16.04.2024 |
El tiempo

La penúltima estación

El Sardinero despide esta tarde la primera fase con la visita del ARenas  l Racing está obligado a ganar para mantener sus esperanzas de terminar entre los tres primeros  e tocará recuperar la posesión

Solabarrieta en un entrenamiento del Racing de esta semana. / Hardy
Solabarrieta en un entrenamiento del Racing de esta semana. / Hardy
La penúltima estación

Este tipo de partidos suelen resultar tramposos. Es como la penúltima canción de un disco, que muchas veces es la peor porque se trata sólo de una estación intermedia, un último trámite a cumplir frente a una ventanilla burocrática antes de que llegue la traca final, lo gordo, lo decisivo y lo que todo el mundo está esperando. Es la canción de despedida la importante porque es la que definirá el regusto que acaba dejando el disco, la que parte con la obligación de hacer que el oyente quiera más. Por eso los sueños han pasado esta semana por Amorebieta. Hay ganas de quitarse el partido de hoy del medio para poder dejarse llevar por lo que pide el cuerpo y he ahí el verdadero peligro, ya que el encuentro que ha de ganar hoy el Racing para poder ir a Urritxe con opciones de colarse entre los tres primeros clasificados anuncia dificultades.

Es el Arenas quien visita Los Campos de Sport. Y el tópico dice que el Arenas baja muchos enteros cuando juega fuera de su campo, que es ‘La Jaula’ de Gobela, donde tan complicado es jugar y donde tan difícil es ganar. De hecho, sólo lo ha hecho un equipo en toda la temporada y fue, precisamente, el Amorebieta hace siete días. Eso ha dejado un tanto tocado al equipo rojinegro, que pensaba que iba a tener un fin de curso plácido y con tiempo para preparar el proyecto de la próxima temporada y, de pronto, se ha visto con la necesidad imperiosa de sacar algo positivo en Santander.

En principio, la necesidad del equipo getxotarra se lo pondrá más difícil a un Racing todavía más necesitado. Todo el mundo quiere algo a esas alturas de campeonato. Y el Arenas es mucho más de lo que dice el tópico. Es un equipo al que también es complicado ganar a domicilio. De hecho, hoy va a afrontar el partido con menos derrotas en su casillero que el potente equipo cántabro. Ojo al dato. Ha encajado cuatro por cinco los hombres patroneados por Aritz Solabarrieta. Es más, la semana pasada a estas horas, el equipo verdiblanco había perdido dos partidos más que el Arenas en todo el curso. Por lo tanto, es cierto que el conjunto vizcaíno no está entre los grandes que se están peleando por las tres primeras plazas, pero también lo es que es muy difícil de batir.

Jugar en Los Campos de Sport en lugar de en Gobela debería ser un factor a favor del Racing. Sin embargo, el Arenas sólo ha perdido tres partidos como visitante, que son los mismos que ha perdido el conjunto cántabro como local. Por eso hay que huir de la tentación de interpretar el encuentro de hoy como un mero trámite y una mera estación intermedia camino de Amorebieta. De hecho, jugar en Getxo no le ha ido tan mal al Racing, que ganó allí con Iván Ania al mando y a punto estuvo de hacerlo en diciembre incluso jugando con un hombre menos durante buena parte de la contienda. Aquel, por cierto, fue el último partido de Javi Rozada en el banquillo verdiblanco.

Los tres puntos no son negociables. Han de quedarse en casa. En primer lugar, para seguir aspirando a una remontada de última hora que deje al Racing entre los tres primeros. En segundo lugar, pensando en la segunda fase, a donde se arrastran los puntos. Y éstos serán fundamentales tanto para pelear por el ascenso como para hacerlo por jugar el próximo año en la Primera RFEF. De hecho, ganando hoy, los hombres de Solabarrieta se asegurarían pasar en buena situación a ese segundo capítulo de la temporada. Todo cuenta este año.

