La posición que más se suele tardar en ocupar a la hora de confeccionar una plantilla es la delantera. Sobre todo, porque los delanteros son los jugadores más caros y los más cotizados. Los proyectos más ambiciosos, entre los que suele estar el del Racing cuando le toca competir en la categoría de bronce, pugnan por los mismos futbolistas y éstos se dejan querer.

Les interesa la subasta. Sin embargo, ayer todavía era ocho de junio y el club cántabro anunció la contratación de un ‘nueve’, por lo que ya cuenta con dos en su plantilla. El elegido es el asturiano Carlos Castro, que llegará a Santander para reflotar su carrera y que, junto a Cedric, ya garantiza a Guillermo Fernández Romo salir a competir con una pareja de goleadores que, de partida, parece de garantías.

El, hasta la fecha, tercer fichaje del Racing es un jugador de todavía 26 años pero con una enorme trayectoria ya a sus espaldas tanto en Primera como en Segunda División. El inicio de su carrera prometía grandes cosas y en Asturias incluso le llegaron a comparar con la aparición de David Villa, lo que nunca ayuda. Lo cierto es que se llegó a asentar en el primer equipo del Sporting, pero desde que éste perdió su sitio en Primera División, es indiscutible que la trayectoria del jugador ha protagonizado una evidente cuesta abajo.

De hecho, el futbolista asturiano va a llegar a tierras cántabras procedente del Dinamo Tiflis georgiano, donde apenas ha contado para su entrenador. Es una dinámica que se ha convertido en rutina para él en los últimos años. Carlos Castro nació en la localidad de Ujo (Asturias) el uno de junio de 1995, lo que quiere decir que acaba de cumplir 26 años. De partida es una buena edad, la puerta de entrada hacia la fase en la que, en teoría, un profesional alcanza su plenitud física. Es por eso por lo que en el Racing confían en recuperar su mejor versión y sacar partido de un jugador que llegó a destacar por su buen olfato goleador, su velocidad y desparpajo.

Lo más habitual es que juegue como hombre más adelantado pero a lo largo de su carrera también se ha amoldado a jugar en alguna de las dos bandas cuando el guión lo ha precisado así. Aunque sus primeros pasos los dio en la cantera del Oviedo, culminó su formación en la del Sporting, al que se incorporó en 2009, con catorce años. Fue en la campaña 2011 - 2012 cuando, con sólo 16 años, debutó ya en Segunda B en las filas del filial. Fue una efímera experiencia de 16 minutos contra el Coruxo que, al menos, le sirvió para seguir El club cántabro confía en recuperar la mejor versión del asturiano Carlos Castro, cuya contratación anunció ayer l El exjugador del Sporting, Mallorca, Elche y Lugo viene de una experiencia desafortunada en el extranjero avanzando.

Al curso siguiente ya fueron tres los partidos en los que jugó con el B y al siguiente, con 18 años, disputó 18 partidos, diez como titular, en los que anotó cuatro goles. Apenas se había asentado en el segundo equipo rojiblanco cuando ya fue reclutado por el primero al curso siguiente, cuando pasó a jugar treinta encuentros en Segunda División, once de ellos como titular, marcando nueve goles. En esa campaña 2014-15 en la que se asentó en el fútbol profesional, logró el ascenso a Primera División. Y en la misma aguantó con el equipo dos campañas jugando en ambas alrededor de mil minutos en cada una y anotando siete goles en la primera de ellas y cuatro en la segunda.

Tras el descenso en el verano del 2017, se mantuvo en el Sporting una campaña más, ya en Segunda División y todavía con 22 años. Estaba llamado a ser un futbolista importante pero sólo fue titular en cinco encuentros acumulando 561 minutos de juego y marcando un solo gol. A pesar de los pocos minutos que jugó en aquel curso 2017-2018, lo cierto es que es en el que más minutos ha jugado desde entonces. Al menos, defendiendo los colores de un mismo equipo, ya que el curso siguiente lo comenzó en Mallorca, que le fichó para reforzar su ataque tras conseguir el ascenso a Segunda División.

