a Carlos Castro, un jugador con una trayectoria claramente descendente pero que confía en recuperar su mejor versión vestido de verdiblanco. Para ello, ha bajado un escalón, donde debería sentirse superior.

Hacía mucho tiempo que el Racing no tenía desde el primer día de entrenamientos a una pareja de delanteros solvente. El curso pasado, como se dijo más arriba, Cedric fichó el dos de octubre, apenas dos semanas antes de que empezara la competición, y Balboa se presentó en Santander con ésta a punto de comenzar. Tanto es así, que no pudo debutar hasta la segunda jornada porque unos problemas burocráticos retrasaron un mes su llegada. Lo malo es que el uruguayo no funcionó y el club buscó otro delantero centro en el mercado invernal, algo que se ha convertido en toda una tradición, pero lo único que fue capaz de encontrar fue a Luan Capanni.

historia reciente. La campaña 19-20, la última hasta la fecha en Segunda División, el Racing completó la pretemporada con Nuha, Siverio y Tresaco. El club no contaba con David Barral por mucho que estuviera en la plantilla mientras que Jon Ander aún estaba recuperándose de su lesión. El delantero buscando terminó llegando el veinte de agosto, apenas una semana antes de que el balón echara a rodar, y se llamó David Rodríguez. Siguió buscando el club un delantero centro hasta última hora pero no lo encontró. Se ahorró el dinero y en enero sí ató a Guillermo.

La primera plantilla construida por Chuti Molina fue la de la temporada 2018-19 con Iván Ania al mando. Aquel verano, el entrenador asturiano sólo tenía a Jon Ander en el inicio de la pretemporada. Dani Segovia llegó con el inicio de la competición encima y de nuevo se guardó el director deportivo dinero en la cartera para ir con fuerza en el mercado invernal, pero lo único que encontró fue a David Barral, una apuesta que no se puede decir que saliera bien. Y fue una rareza porque lo cierto es que en los años anteriores sí había sido capaz la entidad cántabra de hacerse con delanteros desequilibrantes durante el mes de enero.

Aunque el curso anterior fue un fiasco, el Racing se hizo en el mercado invernal con Borja Lázaro, que marcó ocho goles en sólo trece partidos. Lo malo es que no sirvió para evitar el desastre. Un desastre que comenzó con un verano en el que Ángel Viadero tuvo que empezar la temporada con Matías Aquino como titular porque no tenía más delanteros. A última hora llegó Juanjo Expósito pero, como es costumbre en el club, lo hizo tarde y fuera de forma. Eso le hizo arrancar lastrado, falto de confianza y con la afición demasiado encima. En definitiva, acabó por no funcionar y por eso hubo que recurrir al mercado invernal, en el que, además de Borja Lázaro (hoy jugador del Cayón) también llegó el malogrado Franco Acosta.

El curso anterior lo comenzó Viadero con Dani Aquino desde el primer día en La Albericia. Y eso se notó porque comenzó como un tiro. Sin embargo, su compañero de delantera tardó en llegar. Fue Pablo Goñi quien aprovechó ese vacío y el fichaje que llegó en la recta final del verano fue Caye Quintana, que tampoco respondió a las expectativas y se terminó marchando en enero. Quienes llegaron en ese momento fueron dos jugadores que dejarían huella como Carlos Álvarez y, sobre todo, Abdón Prats.

La temporada anterior la comenzó Pedro Munitis sin delanteros durante la pretemporada. De hecho, le llegó Dioni el 16 de agosto, lo que hizo que le costara casi dos meses encontrar su verdadero estado de forma. Eso sí, cuando la adquirió fue un jugador determinante que se hartó a marcar goles. Lo malo es que la gasolina le duró tan poco que llegó al momento de la verdad vacío. En enero, el club hizo las américas para fichar a Facundo Pumpido, que tuvo la mala fortuna de lesionarse cinco días antes de iniciarse los playoff.

Con problemas también había comenzado la pretemporada anterior Paco Fernández, cuando el equipo inició su penúltima aventura en Segunda División. Durante la pretemporada, sólo contó con Mariano y con un Koné a medio gas. Tanto es así, que incluso tuvo que echar mano de Borja Granero para actuar como delantero centro en el debut liguero. La falta de gol fue una constante en la primera vuelta que fue solventado en la segunda con la contratación de Sylla y Quique González, que dieron un gran rendimiento. Lo malo fue que llegaron demasiado tarde.

La última vez que el Racing pudo comenzar la pretemporada con los dos jugadores que sabía que iban a ser sus delanteros fue la del penúltimo ascenso. El equipo se la iba a jugar tanto con Koné como con Mariano y ambos estaban ya el primer día. De hecho, el entrenador asturiano construyó su equipo pensando en exprimir al máximo las posibilidades que le pudiera dar el atacante africano, a quien sacó máximo partido. Este año la historia será diferente porque Fernández Romo a buen seguro que atará a uno o dos delanteros más. Por ahora, la plantilla se ha construido a partir de su columna vertebral. Tiene cerrada la portería, el centro de la defensa, el medio centro y, además, tiene ya dos delanteros, lo que no es mala manera de comenzar la pretemporada. Es toda una rareza.

El Racing prepara el césped de El Sardinero para el nuevo curso

El Racing está preparando el césped de Los Campos de Sport para la temporada 2021-22. Así, el club cántabro inicio el pasado lunes trabajos de mejora en el campo del estadio (pinchado, recebado con arena y resembrado) que se llevarán a cabo durante toda la semana con el objetivo de que luzca en buen estado para el primer partido de los verdiblancos de este nuevo curso en El Sardinero: la cita será ante el Burgos CF el 6 de agosto a las 18:30 horas y corresponderá al cuarto encuentro de pretemporada que afronten los pupilos de Guillermo Fernández Romo. Lo que no sabe aún es cuándo acogerá el primer partido oficial porque no se ha sorteado aún el calendario y, por lo tanto, no sabe si la primera jornada será en casa o a domicilio. Además, el club racinguista ya ha realizado labores de mantenimiento en el césped de los campos uno y dos de las Instalaciones Nando Yosu, que serán empleados por el primer equipo verdiblanco a partir del 12 de julio, fecha en la que iniciarán los entrenamientos. El conjunto cántabro tendrá por delante siete semanas de preparación antes del comienzo de la competición en Primera RFEF, fijado para el 28- 29 de agosto.