16.04.2024 |
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RACING VS SPORTING

El renacido Germán

El central ha pasado de superar la primera vuelta prácticamente en blanco a ser un fijo para José Alberto | Siempre he sido muy frío de cabeza», asegura

Germán, calentando con sus compañeros en el estadio Gran Canaria. / LA LIGA
Germán, calentando con sus compañeros en el estadio Gran Canaria. / LA LIGA
El renacido Germán

A Germán le fichó el Racing en verano para dotar de peso a la plantilla, para contar con un tipo con recorrido y experiencia que compensara la colección de juventud que había incorporado en los primeros compases del verano. Llegó tarde y tras pasarse algunas semanas entrenando en solitario y eso le hizo comenzar a remolque, algo que se vuelve más evidente conforme más años va cumpliendo un futbolista. Lo que con veinte se adquiere en unos pocos días, superada la treintena ya pasa a necesitar de semanas. Sin embargo, Fernández Romo no tardó en sacarle a escena. Tenía ganas de aprovechar sus virtudes pero se precipitó. El central andaluz no estaba todavía para jugar y firmó dos actuaciones bastante calamitosas. No volvió a jugar más.

Fue el cambio de entrenador lo que le hizo volver a la luz tras pasarse toda la primera vuelta en un segundo o tercer plano. Ni siquiera se le vio calentar y, cuando hizo falta algún central, incluso Mantilla parecía estar por delante en la fila. Sin embargo, José Alberto llegó, le llamó y le comunicó que iba a ser importante para él. Y ha sido titular tanto en Cartagena como en Las Palmas. Da la sensación de que va a formar parte de la columna vertebral que está construyendo el entrenador asturiano. Su situación, al igual que la de otros como Saúl García o Aldasoro, confirma lo rápido que pueden cambiar las cosas en el mundo del fútbol. Ha vuelto Germán, ha renacido y parece que ahora sí está en disposición de dotar de ese peso y esa pose que buscó con él la dirección deportiva cuando le fichó.

Han sido tiempos duros para el defensor de San Fernando porque cuando un jugador de Primera División ficha por un equipo de Segunda que sabe que solamente va a poder pelear por la permanencia, lo hace con la confianza de ser titular, pero apenas jugó en la primera vuelta.  No es sencillo asimilarlo pero Germán asegura que lo ha llevado bien. Esa experiencia que él tiene ayuda. «Siempre he sido muy fuerte de cabeza y por eso intento, cuando las cosas vienen mal dadas desde un punto de vista personal, mantenerme muy frío y trabajar», explica. Es lo único que puede hacer. Ni mucho menos se le pasó alguna vez por la cabeza «entrenar mal o algo parecido por no jugar». Ni ha dado problemas ni ha levantado la voz. Simplemente, esperó su momento y éste ha llegado.

Entiende el excentral del Granada que, ante un panorama como el que ha tenido que lidiar, sólo cabe «entrenar muy fuerte para ponérselo difícil a los compañeros y para ganar la confianza del míster». Se dice fácil pero no lo es cuando uno ve pasar las semanas y concluye que sus opciones de asomar la cabeza por las alineaciones son casi nulas pase lo que pase con el equipo. Él logró mantener el tipo y acudir día a día a los entrenamientos «con la cabeza muy fría y a trabajar y trabajar, ya que no hay más secreto que ese».

JUGAR SIEMPRE. No engaña Germán a nadie y asume que, como a todo futbolista, lo que él quería era «jugar cada domingo». Es su «ilusión» pero, a pesar de no estar haciéndolo y de ser un viejo rockero que ya ha vivido mucho, no dejó de presentarse en La Albericia cada mañana con el objetivo de «trabajar como el que más». «El jugador suele ser un poco egoísta en ese sentido de querer jugar, pero yo tenía claro que si debía aportar desde el banco o desde otro lado, lo iba a hacer», explica. Y es que, resalta que nunca ha dejado de «priorizar el grupo por delante de los intereses individuales». El entrenador prefirió durante toda la primera vuelta apostar por una pareja de centrales que, además, rindió de manera regular y solvente y, ante esto, «lo único que podía hacer era entrenar al máximo hasta que llegara la oportunidad».

Esto último es importante y es algo que ha de tener en cuenta todo jugador suplente por mucho que cueste trabajo no dejarse llevar. En cualquier momento puede presentarse una situación que le permita jugar y es fundamental mostrar una buena versión en ese instante. Él lo ha conseguido porque lo cierto es que tanto en Cartagena como en Las Palmas ha rendido bien. Es el resultado de ese trabajo del que habla y de la «constancia» que asegura que ha caracterizado su carrera. «He tenido etapas de jugar y de no jugar pero yo siempre he tratado de entrenar día a día como si jugara», aclara. Su labor en los malos momentos es tratar de «ponérselo complicado al entrenador y a los compañeros que en ese momento están actuando para aportar y que se pueda beneficiar el equipo». Al final, es el reflejo de tener confianza en sí mismo, de que todo puede cambiar en un segundo y de que hay que estar preparado para cuando llegue.

El sol salió para él coincidiendo con el cambio de entrenador. Es una decisión siempre traumática pero que a unos futbolistas beneficia y a otros perjudica. A él le sacó del cajón. «Ahora estoy contando con la confianza del míster y me toca responder a esa confianza en el césped haciéndolo lo mejor posible tanto los días de partido como en el día a día para ganar aún más confianza y poder seguir aportando», apunta. Si se mantiene en el once, el sábado incluso podrá vivir su primera experiencia en El Sardinero como jugador del Racing, ya que antes sólo había aparecido en Granada, Tenerife, Cartagena y Las Palmas. Parece mentira teniendo en cuenta que ya será mediados de enero, pero refleja bien cuál ha sido su trayectoria desde que llegó al conjunto cántabro. Él es bien consciente del dato y por eso reconoce estar estos días «prácticamente con la ilusión de un juvenil». Además, se espera un buen partido entre «dos clubes de una gran masa social, por lo que habrá un buen espectáculo dentro y fuera».

Jugar ante el Sporting será diferente a jugar contra Las Palmas «porque son dos estilos bien diferentes». Recuerda que el equipo canario es «de los que más posesión tienen de la categoría» mientras que el asturiano «se basa más en transiciones». Lo bueno es que entiende que están «preparados para afrontar a rivales de uno u otro tipo». Esta semana toca un libreto diferente al de la pasada y por eso están «muy enfocados» a lo que supone el cuadro entrenado por el Pitu Abelardo. «Conocemos sus virtudes pero la idea es, sobre todo, aprovechar las nuestras».

Aunque el equipo está en posiciones de descenso, lo cierto es que hay optimismo en el entorno después del cambio de técnico, del nuevo estilo imprimido y, sobre todo, de los resultados cosechados en dos desplazamientos complicados a Cartagena y Las Palmas. Germán asegura ser «optimista de por sí», por lo que cree en la posibilidad de alcanzar la permanencia, pero no le gusta poner la mirada tan lejos. «No tomo objetivos a tan largo plazo porque soy de ir poco a poco», apunta.

Una asignatura pendiente que a él se le ha solido dar bien son las acciones a balón parado. El Racing sólo ha marcado un gol por esta vía y suena a muy poco. «Hay que seguir mejorando», apunta. Recalca que ya con el anterior entrenador le dedicaban muchas horas y lo mismo sucede con el actual. Todo llegará. Al menos, eso cree porque entiende que la historia «va por rachas». «A veces entra la pelota y a veces no, pero hay que seguir trabajando hasta que llegue», concluye.

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