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El Diario de Cantabria

Las cuentas claras

El Racing debe ganar los dos partidos que le quedan y esperar | Necesita que la Real B sume el domingo en Lezama para evitar terminar empatado a puntos con ella, ya que le dejaría fuera en triples e incluso cuádruples empates

Cedric, dando palmas durante un entrenamiento. / Hardy
Cedric, dando palmas durante un entrenamiento. / Hardy
Las cuentas claras

Son semanas de nervios, de cuentas y de números. Los viejos del lugar dirían que se vienen días de transistor, folio, lapicero y calculadora para ir calculando la incógnita conforme se van sucediendo los goles y alterándose los resultados. Las variantes que se pueden dar son múltiples. No infinitas, pero casi. La película la protagonizan cinco personajes y se puede dar cualquier combinación posible entre ellos. Todo es posible, desde que no haya empates  hasta que todos terminen igualados a 37 puntos. Es como si fuera mayo pero estando en marzo y con mucha leña aún por cortar una vez se termine esta primera fase. Es, sin lugar a dudas, la temporada más extraña de todas. Todo sucede más rápido, con más intensidad e incluso más veces, ya que es posible que se vuelva a repetir la historia cuando el segundo tramo de la competición también se dirija hacia su fin.

El racinguista ha estado entretenido desde que el domingo por la tarde ya recibiera toda la información y pudo ver cómo quedaba la clasificación. En ese momento, tocó echar mano del calendario de cada uno de los equipos y, a partir de ahí, imaginar qué puede suceder. Y puede suceder de todo. No hay nadie que a estas alturas pueda dormir tranquilo. Quien mejor lo venía haciendo hasta la fecha era el Bilbao Athletic porque se había mostrado como el equipo más regular y porque, además, tenía un cómodo colchón. Sin embargo, le han empezado a sonar todas las alarmas después de perder en Barakaldo contra un equipo que prácticamente estaba agonizando. Y a esa derrota hay que sumar la pírrica victoria que consiguió en su campo contra el Laredo el fin de semana anterior, la cual difícilmente se habría producido sin la decisiva intervención del árbitro.

Hay dudas en el equipo de Joseba Etxeberria. Y éstas han llegado después de un prolongado parón por culpa de dos aplazamientos unidos a la jornada de descanso. Eso interrumpió su buena racha de juego y de resultados y, además, ahora incluso debe sumar la lesión de su futbolista más importante o, por lo menos, del más peligroso, ya que Nico Williams no podrá jugar más en esta primera fase al tener que pasarse tres semanas en el dique seco. Y eso puede ser importante porque en las cuentas de la lechera que hace el Racing se antoja fundamental que el filial rojiblanco no gane a la Real Sociedad B el próximo domingo para que, a su vez, también acuda necesitado al Stadium Gal, que es donde cerrará esta primera fase de la temporada.

A día de hoy, nadie puede especular. En esta ocasión, no hay apenas espacio para acuerdos de no agresión previos en el caso de que el empate les pudiera convenir a dos rivales. Al menos, con vistas a la próxima jornada. Con vistas a la última, habrá que esperar a ver cómo quedan las cartas encima del tablero el próximo domingo por la noche. El hecho de que todos los puntos se arrastren a la segunda fase supone, por un lado, un desequilibrio desde el punto de vista deportivo porque, a pesar de ser, en definitiva, una liga de 26 jornadas, no todos se habrán medido a los mismos equipos. Ahí habrá unos que salgan perdiendo y otros ganando. Lo que también es cierto es que limita mucho la picaresca en un escenario similar al actual.

Las cuentas del Racing no son demasiado complejas. Para empezar, todo pasa por ganar los seis puntos que quedan. Eso es innegociable y lo sabe desde que perdió ante la Real Sociedad B. Ahí acabó con su margen de error. Lo agotó. Su techo son los mismos 37 puntos que, a día de hoy, tiene el Amorebieta. Su segundo objetivo pasa por que el filial donostiarra, que tiene 34, no se quede en esa misma puntuación. Lo ideal sería que quedara por debajo y no llegara, pero esto se antoja ciertamente complicado teniendo en cuenta que despedirá esta primera fase en su campo jugando contra el Alavés B. En principio, conociendo su solvencia en general y en su propio campo de manera particular, es fácil intuir que va a ganar ese partido. Por lo tanto, al conjunto cántabro le conviene que se vaya más allá de los 37 puntos y que, por lo tanto, quede por delante. Para eso, es fundamental que empate o gane el próximo domingo en Lezama.