Sin embargo, no se asentó y jugó sólo ocho partidos (seis como titular), por lo que aceptó terminar la temporada como cedido en las filas del Elche, donde jugaría menos pero anotaría tres goles. Carlos Castro no terminaba de explotar en la categoría de plata pero aún era joven y había dejado en el recuerdo de los futboleros su buen hacer con la camiseta del Sporting. Por eso en la temporada 2019 - 2020 fichó por el Lugo, también de Segunda División, pero para ser titular en un solo encuentro y disputar 231 minutos. Quizá intuyendo que necesitaba un cambio de aires para recuperar su mejor versión, el curso siguiente decidió salir al extranjero y militó en el Luzerna suizo y en el Dinamo de Tiflis georgiano sin tampoco conseguir la continuidad que no ha encontrado en los últimos tiempos.

La suya es una carrera que necesita un reimpulso y quizá por eso ha aceptado dar un paso hacia atrás para intentar dar dos hacia delante. Ha vuelto a una categoría de bronce, que antes se llamaba Segunda B y ahora Primera RFEF, para volver a ser el delantero que tanto dio que hablar en sus años más mozos. De hecho, llegó a ser internacional sub 21 y anotó 167 goles en las categorías inferiores del Sporting. En la cantera rojiblanca llegó a coincidir con Álvaro Bustos y en el primer equipo con Isma López, a los que seguramente ha preguntado sobre el Racing y sobre la idoneidad de vestir de verdiblanco. Ayer, tanto su compatriota asturiano como el lateral navarro le dieron la bienvenida en las redes sociales y se mostraron más que satisfechos por tenerle a bordo.

El fichaje de Carlos Castro es el tercero del club verdiblanco hasta la fecha después de haber anunciado previamente los de Fausto Tienza y Sergio Marcos. El primero es un medio centro de contención y el segundo otro más creativo. Con Martín Solar, Íñigo Sainz Maza e incluso Villapalos, podría ser un puesto ya cerrado. Algún delantero más necesitará, pero saber que el verano comienza con Cedric y el fichaje anunciado ayer aporta cierta tranquilidad.

Bernardo Matic vuelve al fútbol croata

Bernardo Matic ya tiene nuevo equipo en el que dar continuidad a su trayectoria como futbolista. Tras probar en el fútbol español en las filas del Racing, el central balcánico ha decidido volver al fútbol croata para defender los intereses el próximo curso del NK Istra 1961, que milita en la liga HNL, que es como se llama la máxima categoría de aquel país. En la misma, acabó en penúltima posición el curso pasado y ha entendido que es una buena idea reforzarse con el aún joven excentral del Racing. Matic es, por ahora, el único jugador de los que formaron la plantilla la temporada pasada y que no van a continuar que ha encontrado un nuevo destino o que, por lo menos, se ha anunciado oficialmente. Matic llegó al Racing en octubre pero lo hizo en forma, por lo que formó parte de la alineación habitual desde el primer día. Acumuló muchos minutos de juego durante toda la primera vuelta, en la que, hasta la llegada de Solabarrieta, el equipo se caracterizó por mostrar una importante solvencia defensiva.

Sin embargo, en la segunda vuelta participó mucho menos. Sobre todo, desde que una lesión en el partido de Vitoria contra el Alavés B le sacó de los planes del técnico, que no volvió a echar mano de sus servicios hasta los últimos encuentros de la temporada. La del Racing fue la primera aventura fuera de su país de Matic pero no le salió según lo esperado a pesar de que, por momentos, sí dio la impresión de ser un jugador aprovechable. Buscando equipo siguen Iván Crespo, Nana, Traver, Jon Ander y Óscar Gil. De los cedidos, Riki es posible que busque nuevo destino una vez que ha continuado el mismo entrenador en el primer equipo que no contó con sus servicios el pasado año.