La Asociación de Peñas Racinguistas (APR) y la ‘Gradona de los Malditos’ emitieron ayer un comunicado conjunto en el que, fundamentalmente, pedían «un cambio de rumbo en esta gestión tan lamentable» que está desarrollando el club «en las últimas temporadas».

«No sólo en lo deportivo, también en lo social», añadían. De hecho, decían que, precisamente «gracias a la pandemia», los dirigentes de la entidad «se están salvando de las protestas del público en Los Campos de Sport». A partir de ahí, lanzaban un aviso que bien podría ser interpretado como amenaza: «No queremos ir a mayores, pero pedimos por favor que no nos provoquen y evitemos estas situaciones tan lamentables que ponen en peligro la viabilidad futura del Racing». Entre dichos capítulos «lamentables», hablan de «las últimas ruedas de prensa», en referencia a las de Aritz Solabarrieta o la de ayer por la mañana de Alfredo Pérez y Amorrortu.

«Son de las más surrealistas que hemos visto en los últimos años y nos preocupa en qué manos está dejando el máximo accionista la gestión del club», afirmaban. Entienden los peñistas que la gestión del Racing «debe estar exenta de polémicas y formas dictatoriales por muy accionista mayoritario que sea el grupo que actualmente tiene el paquete mayoritario de acciones».

«Ya en otros momentos y en categorías muy superiores a las actuales, nos enfrentamos a situaciones con otros grupos accionariales que, por pensar que tener la mayoría accionarial se podía hacer y deshacer a su antojo, pero, aún así y salvo en los mandatos de presidentes como Pernía o Harry, esos grupos accionariales jamás se tomaron ciertas formas chulescas ante su propia afición y hasta tenían vergüenza ajena frente a ella», apuntaban.

Recuerden las peñas que el club ya vivió antes «momentos convulsos como en la actualidad empezamos a vivir», pero ahora añaden «la sensación de ser un equipo que se está arrastrando por las competiciones estas últimas temporadas» que, en su opinión, «es difícil aguantar de nuevo».