Y si al Racing no le conviene empatar a puntos con el filial donostiarra es porque saldría perdedor de un triple o incluso un cuádruple empate en el que también esté metido el equipo de Xabi Alonso. Haber perdido los dos partidos contra la Real Sociedad B le obliga a desmarcarse de su trayectoria, por lo que, si por el club cántabro fuera, a buen seguro que desplazaría a un buen puñado de sus aficionados el próximo domingo a Lezama para arengar a los guipuzcoanos. Hay que escapar de ellos como sea.

Que el Racing termine empatado sólo con la Real Sociedad B ya está descartado porque  a lo máximo que aspira el Racing es a 37 puntos, que son los que ya tiene el Amorebieta. Si el filial guipuzcoano acaba con 38 o incluso 40 puntos, las tablas triples se podrían dar entre los dos equipos que se medirán en Urritxe en la última jornada y el Real Unión, que a día de hoy tiene 33 a falta de jugar el próximo fin de semana en La Florida de Portugalete y el último día en casa contra el Bilbao Athletic. En ese caso, los tres equipos sumarían seis puntos en esa especie de liguilla que se calcula cuando se dan múltiples empates. A partir de ahí, se miraría la diferencia de goles resultante en sus enfrentamientos. A día de hoy, es de más uno para el Real Unión, cero para el Amorebieta y menos uno para el Racing. De este modo, el conjunto cántabro necesitaría ganar por al menos dos goles de diferencia para, como mínimo, igualar la situación del equipo irundarra (+1). A partir de ahí, se miraría la diferencia de goles general y actualmente es de más doce para los cántabros y más once para los guipuzcoanos.

Dentro del abanico de posibilidades que se podrían dar, también se podría producir un cuádruple empate en el que podría salir beneficiado el Racing siempre, como ya se ha resaltado, que no entre la Real Sociedad B. Por lo tanto, igualarían a 37 puntos el Bilbao Athletic, el Real Unión, el Amorebieta y el equipo de Solabarrieta. Y en esa liguilla particular incluso saldría beneficiado el conjunto cántabro al sumar diez puntos. El filial rojiblanco y el bando guipuzcoano tendrán ocho y con seis se quedaría el Amorebieta. Con todo, sería un caso ciertamente complicado que precisaría de la confirmación del hundimiento de los ‘cachorros’ pilotados por Joseba Etxeberria, que deberían sumar sólo cuatro puntos en los tres partidos que aún les quedan por jugar. Y es que, aún mantiene pendiente el enfrentamiento contra el Leioa en Lezama que quedó aplazado en su día. Éste se producirá mañana a las seis.

La situación está tan ajustada que incluso se podría producir un quíntuple empate, algo que difícilmente tendría precedentes. Sin embargo, es posible. Y, aunque ahí esté metida de lleno la Real Sociedad B, el Racing incluso salvaría el cuello porque serían tres los que saldrían con premio. Ahí haría buenos sus cuatro puntos contra el Bilbao Athletic, la victoria del pasado sábado en el Stadium Gal y la que necesita de manera irrenunciable en la última jornada en Urritxe contra el Amorebieta.

Antes, Arenas. Es fácil tener la mente puesta en ese partido porque cuando se habla de todos estos números, se mira directamente a él al tratarse de un duelo directo. Y eso también es peligroso. El Amorebieta puede estar ya pensando en ese encuentro porque el próximo fin de semana descansa y tendrá quince días para pensar exclusivamente en el Racing. Sin embargo, para tener cualquier opción, los hombres pilotados por Aritz Solabarrieta tienen que llegar con 34 puntos. Y eso supone ganar el próximo domingo en Los Campos de Sport al Arenas.

El ‘partido a partido’ que se ha instalado de manera machacona en el vestuario verdiblanco adquiere más importancia que nunca estos días. Es fácil distraerse con la gran batalla de la última jornada pensando que el partido ante el equipo getxotarra va a ser un paseo. Pero no lo va a ser porque se trata de un buen equipo que, aunque baja enteros a domicilio, tiene argumentos para poner en problemas al conjunto cántabro, que, además, deberá elegir cómo quiere ganar ese partido.

El Racing parecía que había encontrado lo que buscaba en esa racha que le metió de nuevo en la pelea pero ha renunciado a sus principios ante la Real Sociedad B y el Real Unión, cuando se ha comportado más como un equipo pequeño que como un equipo grande de los que no sólo quieren vencer, sino también convencer. Le había ido bien ante los pequeños ser protagonista con balón, que parecía que era lo que buscaba el equipo desde un principio, pero ha renunciado a él en las últimas semanas. Contra el Arenas, que es otro equipo que está en el segundo vagón de la clasificación y que incluso podría meterse en problemas si no suma en Santander, queda esperar qué tipo de Racing se verá.

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