El fulgor del estadio se vuelve palpable cuando Juanca Arana se encuentra en el campo. Su presencia despierta los corazones de los aficionados del Racing de Santander, quienes lo han visto convertirse en el emblema goleador del equipo. Con una determinación férrea y un talento innato, Arana ha tejido una historia de éxito que ha superado todas las expectativas.Desde el principio de la temporada, Arana se fijó un desafío ambicioso: anotar 12 goles.

Esta meta no fue solo una cifra caprichosa, sino una declaración de intenciones, un compromiso consigo mismo y con su equipo. En una entrevista reveladora ante los medios en el mes de octubre, Arana compartió su visión y su confianza en el potencial del equipo: «Quiero superar los 10 o 12 goles y creo que somos capaces». Sus palabras resonaron en la mente de los seguidores del Racing, quienes depositaron su fe en el delantero canario.

A medida que avanzaba la temporada, Arana demostraba una y otra vez su valía en el campo. Cada gol marcado era un paso más hacia su objetivo, un recordatorio de su habilidad para dejar su huella en el juego. 

Aunque la ansiedad acechaba en ocasiones, especialmente cuando se acercaba a la marca de los 12 goles, Arana mantuvo la calma y la determinación que lo caracterizan. 

«Quiero superar los 10 o 12 goles y creo que somos capaces», asegura el delantero

«Me sigo manteniendo en esa cifra porque hablar de eso me genera un poco de ansiedad que he tenido en otros sitios y eso no es bueno», admitió en una entrevista en febrero, mostrando su madurez y su capacidad para gestionar la presión.

Pero el camino hacia la gloria no estuvo exento de desafíos. A pesar de ser titular indiscutible en el esquema de José Alberto, Arana no siempre completaba los partidos. Solo en una ocasión, frente al Eldense, se mantuvo en el campo durante los 90 minutos. 

Sin embargo, su impacto trascendió más allá de los minutos jugados. Con 30 partidos en su haber, Arana fue una pieza fundamental en cada encuentro, aportando su talento y su energía al equipo en cada oportunidad que tuvo. La llegada de Arana al Racing en calidad de cedido por el Eibar marcó el comienzo de una nueva era para el delantero canario. Si bien su contrato lo vincula al Eibar hasta 2025, Arana ha expresado públicamente su deseo de permanecer en Santander. El vínculo que ha forjado con el club y con la afición ha alimentado su deseo de continuar escribiendo su historia en el Racing.

El canario ha tejido una historia de éxito que ha superado todas las expectativas

Sin embargo, el futuro de Arana no está exento de incertidumbre. Aunque el Racing cuenta con una opción de compra por 1,5 millones de euros, la posibilidad de que el Villarreal lo repatríe agrega un giro intrigante a la narrativa. Las negociaciones entre los clubes se vuelven cruciales en este punto, ya que determinarán el destino del delantero canario.

Para los aficionados del Racing, la posibilidad de retener a Arana es motivo de esperanza y emoción. Su habilidad para encontrar el fondo de la red ha sido un faro de luz en una temporada llena de altibajos. Cada gol celebrado es un recordatorio de la grandeza que puede alcanzar el equipo cuando se une en torno a un objetivo común.

Mientras tanto, Arana se prepara para enfrentar los últimos siete partidos de la temporada con la misma determinación y pasión que lo han llevado hasta aquí. Cada minuto en el campo es una oportunidad para dejar su huella, para escribir su nombre en la historia del club que ha llegado a llamar hogar.

En última instancia, la historia de Juanca Arana en el Racing de Santander es más que una historia de goles y estadísticas. Es una historia de superación, de perseverancia y de fe en uno mismo. Es la historia de un jugador que, contra viento y marea, ha demostrado que los sueños pueden hacerse realidad cuando se tiene el coraje de perseguirlos. 

Y para los aficionados del Racing, Arana es más que un jugador; es un héroe, un símbolo de esperanza y un recordatorio de que, con determinación y trabajo duro, cualquier meta es alcanzable.