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El Diario de Cantabria

El Laredo apura su última bala

Aficionados del Laredo desplazados a Palencia. / CDL
Aficionados del Laredo desplazados a Palencia. / CDL
El Laredo apura su última bala

Al Laredo apenas le queda margen de error. Lo ha agotado. No le queda. Tiene que reaccionar ya porque se le ha complicado la permanencia y sólo tiene siete partidos por delante para resolver la situación. Sabe que no puede hacerlo solo, que necesita el apoyo de su gente, y por eso ha hecho una petición expresa a su hinchada para que haga acto de presencia en San Lorenzo el próximo domingo. Le va la vida en ello. Es como si fuera su última bala, el último clavo ardiendo al que aferrarse para, por lo menos, llegar a la recta fina con esperanzas de terminar con el cuello fuera del agua.

El club está haciendo todo lo posible e incluso el Ayuntamiento se está volcando en la causa. De hecho, la semana pasada puso autobuses gratis para que los aficionados pudieran desplazarse en masa a Palencia, donde el Laredo se iba a jugar muchas de sus opciones de seguir mirando al futuro con esperanza. La hinchada respondió, estuvo presente y se dejó notar en La Balastera, pero no fue suficiente. La expedición volvió de vacío. Sin embargo, el Charles no tira la toalla y ahora apunta al domingo, para cuando es la propia entidad la que ha puesto de su parte para intentar llenar San Lorenzo.

La iniciativa que ha puesto en marcha el equipo pejino es la de facilitar la adquisición de dos entradas a cinco euros para todos los socios con el fin de que puedan convencer a algunos de sus familiares o amistades a que se sumen a una causa que todavía no está perdida. El encuentro será el domingo a las seis de la tarde contra un rival de altura, contra un contrincante que está peleando por el ascenso y que a buen seguro que llegará con la confianza de llevarse todo el botín: el Valladolid Promesas.

La posibilidad de aprovechar esta promoción será hoy, mañana y pasado entre las cinco y las nueve de la tarde en las oficinas del club. Es la hora de estar ahí. Ya habrá tiempo de mirar atrás y estudiar cómo se ha llegado a esta situación porque todavía hay tiempo de levantar el vuelo. Es cierto que la permanencia directa se ha escapado de manera casi definitiva porque el Laredo tiene 29 puntos y el Coruxo, que es quien la marca, 36. Habría que remontar un punto por cada jornada que pasa teniendo en cuenta que en medio, además, hay otros tres rivales. 

De este modo, el gran objetivo pasa por hacerse con la décimo tercera posición que da esperanzas de salvación. Ésta la puede conceder de manera directa si los equipos del resto de grupos de la categoría que han terminado en dicha posición acaban con menos puntos. En el caso de que haya uno que tiene más, tocará disputar un ‘playout’ entre los cuatro restantes y los ganadores se salvarán y los perdedores descenderán. Es decir, que, de conseguir terminar en esa plaza, el equipo pilotado por Iñaki Zurimendi tendría una vida extra.

Al Laredo se le han complicado las cosas tras la derrota del pasado fin de semana, cuando, ante todo, careció de acierto arriba para subir al marcador alguna de las opciones claras que tuvo. Era un partido clave porque su rival ocupaba entonces el puesto que marca la salvación. Era, por tanto, un partido de más de tres puntos, pero el Charles, que llegó a acumular cinco semanas sin perder y dos victorias consecutivas, ahora suma tres derrotas seguidas. Por eso hace falta una reacción.

El entrenador del conjunto cántabro dio mucho mérito a la respuesta de la afición en Palencia. “Se desplazó y respondió a la llamada cuando el equipo está abajo”, destacó. Es fácil apuntarse a la fiesta pero no tanto a la miseria. Y reconoció que sus futbolistas habían notado ese empuje para “no dejar de creer incluso con un hombre menos”. Sin embargo, ese gol en el primer cuarto de partido supuso un golpe importante para un Laredo que ya no pudo exhibir fortaleza defensiva,

EL ERROR. No suele ser habitual que un entrenador reconozca un error en su alineación e Iñaki Zurimendi lo hizo. Apostó por colocar a Ander Santamaría en el centro del campo para contar con “un equipo más armado” pero no le salió bien. El colectivo no funcionó y, de hecho, fue durante el tiempo que duró la maniobra cuando llegó el gol decisivo. Eso sí, también considera que tras el descanso salieron bien las correcciones realizadas y sus hombres se hicieron merecedores de puntuar, pero cada paso en falso penaliza mucho cuando uno se juega tanto. “No podemos cometer ni el más mínimo error”, recuerda el técnico vizcaíno.

Ahora hay que mirar para adelante y lo malo es que el Laredo cuenta con un calendario complicado, ya que tiene que jugar ante varios equipos de la zona alta. De primeras, le toca enfrentarse a tres filiales, que a estas alturas de campeonato es cuando suelen dar lo mejor de sí. Tras recibir al Valladolid, deberán medirse al del Oviedo y al del Racing. Después, toca jugar contra Marino de Luanco, Compostela, Burgos Promesas y Ourense, que ahora mismo es quien ocupa la preciada décimo tercera plaza. A buen seguro que el Charles firmaría jugársela con el conjunto gallego ese día. Para eso, antes hay que remar mucho.

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