19.04.2024 |
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El Racing de camino a Segunda

Nana reconoce que confiaba en haber recibido alguna oferta de la categoría de platan  | Agradece que el club cántabro le haya estado esperando hasta que descartó esa opción |  Ahora confía en lograr subir junto al equipo cántabro

Isaac Nana, durante su presentación en la mañana de ayer en Los Campos de Sport. / Hardy
Isaac Nana, durante su presentación en la mañana de ayer en Los Campos de Sport. / Hardy
El Racing de camino a Segunda

En estos tiempos futbolísticos tan impersonales, mercantiles y superficiales cargados de mensajes vacíos, repetitivos, moldeados con un mismo patrón e impulsados por las redes sociales, se agradece un ataque de sinceridad. Como el de ayer de Isaac Nana, que no aprovechó su presentación oficial para decir que el Racing era lo mejor que le había pasado en la vida, que fue siempre su primera opción, que siempre había soñado con estar en un equipo así o que está ante el mayor reto de su carrera, sino que admitió que él aspiraba a algo más. Su temporada pasada fue tan buena que estaba seguro de que iba a recibir una oferta de Segunda División, que era donde le gustaría haber jugado, pero no llegó y por eso dijo que sí al Racing. Reconoció que había sido un segundo plato, pero el primero de entre los muchos de Segunda B que le querían.

«Tenía ilusión de jugar en Segunda. Me vi tan cerca para entrar en los playoff...», apuntó el futbolista natural de Ghana en su presentación oficial como jugador del Racing. Estuvo esperando a que algún club de categoría superior llamara a su puerta pero no sucedió. «Desafortunadamente, nadie se puso en contacto conmigo», reconoció. Y por eso puso en primer plano la oferta que le había realizado tiempo atrás Pedro Menéndez. Éste estuvo mucho tiempo esperándole y, en ese sentido, Nana agradeció al club «la paciencia y la confianza» que habían mostrado en él. Ambas partes se comportaron de manera honesta y sincera en todo momento y eso ayudó a que, finalmente, todo terminara bien. Al menos, para el Racing.

«Llegado el momento, ya acepté que no iba a salir lo de jugar en Segunda y desde ese mismo momento yo tenía muy claro que el Racing era el mejor sitio para mí», relató el nuevo centrocampista verdiblanco. Consideraba al equipo cántabro como el mejor vehículo para «intentar de nuevo el ascenso». «Entendía que era la forma más posible y correcta para mí», confirmó el jugador en un buen castellano. Es bien consciente del lugar al que ha caído y recalcó que se trata de un club «con una historia muy grande». Tanto es así, que reconoció que a «cualquier futbolista le gustaría pasar por un equipo así a lo largo de su carrera». Él lo ha hecho y ahora sólo desea tener «la suerte de subir con este equipo».

Como le toca hacer a todo futbolista que se incorpora a una plantilla como recién llegado, a Nana le tocó definirse como profesional. Y aseguró que es «un jugador de equipo que intenta darlo todo con balón o sin balón». A partir de ahí, reconoció que se sentía «mucho más cómodo jugando como pivote, ya sea con uno o con doble». Y realizó esta precisión porque en los últimos años ha jugado también en una posición un poco más adelantada. Explicó que, a sus 26 años, ya ha estado en manos de un buen número de entrenadores que le han «ayudado mucho a aprender a jugar en otros puestos del centro del campo». De este modo, ya adelantó que también puede estar «igual de cómodo» si Rozada decide colocarle como interior. «Ya jugué ahí en el Fuenlabrada y me fue muy bien», precisó.

Considera Nana, de hecho, que ese puesto de ‘ocho’ incluso le puede venir bien desde un punto de vista físico por su capacidad para «llegar al área y después volver». Cuenta con un motor que no tienen muchos otros y eso le aporta un plus que no posee la mayoría y que le viene muy bien a él desde un punto de vista particular y también al equipo desde otro más general. «Yo estoy dispuesto a jugar donde el entrenador quiera que juegue siempre que venga bien al objetivo final del grupo», zanjó.

La duda está en cómo llega Nana al no haber realizado pretemporada con ningún equipo y haber aterrizado a sólo dos semanas del inicio liguero. Él aseguró que está bien porque ha estado entrenando por su cuenta. Y contó que lo de llegar tarde a un equipo es algo que prácticamente está convirtiendo en «costumbre» en los últimos veranos sin que eso le haya lastrado. «Soy un jugador que no necesita tener a alguien encima para entrenar fuerte», destacó. «Cada vez que he tenido que estar esperando por una cosa que me podría interesar, siempre he entrenado por mi cuenta con la planificación que manda el preparador físico y cumplo con todo», insistió. Eso le ha permitido llegar siempre bien, a lo que hay que sumar que, al ser un portento físico, no necesita tanto para alcanzar un punto idóneo. De hecho, no tuvo reparo en asegurar que, si habitualmente «a un jugador le cuesta un mes ponerse bien», él lo logra «en una semana o diez días».

De este modo, tiene claro que las dos semanas que está teniendo con el equipo antes de que arranque la competición le van a «venir bien» para adquirir el punto óptimo e integrarse bien con sus nuevos compañeros y su nuevo entrenador antes de que se alce el telón de la competición oficial. Llegó a Santander la semana pasada y primero comenzó ejercitándose en el gimnasio, el lunes lo hizo con los lesionados y el martes y ayer miércoles ya con todos. Y ha acabado las sesiones sin problemas, lo que, en su opinión, «eso ya dice algo» sobre el estado de forma que ha traído consigo. «A partir de ahí, ya serán el preparador físico y el entrenador los que decidan si creen que estoy del todo bien para jugar este domingo (contra el Amorebieta, el último amistoso) o no», apuntó.

Le pidieron a Nana que, además de toda su gran colección de virtudes, que a buen seguro tienen que ser ciertas por lo bien que hablan de él técnicos y jugadores del grupo tercero en el que ha jugado las dos últimas temporadas, explicara también cuáles son sus defectos. Eso ya no es tan fácil. Y él apuntó en la diana: «Me gustaría marcar más goles». Es bien consciente de que no es su obligación porque es algo de lo que se suelen responsabilizar los delanteros, pero admitió que, con esa capacidad que tiene de «llegar al área contraria», debería sumar más goles a su contador.

«La temporada en la que más goles marqué fue en la del Fuenlabrada. Y fueron cuatro pero fácilmente pudieron haber sido siete o más, ya que fallé  muchísimo», narró el jugador de origen africano. Le gustaría que, ya que tiene ese pulmón y esa capacidad para llegar al área, «acabar con un mejor registro de goles y de asistencias». En cuanto a esto último sí entiende que puede ser misión de alguien que juega en su puesto.

No sabía Nana si Figueras se iba a acordar de él porque, cuando él estaba en el filial del Rayo, de vez en cuando subía a entrenar con el primer equipo en el que estaba el central catalán. Y sí que lo hacía porque el defensor lo hizo evidente al entrar por vez primera al vestuario racinguista. También conocía a Villapalos de enfrentarse a él las dos últimas temporadas mientras que agradeció que Cejudo, a quien «no conocía en persona», le enviara un mensaje de bienvenida poco antes de llegar. «Es una persona de peso en el vestuario y eso siempre lo hace todo más fácil. La verdad es que me han acogido muy bien y se ve que hay una plantilla y un vestuario muy sano, que es un factor muy importante», concluyó.

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