08.05.2024 |
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BARCELONA

Pablo Torre, la nueva perla española que estrena colores

Ayer protagonizó un acto a puerta cerrada junto a Laporta en el que estampó la firma del contrato que le unirá al Barça hasta 2026 con una cláusula de cien millones

Tras la firma, Pablo Torre posó para el fotógrafo del club.
Tras la firma, Pablo Torre posó para el fotógrafo del club.
Pablo Torre, la nueva perla española que estrena colores

Pablo Torre fue ayer el protagonista de esas imágenes que tantas veces vio por televisión en sus primeros años de futbolero consciente, cuando tenía seis o siete años y Guardiola entrenaba al Barça y Joan Laporta era su presidente. Fue habitual ver a este último presentar a grandes figuras pasándoles con fuerza su brazo por encima del hombro después de estampar su firma y dando esos apretones de manos tan enérgicos como confiados, con una sonrisa propia de quien está a punto de pegarse un buen banquete y con el futbolista en un consciente segundo plano, con cara de querer escapar de todo ese protocolo cuanto antes. Ayer le tocó a Pablo Torre acompañar al máximo dirigente azulgrana, que hace sólo unos meses volvió a coger las riendas de la entidad. Y una de las primeras operaciones que cerró fue la contratación del cántabro hasta 2026. Sucedió a principios de marzo pero la firma o, por lo menos, el acto con el que todo se hizo por fin realidad, se celebró en la mañana de ayer.

Fue a puerta cerrada, sin periodistas que realizaran preguntas incómodas o que aprovecharan la presencia de Laporta para sacar otros temas a relucir. Porque si algo tiene el Barça hoy en día son problemas. Sobre todo de dinero para poder fichar lo que le gustaría. Le gusta lo caro y tiene a Tebas vigilante. Desde el punto de vista racinguista, el precio que ha pagado por Pablo Torre y más aún el que puede llegar a pagar es enorme, pero desde el suyo no. Calderilla. El club donde se formó la perla de Soto de la Marina recibirá cinco millones de euros el próximo mes de julio que le vendrán de perlas para construir una plantilla con la que por fin poder dar la cara en Segunda División pero la cifra puede llegar hasta los veinte si el cántabro va cumpliendo una serie de objetivos en forma de acumulación de partidos, internacionalidades etc.

Fue el propio club azulgrana quien difundió después un montaje con imágenes de la firma, de los abrazos y sonrisas de Laporta y de la sesión de fotos del media punta de Soto de la Marina sobre el césped del Camp Nou. Él acudió a la cita acompañado de sus padres, que han sido siempre sus mejores asesores y los que le han marcado el buen camino que hoy le permite sentirse parte de una de las instituciones futbolísticas más importantes del mundo. En apenas un minuto y medio de declaraciones, logró colar que él es racinguista. Porque todo aficionado verdiblanco ha visto marchar al hijo pródigo con pena, admitiendo que así funcionan las cosas, sabedor de que la operación será un pulmón económico para el Racing pero que, a cambio, también le dejará sin su mejor futbolista. Lo fue en Primera RFEF y, quien le ha visto, sabe que también podría haberlo sido en Segunda División.

Se presentó Pablo Torre en las oficinas del Camp Nou en traje, como si fuera a la boda de su primo. Camisa blanca sin corbata y con americana negra. Hay que reconocer que no le sienta tan bien como el equipaje del Racing. Con el rostro propio de un chico de 19 años que se siente el centro de los focos, reconoció sentirse «muy feliz» porque, después de todo, de tantos años rechazando cantos de sirena y después de haber triunfado en el primer equipo de su tierra, ha llegado a «una institución tan grande como el Barça». Como a buen seguro que empezarán a decir todos los fichajes que presente el Racing a lo largo del próximo verano, reconoció estar «encantado con la ciudad», en la cual llevaba desde el pasado fin de semana, y, a partir de ahí, sólo espera «darlo todo para ayudar al equipo en lo que necesite».

