Javi Rozada ya sabe que no podrá contar con Álvaro Bustos en las próximas semanas pero mantiene la esperanza de poder sumar a la convocatoria a Pablo Andrade. Sobre todo, porque la lesión que le ha impedido ejercitarse con sus compañeros los dos últimos días puede cambiar de un día para otro en función de cómo vaya evolucionando. Es su rodilla la que está dañada y si hoy por la mañana ha bajado la inflamación y puede realizar buena parte del entrenamiento, podrá entrar en la convocatoria que dé a conocer el entrenador asturiano. De primeras, éste no daba por descartado al lateral brasileño en el día de ayer.

Dicha rodilla todavía estaba mucho más grande de lo habitual en la mañana de ayer. Fue la misma que le impidió jugar contra el Bilbao Athletic al haber acabado lesionada el encuentro contra el Portugalete y, a pesar de que el jugador americano volvió a sumarse al grupo el pasado miércoles, justo en la última acción del partido recibió un fuerte golpe en esa misma zona que lo complicó todo. Se le hinchó muchísimo, tiene dicha rodilla llena de líquido y lo cierto es que su participación en el envite ante el Alavés B está puesta entre interrogantes bien gordos.

Con todo, en el entrenamiento de ayer, que se desarrolló a puerta cerrada en Los Campos de Sport para, sobre todo, ensayar las acciones de estrategia, estuvieron presentes los dos futbolistas que están en la enfermería. Obviamente, no para participar de los ejercicios, sino para observarlos de cerca, tomar apuntes y sabérselos para cuando les toque estar en el campo. Lo que sí fue un capítulo diferencial fue ir a El Sardinero a entrenar, ya que es algo que hacía mucho que no hacía el equipo. Posiblemente, desde los tiempos del primer año de Ángel Viadero.

Las dos únicas bajas que, a falta del entrenamiento de hoy, que volverá a ser en Los Campos de Sport, sufrirá el Racing será de dos jugadores zurdos. A esto hay que sumar que un tercero, Joan Maynau, todavía no está para jugar de inicio. Esto condiciona los planes que pudiera tener Rozada para intentar hacer frente a un Alavés B que se presentará en Santander también con algunas bajas y con tres puntos en la buchaca después de un solo partido disputado, ya que el primero, que debía haber sido ante el Real Unión, no se jugó por el confinamiento del equipo irundarra.

La gran novedad del encuentro de mañana, teniendo en cuenta el estado de la plantilla, puede ser la presencia de Marco Camus ejerciendo de carrilero izquierdo. Será un rol novedoso para él que a buen seguro le convertirá en uno de los nombres propios a seguir. Hay muchas esperanzas puestas en lo que pueda dar de sí en el presente curso y mañana será su presentación oficial tras perderse los dos primeros partidos por lesión. Prácticamente un mes ha estado apartado del grupo y más o menos es eso lo que le espera a Álvaro Bustos, a quien la lesión le ha cogido al tiempo que parecía estar acercándose a su verdadero nivel.