Día de lluvia y partido en Irún. Buen plan para el último día de julio. El de ayer era el primer amistoso contra un equipo de la misma categoría que el Racing, uno de los rivales que se encontrará por el camino en cuanto por fin se abra el telón de la temporada oficial. Y firmaron tablas, lo que quiere decir que los hombres de Guillermo Fernández Romo se mantienen invictos en esta fase de preparación y puesta a punto de siete semanas que, poco a poco, va alcanzando su ecuador.

El encuentro terminó empate a dos. Se adelantó el Racing de penalti, empataron los locales también desde el punto de los once metros e incluso consumaron la remontada poco antes del descanso, pero en el segundo tiempo marcó Cedric, lo que siempre es una buena señal porque es bueno que lleguen los delanteros enchufados al inicio de campaña. Es algo que hace mucho que no sucede en el conjunto cántabro porque lo normal es que empezara agosto sin todavía tener al ‘nueve’. Ahora sí lo tiene. Y no sólo anotó el africano, sino también Carlos Castro, que fue quien ejecutó la pena máxima.

Ayer ya hubo jugadores que completaron más de una hora de juego. Es un paso adelante en el camino que llevará hasta Los Campos de Sport dentro de 28 días. El once que alineó ayer el entrenador madrileño estaba formado por Miquel Parera bajo palos; Jorrín, Bobadilla, Satrústegui e Isma López en defensa; Íñigo y Sergio Marcos en el doble pivote; Marco Camus, Gandarillas y Dani González en la línea de tres media puntas cien por cien cántabra y Carlos Castro arriba. Y no tardó en romper la igualada inicial el conjunto cántabro porque a los nueve minutos pitó el árbitro un penalti que el delantero verdiblanco anotó ajustando el balón al palo izquierdo tras engañar a Jon Irazusta.

Antes, el Racing ya había avisado de sus peligrosas intenciones con un lanzamiento cruzado de Marco Camus que se fue fuera por poco. Parecía que el conjunto cántabro estaba cómodo y asentado sobre el terreno de juego pero ni siquiera pudo disfrutar de ese tanto inicial. Apenas siete minutos después, el trencilla volvió a pitar una pena máxima, pero esta vez en el otro área. Parera se encontró de pronto con una oportunidad para lucirse pero delante tenía también a uno de los mejores lanzadores de penaltis de la categoría de bronce, como es Quique Rivero. El racinguista le conoce bien. Marca de manera sobria, apurando los plazos y acertando a enviar la pelota allá a donde no se ha lanzado el meta.

El partido quedó empatado. El Real Unión se fue asentando cada vez mejor sobre el terreno de juego y comenzó a llevar la iniciativa mientras que el Racing se presentó en el área rival con rápidas transiciones como la que culminó Camus, muy activo en todo momento, recortando a su defensor dentro del área y encontrando situación de disparo, pero éste se fue fuera. No parecía sufrir el conjunto cántabro pero a la media hora de juego se encontró con el 2-1 gracias a un gran gol de Aitor al lanzamiento de una falta. Se sacó un zurdazo desde la frontal que buscó y encontró la escuadra que intentó proteger, de manera infructuosa, Parera.

Esta vez, Fernández Romo no puso un equipo nuevo en el segundo tiempo. Se quedaron sobre el terreno de juego todos los defensas más Sergio Marcos, que aguantarían sobre el verde hasta el minuto 65. En el medio centro entró Fausto Tienza, en las bandas Soko y Bustos, Cedric arriba y Pablo Torre de enganche, además de Lucas Díaz bajo palos. Se confirmó que tanto Alberto Villapalos como Martín Solar, que están cerca de salir del equipo, no iban a participar del encuentro.

Trece minutos tardó el Racing en igualar la contienda en el segundo tiempo. Apareció Soko por su banda derecha haciendo de las suyas, volvió loco a su defensor, entró en el área y le dio a Cedric un pase en el primer palo que este último convirtió en gol. Está demostrando el Racing en esta pretemporada tener pegada porque suma siete tantos en tres partidos, lo cual suena esperanzador.

La defensa que terminó el encuentro fue la formada por Ceballos, Pol Moreno, Juan Gutiérrez y Simón Luca. Además, Marcos Bustillo entró por Sergio Marcos para jugar por la parcela central. Tuvo el Racing un par de ocasiones más para haberse llevado el encuentro. Sobre todo, tras un gran lanzamiento de Álvaro Bustos, que aprovechó un balón colgado al segundo palo para, tras una buena carrera, rematar de primeras de manera potente obligado al portero a lucirse para evitar el 2-3. Ya al borde del final, fue un cabezazo de Cedric que se fue fuera el que también se quedó cerca de consumar la remontada definitiva. Hoy, los jugadores disfrutarán de su descanso dominical.