La Copa del Rey de la temporada pasada todavía no ha terminado, pero ya está en marcha la del presente curso. Se acumula el trabajo. Culpa del coronavirus. La nueva edición comenzó con una ronda previa en la que ya entró en acción un equipo cántabro, que fue el Miengo. Se la jugó a partido único en casa la semana pasada pero dejó pasar la oportunidad de dar la nota al perder 0-1 en casa contra el Ribadumia a partido único. Haber ganado le habría permitido cruzarse con un Primera División en la siguiente ronda, en la que ya entrarán todos los equipos que participarán en la competición a excepción de los cuatro que disputarán la Supercopa: Real Madrid, Barcelona, Real Sociedad y Athletic. Todos los demás, estarán pendientes de lo que suceda en Sevilla a partir de las 13 de horas de hoy. Entre ellos, estarán los dos equipos cántabros de Segunda B, que son el Racing y el Laredo, además de la Gimnástica. Son las tres bazas con las que partirá Cantabria en un torneo que pierde un poco de interés respecto a otros años al no poder ser aprovechado en esta ocasión para conseguir grandes taquillas e incomparables ambientes. A falta de esto, bueno será coger un poco de pastel televisivo. Todo ayuda.

El sorteo no se celebrará en la sede de la Federación Española en Las Rozas, tal y como suele ser habitual, sino que será en el estadio de La Cartuja de Sevilla. Allí debió haberse disputado la final del curso pasado pero no pudo llevarse a cabo por culpa de la pandemia, el confinamiento y la nula posibilidad de disfrutar de las aficiones en las gradas. Por eso se ha pospuesto. Además, también será donde se celebre el partido decisivo de la presente edición copera. El acto se llevará a cabo sin público y con una presencia muy reducida de miembros de la Federación para cumplir con los protocolos de seguridad previamente establecidos para reducir al máximo la posibilidad de infecciones por Covid - 19. A cambio, y como ya viene siendo habitual, podrá seguirse en streaming por los medios oficiales de la Federación y, posiblemente, por las cuentas en redes sociales de los propios clubes, que estarán bien pendientes de saber contra quiénes les toca jugarse la supervivencia copera a noventa minutos.

El formato de competición es igual que el del curso pasado. Es decir, que todas las eliminatorias se disputarán a partido único en el campo del que juega en categoría inferior hasta llegar a semifinales, cuando ya se pondrá en juego el pasaporte hacia la gran final de Sevilla a doble encuentro. Es poco probable que un cántabro llegue tan lejos. Cada uno de los tres equipos participantes tienen objetivos muy claros en el presente curso y conocen muy bien cuál es su prioridad, pero tampoco querrán renunciar de antemano a una posible fuente de ingresos que les haría sobrellevar de mejor manera una campaña especialmente complicada por culpa de las propias limitaciones impuestas contra la pandemia que, a día de hoy, impiden la entrada de aficionados a los campos. Es esto lo que complica la viabilidad presupuestaria de unos clubes a los que les cuesta encontrar otra vía de ingresos.

En concreto, a la eliminatoria copera que se sortea hoy concurren 112 equipos de prácticamente todas las categorías, ya que en los diferentes bombos o copas habrá equipos tanto de Primera División como de ligas territoriales. De ahí que la expectación sea máxima por parte de los más humildes, ya que se pueden encontrar ante una oportunidad histórica. El curso pasado lo intentó el Barquereño, que quedó apeado a última hora en la ronda de penaltis, y en esta ocasión ha sido el Miengo. Es éste quien, de haber ganado el pasado miércoles, podría haber entrado en la copa A, que es donde están los diez equipos de categoría territorial que lograron superar la ronda previa. Estos diez equipos se cruzarán con alguno de los 16 de Primera División que entrarán en el bombo, por lo que los agraciados tendrán fiesta esta tarde.

Habrá seis equipos de la máxima categoría, cuyos nombres estarán metidos en el bombo número dos, que se queden sin pareja. La encontrarán en el tercer bombo, que estará formado por catorce equipos de Tercera División más los cuatro semifinalistas de la Copa Federación. Es ahí donde le habría gustado estar al Tropezón, pero perdió su eliminatoria a partido único contra el Leioa y es éste quien estará ahí. De este modo, el único representante cántabro será la Gimnástica, que, obviamente, parte con la esperanza de que le toque en suerte a un equipo de Primera División, que, además, tendría que visitar El Malecón.

De ese bombo tercero en el que está el equipo torrelaveguense, quedarán doce sin haber sido emparejados con algún equipo de Primera División. A éstos les corresponderá un rival de Segunda, que serán los que estén en el cuarto bombo. Al haber 22 equipos en la categoría de plata, habrá diez que se queden sin encontrar rival del bombo tres, por lo que lo buscarán en el quinto, que es donde están 46 equipos de Segunda B. Es ahí donde, lógicamente, estarán el Racing y el Laredo. Por lo tanto, a los dos conjunto cántabros que se medirán entre ellos el próximo sábado en liga les tocará medirse o contra un equipo de la división de plata o contra otro de Segunda B. En función de esto, les tocará jugar en casa o fuera.

Si a los equipos pilotados por Javier Rozada y por Manu Calleja, que incluso podrían medirse entre ellos porque el sorteo es puro, les corresponde jugar contra un rival de Segunda División, se la jugarán en casa a partido único. En el caso de que se hayan agotado ya las bolas del bombo cuatro y les toque medirse contra un contendiente de Segunda B, el encuentro se jugará en el campo del equipo cuya primera bola haya salido.

La primera eliminatoria copera que se sorteará hoy se jugará el próximo 16 del próximo mes de diciembre siempre que la pandemia lo permita, ya que pocas cosas se pueden garantizar hoy en día. De esta ronda saldrán 56 vencedores, que serán los que caminen hacia la segunda ronda, que tiene previsto disputarse el mismo seis de enero, día de Reyes. Se trata de un formato copero que a los equipos de Segunda B o Tercera, que será lo único que presente el fútbol cántabro, les puede ir bien porque tienen que esperar mucho menos de lo que solía ser habitual para poder cruzarse contra algún grande del fútbol español. De ahí que, aunque siempre se tenga claro que la liga es la que da de comer, nunca se pueda renunciar a nada.