pelotero. A buen seguro que el aficionado del Barça de fuera de Cantabria se estará preguntando qué ha fichado su equipo, cómo puede ser que haya pagado millones por un jugador de Primera RFEF, lo que antes se llamaba Segunda B y que para muchos que sólo siguen el fútbol de las estrellas no deja de ser la tercera división. Por eso le tocó definirse como le toca a un futbolista que ficha por el Racing procedente del Cornellá o de la Arandina. Por ejemplo. «Soy un jugador al que le gusta estar en contacto con el balón», dijo en primer término. Sabe que ha llegado a un club donde la posesión no se discute y, en ese sentido, supo venderse bien: «No me gusta no tener la pelota y por eso intentaremos recuperarla rápido, ya que soy un jugador con buen trato de balón y que me gusta disfrutar del fútbol». Escuchándole, el culé desde la cuna lo tendrá claro. «Es uno de los nuestros», habrá dicho.

No ocultó el joven valor cántabro, ya que decir lo contrario no tendría sentido, que su objetivo «a largo plazo» vestido de azulgrana es, «obviamente, como el de todos los que vienen al Barça, llegar a triunfar». Pero eso, en principio, precisará de tiempo, trabajo e incluso suerte. La calidad la lleva con él. Quien le conoce lo sabe. Por eso recordó que, «a corto plazo», se ofrece a «ayudar en lo que necesite el equipo». Es lo que toca. Aunque no renuncie a nada. «Vengo con la máxima humildad pero también con la máxima competencia para aportar mi granito en la arena en lo que haga falta», recalcó.

Toda la operación que terminó con el fichaje del media punta cántabro en la capital catalana se fraguó rápido. De hecho, quien más tiempo llevaba detrás de la ‘presa’ era el Real Madrid, pero el Barça puso el intermitente y le adelantó. Le puso encima de la mesa un plan deportivo a partir del cual entendía que tenía más posibilidades de progresar y, además, hubo una llamada telefónica que resultó clave. Fue la de Xavi. «Me sorprendió que alguien como él me conociera tanto», admitió Pablo Torre en su primer acto como futbolista azulgrana. «Me explicó el proyecto, qué es lo que quería de mí, me gustó y ahora estoy encantado de haber venido», añadió.

Fue el propio Barça quien especificó ayer que el contrato que había firmado Pablo Torre es por cuatro temporadas. Es decir, que será jugador azulgrana hasta 2026. Si se cumplen todas las cláusulas que pueden elevar la operación hasta los veinte millones, será una buena noticia para todos: para el Racing porque recibirá una cantidad impensable, para el jugador porque querrá decir que ha triunfado y ha sido importante en uno de los mejores equipos del mundo, y para el propio club catalán porque querrá decir que se ha hecho con un futbolista joven, con proyección y asiduo en las rotaciones de Xavi por una cantidad muy inferior a la que suele manejar. De hecho, incluso podría hacer mucho dinero, ya que la cláusula de rescisión es de cien millones.

Pablo Torre tendrá ficha y dorsal del filial, que jugará esta temporada en Primera RFEF. Aún así, estará en todo momento en la dinámica del primer equipo, con quien hará la pretemporada y donde podrá convencer al entrenador de que está listo para aportar desde ya mismo. El problema con el que se puede encontrar es el gran número de centrocampistas y de jugadores de su propia posición que ya tiene Xavi en lista, por lo que, de partida, no lo tendrá fácil. Nadie le va a regalar nada.

Si hay algo de lo que va a andar sobrado en Barcelona es de referentes en los que mirarse, a quienes seguir y a los que incluso ya llama por su nombre de pila porque ya es de la familia culé. «Yo soy racinguista pero he crecido con un fútbol como el de Pep (Guardiola) y con grandes jugadores como Leo (Messi), Andrés (Iniesta) o Xavi, que eran mis ídolos y me fijaba en ellos». Así, concluyó admitiendo que todavía no ha hecho nada y que ha de «aprender mucho de ellos». «Estoy encantado de estar aquí», dijo para cerrar. El fútbol, como la vida, es lo que tiene, que uno se puede despedir entre lágrimas de la que considera su casa para emprender una aventura que, por encima de todo, genera ilusión. Todo pasa muy rápido.

Pablo Torre, la nueva perla española que estrena colores
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