Aunque cuando le fichó, el Racing todavía confiaba en cerrar al menos un fichaje más, lo cierto es que Cedric fue el último que firmó el club cántabro en el pesado mercado. Y ayer le tocó presentarse en sociedad para explicar lo que explican todos: qué le llevó a comprometerse con el Racing y cómo se define como futbolista. Y él dejó claro que es un delantero centro, un tipo al que no le pesa el nueve a la espalda pero que, a su vez, tampoco se vuelve loco por marcar. «No me obsesiona el gol», aseguró en su primera comparecencia pública como jugador verdiblanco.

«Soy un nueve pero, como nueve, también me gusta venir a recibir en zonas de diez», explicó el delantero, que dio a entender que le gusta mantener contacto con el balón y con el juego sin ser uno de esos futbolistas de área que pueden pasar inadvertidos durante todo un encuentro hasta que cazan una que meten para dentro. Vive como nueve y se siente como nueve pero también dejó abierta la puerta a que el entrenador explore otros horizontes con él. «Si considera que tengo que jugar en otra parte, no tengo problema. También lo puedo hacer en banda a pierna cambiada», precisó. Al final, como bien recordó, lo que le gusta a todo futbolista es verse «dentro del campo», sea donde sea.

Precisó el nuevo atacante verdiblanco que disfruta «mucho» bajando a recibir no sólo para ser quien finalice las jugadas, sino también para ser quien da «el último pase». Porque no es de los que comienza las temporadas pensando en la clasificación de goleadores. «No me obsesiona el tema del gol», recalca. «Nunca he sido una persona con esa obsesión por meter muchos goles», añadió. Lo importante es que alguien lo haga porque los partidos los ganan quienes más lo hacen, pero él se vende a sí mismo como jugador de equipo que sale al terreno de juego con el fin principal de «ayudar a los compañeros» y buscar la victoria independientemente de quién la firme: «Si ganamos uno a cero con gol del defensa central y, a partir de ahí, sale un partido en el que hay que defender mucho, pues adelante, no me vuelvo loco. Lo primero es siempre lo colectivo y si después va bien lo individual, pues perfecto».

En cuanto a ese punto de vista personal, Cedric adelantó que no es un jugador que se ponga metas. Sí admite que su «trabajo y responsabilidad es hacer el máximo goles posibles» porque no esconde su condición de delantero centro, un rol que permite vivir experiencias que no se viven en otras zonas del terreno de juego pero que también aporta una presión extra al estar fácilmente evaluado por números objetivos como son los goles. Él vive bien con ella. Tiene claras sus prioridades y es bien consciente de que lo primero es «ayudar a los compañeros para, entre todos, ganar el partido» y cree que, después, ya serán sus «números los que digan si han servido para ayudar más o menos al equipo». «Yo vengo aquí para trabajar día a día con el fin de ayudar al Racing a llegar lo más alto posible», insistió.

Pedro Menéndez se mostró encantado con tenerle a su lado porque considera que es «un futbolista importante con un currículum detrás» a tener en cuenta. «Es un jugador con dos ascensos seguidos a Segunda con el Mallorca y el Fuenlabrada y marcando, además, un buen número de goles», detalló. Y anunció que el jugador se había incorporado al Racing «con mucha ilusión de hacer lo mismo». Tiene claro el secretario técnico verdiblanco que de no haber sufrido Cedric esa complicada lesión que interrumpió su gran temporada en territorio madrileño, estaría jugando en superiores categorías. De dicha lesión ha llegado «totalmente recuperado» y así lo confirmó el doctor Antonio Cruz, por lo que confían en que empiece a aportar desde el primer día.

El jugador se ve capacitado para ello porque no ha estado parado todo este tiempo y porque, además, todavía le quedan diez días «para coger esa forma física necesaria». Más aún, después de comprobar la intensidad que suele gastar el Racing en sus entrenamientos, incluso, como detalló, «en la rueda de pases». «Futbolísticamente, iré ganando poco a poco con los ejercicios que iremos haciendo. Todos son exigentes porque son sesiones muy fuertes y eso va a venir bien para coger pronto el tono físico», argumentó.

Explicó Cedric que le hizo «una ilusión enorme» cuando le llamó el Racing. En cuanto supo que no iba a continuar en su equipo belga, su primera opción fue intentar encontrar otro de Segunda División en el fútbol español, pero no llegó una oferta de tan arriba. Por eso hubo que reducir las expectativas y, mirando los equipos que había en Segunda B, afirmó que el Racing era uno de los pocos a los que tenía claro que iría «encantado». «Uno de los favoritos era el Racing, así que cuando llamó nos pusimos todos súper felices en casa, por lo que lo cogemos con unas ganas enormes de unirnos a un proyecto y a un club tan grandes», explicó.

La clara ventaja que tenía la posibilidad de fichar por el Racing era reencontrarse con Álvaro Bustos, con quien mantiene una estrecha relación desde que coincidieran en el Mallorca y también en Madrid, cuando el asturiano jugaba para el Rayo Majadahonda y él para el Fuenlabrada. «Mantenemos una amistad muy grande y él me decía que viniera para acá», confirmó. Él respondía que lo haría «encantado» y así lo corroboró en cuanto le llegó la oferta. «Me contó cómo eran las instalaciones y todo lo demás y no me engañó en nada porque es todo como me había dicho e incluso mejor, así que estoy muy contento», concluyó.