Los intentos del Amorebieta de cambiar de fecha el partido del próximo miércoles se van a estampar contra un muro y, salvo sorpresa, el miércoles habrá partido. Esto quiere decir que existe la posibilidad de que el Racing se encuentre con el panorama de tener que disputar dos partidos en apenas cuatro días. Es un escenario que ya ha tenido antes el conjunto cántabro aunque lo cierto es que no le ha venido nada bien. Jugó un miércoles tanto en Leioa como en casa contra el Real Unión y ambos partidos los perdió. Para colmo, también fue ente semana (jueves) el partido de Copa del Rey contra el Mutilvera y también quedó tirado en el andén.

El club vizcaíno entendió que la nueva fecha decretada por el juez único de Competición le perjudicaba porque le iba a obligar a afrontar el partido contra el Racing no sólo con un buen número de bajas, sino con sólo un entrenamiento después de pasarse diez días en casa. Por eso presentó un recurso poniendo el acento, además, en que la Federación había equivocado las fechas al interpretar, según escribió en su decreto, que los futbolistas del Amorebieta iban a quedar liberados de su confinamiento hoy, día 27. Sin embargo, no es así. El último contacto directo fue el pasado viernes día 19 y es a partir de ahí desde donde ha comenzado a contar el Servicio Vasco de Salud, por lo que toda la plantilla ha de estar en casa, haya dado positivo o negativo, hasta el lunes día 29. Esto quiere decir que el primer y único entrenamiento que podrá realizar el equipo pilotado por Iñigo Vélez antes de enfrentarse al Racing será el del martes treinta.

El argumento para solicitar un nuevo aplazamiento o, si lo estimaba la Federación, incluso una suspensión parecía lo suficientemente fuerte como para convencer al organismo presidido por Luis Rubiales, pero, al menos a día de ayer, la respuesta era negativa. El partido sigue fijado para el miércoles a las cinco de la tarde y con esa perspectiva sigue entrenando el conjunto cántabro. Tiene fijado ahí el objetivo sin distraerse con lo que pueda suceder en los despachos para que nada le coja desprevenido.

De disputarse finalmente el partido, lo cierto es que el Racing saldría claramente beneficiado. Eso es obvio. Los jugadores verdiblancos ya han pasado por su propio confinamiento después del positivo que dio Jon Ander y sabe lo que cuesta después volver a echar una carrera. A esto hay que sumar que, además, el Amorebieta ni siquiera compitió la semana pasada. Además, no todos los jugadores estarán disponibles para medirse al equipo verdiblanco el miércoles, ya que alguno de los que dio positivo a buen seguro que tendrá que alargar su reclutamiento.

El problema que ve el Racing está en la acumulación de partidos, pero eso es algo que también sufrirá quien vaya a ser su primer rival de la segunda fase, ya que el grupo 2B, que es con el que se cruzará en la misma, disputará toda la última jornada el próximo miércoles. Ésta se aplazó tanto el fin de semana pasado como el actual por culpa de hasta once positivos en las filas del Haro. También ahí habrá varios jugadores que deban jugar recién salidos de un confinamiento pero la Federación no admite negociaciones. Ni siquiera se han mostrado flexibles con el evidente caso del Amorebieta. Si los futbolistas ya no están confinados, entienden que pueden jugar. No ha funcionado así en los últimos meses pero ahora sí está siendo víctima de la estrechez de fechas y de la necesidad de cumplir con el calendario y con el inicio previsto para la segunda fase.

Al Racing no le gusta jugar los miércoles. Eso es así. La primera vez que tuvo que hacerlo esta temporada encajó su primera derrota. Y lo hizo, además, ante un equipo que no ha vuelto a ganar un partido desde entonces. Cayó de manera sorprendente en Sarriena contra el Leioa tras un mal partido. Dos semanas más tarde acudió a Mutilva, a donde podría volver en la segunda fase, para jugarse allí su supervivencia en Copa del Rey y de nuevo volvió a dejar en evidencia que no le gusta jugar entre semana. Y lo peor es que tampoco a la tercera fue la vencida. En el tercer partido con Aritz Solabarrieta al frente y después de la pobre imagen mostrada ante Real Sociedad B y Amorebieta, el equipo verdiblanco encajó una tercera derrota consecutiva ante el Real Unión, partido que también se disputó en miércoles.

El cuarto episodio fuera de sitio será, en principio, el de Amorebieta. Y el coronavirus y la Federación le habrá dado cierta ventaja. Quiere aprovecharla y, para ello, el equipo se encerrará hoy entre las cuatro paredes de Los Campos de Sport para disputar un partidillo a campo completo en el que Solabarrieta no quiere mostrar sus cartas. Mañana, en cambio, dará descanso a sus hombres para volver a la actividad el lunes y el martes. Pondrá así fin a semana y media en la que el cuerpo técnico no sólo habrá tenido que preparar el duelo de Urritxe, sino también recuperar a sus jugadores del mazazo que supuso lo sucedido el pasado domingo contra el Arenas.