Es difícil adivinar cómo va a afrontar el Racing el partido de hoy. Viene de jugar ante dos grandes equipos; ante, posiblemente, los equipos que mejor tratan el balón del grupo y ante quienes el equipo verdiblanco prefirió sacar la bandera blanca. Es posible que contra la Real Sociedad B intentara de partida ser fiel a los principios que le habían permitido resucitar tras estar medio enterrado en enero, pero rápidamente se replegó, entregó el centro del campo y empezó a jugar a otra cosa. Da la sensación de que aquel día Solabarrieta recapacitó y llegó a la conclusión de que los suyos no están capacitados para ser protagonistas con el balón cuando hay delante alguien que se lo discute. Por eso cambió en Irún. Jugó con dos delanteros pero no tanto para tener más presencia arriba, sino para, sobre todo, potenciar y adelantar la presión. El planteamiento fue similar pero un buen puñado de metros más arriba.

Hoy no es el filial donostiarra ni el Real Unión quien visita Santander, sino que lo hace el Arenas, un equipo que, en principio, no va a mostrar gran interés por acaparar buena parte de la posesión. Preferirá sentirse arropado y mantenerse bien junto con la esperanza de que el partido se le haga largo al Racing y le terminen entrando los nervios. Y es lógico. Conoce las ansiedades, necesidades e incluso obligaciones de su rival y querrá jugar con ellas. En teoría, Solabarrieta debería recuperar hoy lo que tan bien le funcionó cuando, en esta segunda vuelta, no se ha medido a alguno de sus rivales directos, que fue jugar con un 4-2-3-1 con tres por dentro y dando un paso hacia delante con la pelota en su poder. Hoy debería darlo de nuevo y ejercer el papel que sus dos últimos rivales han tenido ante él.

Esto, en principio, debería provocar cambios en el equipo inicial. Uno es obligado porque Álvaro Bustos no podrá ser de la partida. Poco antes de llegar al descanso del partido del Stadium Gal tuvo que pedir el cambio y durante la semana se ha confirmado que sufre una rotura de fibras de grado uno. Hoy será baja y es probable que también lo sea en Amorebieta, por lo que Solabarrieta se ha quedado sin sus dos especialistas para la banda izquierda, ya que la recuperación de Marco Camus está yendo más lenta de lo deseable. De este modo, hay pocas dudas de que será Álvaro Traver quien meta la cabeza en el once por vez primera desde su fichaje por el Racing.

Si se confirma el cambio de dibujo, el técnico tendría que sacrificar a uno de los dos puntas para devolver a Pablo Torre al terreno de juego. Atrás, dispondrá de todos sus defensores. Lo lógico es que mantenga a la pareja Mantilla y Óscar Gil, que se está comportando de manera solvente. El primero de ellos comenzará el encuentro con cuatro cartulinas amarillas y, por lo tanto, a punto de la suspensión, por lo que habrá que ver si eso condiciona a Solabarrieta, ya que cuenta con diferentes herramientas que utilizar. A Matic y Gerson los tiene disponibles desde la semana pasada pero ambos están sin ritmo de competición, algo que puede hacerse aún más evidente a estas alturas de campeonato en los que cada balón puede ser decisivo. El luxemburgués ya actuó en Irún en los minutos finales para completar una defensa de cinco, por lo que actuó más protegido. En el fondo, quizá sea mejor esperar porque tras el partido se marchará con su selección, con la que jugará tres partidos en diez días. No estará en Amorebieta pero, a cambio, es posible que llegue con el motor mucho más activo y preparado para aportar tras jugar esos compromisos internacionales.

Como en los dos últimos partidos en casa, habrá público en la grada. Ya lo hubo contra el Laredo y la Real Sociedad B. Serán aficionados que acudan ilusionados con la intención de ver ganar a su equipo para apurar al máximo las opciones de seguir soñando con un ascenso. Parecía imposible hace sólo quince días, cuando el equipo de Solabarrieta se tuvo que marchar con el rabo entre las piernas de su partido contra la Real Sociedad B, pero parece que el Racing tiene más de una vida. Da la impresión incluso de que ya ha utilizado dos, pero no le quedan más. Hoy sólo vale ganar y será importante que su puesta en escena sea buena para enganchar a toda esa gente que estará apoyándole en la grada. Hay que ganársela y para eso hay que dar la cara y mostrar el fútbol que ya diera, por ejemplo, contra el Laredo hace un mes. Y no está tan lejos el Arenas del equipo pejino. El partido es toda una final tan importante o incluso más que la de Amorebieta porque sólo vale ganar. 

La penúltima estación
Comentarios