El Laredo se convirtió ayer en justo finalista en la fase de ascenso a Segunda División B, tras derrotar por tres goles a uno al Tropezón, en una tarde muy calurosa y en la que algunos aficionados de los dos equipos siguieron los acontecimientos del encuentro desde los aledaños del Complejo Fernando Astobiza, aunque a gran distancia tras las medidas tomadas en el exterior por la Policía Municipal y Protección Civil de Cayón. En los primeros compases del partido los de Tanos salieron con más decisión, tomando la iniciativa en el juego aunque con dificultades para acercarse al área rival. Por su parte, los laredanos se limitaban a contener con precisión los ataques del Tropezón, cuyo jugador Viky propuso la primera ocasión para su equipo, pero su lanzamiento se marchó alto. Los pupilos de José Gómez dominaban la situación sin que el Laredo llegara a su área, pero en el primer córner sacado por éste, la defensa de los de Tanos no acertó a sacar la pelota, momento muy bien aprovechado por Mantilla quien remató a placer enviando el esférico al fondo de la portería  de Iván. Corría el minuto 11 de juego y el gol supuso un mazazo para los taniegos que veían cómo en la primera aproximación de su rival encajaban el gol. Los jugadores de Raúl Pérez se dedicaron a aguantar el resultado, eso sí imponiendo una gran intensidad en el juego, a la espera de contraatacar y crear peligro. Poco después, el Trope llevó peligro tras un saque de esquina con varios remates consecutivos hasta que la defensa del Laredo consiguió desbaratar el peligro. Los minutos iban pasando y el juego se desarrollaba en el centro del campo sin un claro dominador, con un Laredo bastante seguro y un Tropezón que cometía algunas imprecisiones. Tras el parón para la correspondiente hidratación, Vinatea regateó y su centro peligroso fue despejado por la cobertura del Tropezón. Los laredanos se protegían bien en defensa y salían al contraataque y, cuando se superaba ya la media hora, llegó el segundo gol, obra de Vinatea al rematar de cabeza un balón enviado con gran precisión por Manu colándose por la escuadra. Las cosas se ponían muy bien para el equipo de Laredo ya que hasta el empate le valía para pasar, con lo cual los contrarios debían marcar en tres ocasiones, cosa bastante improbable tal y como se estaban desarrollando los acontecimientos. De esta manera se llegó al descanso.

En la reanudación, con tres cambios introducidos por José Gómez, parecía que su equipo mejoraba algo e instantes después el Tropezón logró acortar distancias en el marcador con un gol en propia puerta del lateral laredano Mantilla. Era el minuto 53 y todavía quedaba mucho partido, incluso cinco minutos después, Kevin dispuso de una buena oportunidad en un contraataque pero mandó el balón fuera. Por su parte, los de Laredo controlaban perfectamente los tiempos de juego, bien posicionados y con gran confianza pudiendo aumentar la diferencia en el marcador cuando Álvaro, solo, envió la pelota alta. En el minuto 67, el colegiado del encuentro se lesionó, al parecer un tirón muscular y, pese a ser asistido en el campo, no pudo continuar por lo que tuvo que pitar el tiempo restante el cuarto árbitro.

El jugador del Trope, Fresno, pudo conseguir el empate para su equipo, pero el portero Puras realizó una gran intervención rechazando su lanzamiento. A partir de ese instante poco juego se pudo ver y todo quedó sentenciado en el minuto 81, al lograr Riky el tercer tanto en un gran disparó mandando el esférico al fondo de la portería de Iván. Hasta el final, nada reseñable por lo que el Laredo se proclamó finalista de esta fase de ascenso y queda a la espera de lo que suceda en el encuentro de hoy entre el Rayo Cantabria y la Gimnástica. En el supuesto que ganaran los santanderinos, el Laredo sería el que ascendiera al no poder estar el Rayo Cantabria en la misma categoría que el Racing.

Tras el encuentro compareció ante los medios el técnico del Laredo, Raúl Pérez quien explicó que «ha sido un partido complicado con un rival que tiene gran talento». Dijo que el partido había sido feo, aunque sus pupilos había jugado con mucha intensidad y ritmo. Manifestó también que a balón parado habían defendido bien y, precisamente, ellos habían creado peligro en los balones aéreos. Preguntado acerca de quién quería que ganase en el partido de hoy, dijo «que gane el mejor». El capitán de su equipo, Manu explico que con el 1-0 estuvieron más tranquilos porque sabían que a su rival no le valía el empate. Comentó que con el segundo gol vieron las cosas bastante claras y, finalmente, dijo que su equipo había estado bien físicamente.

José Gómez afirmó que se sentían tristes con la derrota pues habían encarado este enfrentamiento con gran ilusión, comentando que «comenzamos bien» pero la jugada del primer gol marcó el partido.

Añadió que el Laredo hizo un buen encuentro y que su equipo tuvo un par de ocasiones que, si llegan a fructificar, hubieran cambiado las cosas. Por último, manifestó que la próxima temporada seguirá al frente del equipo. Por su parte, el capitán del equipo de Tanos, Juan Fresno, lo primero que hizo fue pedir perdón a la afición «por no haber estado a la altura de las circunstancias», añadiendo que los errores puntuales se habían pagado caros. Comentó igualmente, que en sus botas estuvo el empate pero lo evitó el portero contrario. La clave de la derrota para Fresno fue que «nos diluímos en la mitad del primer periodo».

Hoy, Rayo Cantabria-Gimnástica. El Rayo Cantabria está preparado para el encuentro del playoff de ascenso a Segunda B -semifinal- que disputará ante la Gimnástica en el Fernando Astobiza de Sarón (sede única de la promoción) hoy, a las 18:30 horas. El filial racinguista -que no puede promocionar a la categoría de bronce tras el descenso del primer equipo- se medirá al conjunto torrelaveguense después de haber finalizado tercero en el Grupo III de Tercera División dentro de un formato exprés de playoff. En caso de empate pasará el mejor clasificado.