20.04.2024 |
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A Juergen le gusta lo que ve

El centrocampista colombiano reconoce que apostó por el RAcing por «el proyecto futbolístico» que tiene y por la confianza que le mostraron Fernández Romo y Martija

nfirmado que se mantiene.

«Se ve lo que se veía el año pasado. Creo que hay un gran bloque de jugadores que ya se conocen y que compartieron juntos durante todo un año un éxito. Y todo eso hace las cosas muchísimo más fácil para los que llegamos nuevos», explica el nuevo jugador verdiblanco. Desde la distancia, en el Deportivo veían que el Racing contaba con «una piña, un grupo de amigos, de jugadores con ilusión, con hambre y con ambición» que se mantiene. Y él está encantado con subirse a ese carro porque tiene todos esos ingredientes que considera necesarios «para cumplir los objetivos y dejar la vida por el club».

No se han cumplido ni siquiera las dos semanas de entrenamiento diario pero el equipo ya ha sumado un partido amistoso a sus espaldas. Y las primeras sensaciones también son buenas desde ese punto de vista específicamente deportivo. Se ha sentido «cómodo y contento con lo que intenta plasmar el míster». De partida, él mismo ya advierte de que es un futbolista que se puede «desempeñar en cualquier parte del centro del campo», por lo que le toca ahora adivinar qué le va a pedir el entrenador y dónde puede encajar él una vez que conozca bien a sus nuevos compañeros y también el sistema que quiera utilizar Guillermo Fernández Romo.

Como Juergen conoce bien el Racing, seguramente sepa que el 4-2-3-1 es prácticamente innegociable para su nuevo entrenador. Apenas lo varió el pasado año. Aún así, cuando se estrenó con la camiseta verdiblanca el pasado viernes en Guarnizo, con él en el campo pareció el equipo estar jugando más con un 4-3-3 o un 4-1-4-1. Él no se ciñe a nada de partida y, por encima de todo, vende su polivalencia y su capacidad para adaptase «a cualquier posición que requiera el míster en cada momento para poder aportar» su particular granito de arena. Lo que sí tiene claro es que el técnico madrileño va a disponer de «una plantilla súper amplia» y que los futbolistas «se acoplarán» a lo que sea.

Asume Juergen que en Guarnizo jugó «por delante del doble pivote» pero, aún así, también destaca que Fernández Romo le dio «libertad para bajar e intentar asociarnos en función de las diferentes situaciones que se vayan dando». Comparte el futbolista colombiano esa teoría que trasladan muchos entrenadores para restar importancia al dibujo que se utiliza sobre el terreno de juego. Así, considera que, más que hablar de «posiciones definidas» por parte de cada jugador, hay que hacerlo de «ocupar espacios». «Lo intentamos poner en práctica y el equipo se ha ido adaptando y acoplando a ello», resalta.

Con Fernández Romo apenas ha podido hablar demasiado pero él ya sabe que le pide «soltura, libertad y llegada de segunda línea para intentar aportar más a la determinación en ese último tercio». Al técnico madrileño le gusta su movilidad y la capacidad de aparecer para, «más allá de las asistencias, aprovechar el golpeo y, por qué no, sumar también en el registro de goles». El jugador americano se ofrece voluntario para explotar también esa virtud suya y al Racing sólo le queda aprovecharlo.

Juergen conoce la Segunda División tras haber jugado en la Ponferradina. También era un recién ascendido que quería mantenerse en la categoría. Tras su experiencia, considera que se trata de una competición «igualada en el que el día a día y vivir el partido a partido realmente marca el camino». Cree que ni el Racing ni ellos mismos como deportistas han de volverse «locos», sino afrontar cada jornada como si no hubiera otra porque será la propia liga la que «te va a ir marcando el ca

Juergen, ayer en su presentación. / REAL RACING CLUB
Juergen, ayer en su presentación. / REAL RACING CLUB
A Juergen le gusta lo que ve
Juergen es un joven de aún 23 años pero tiene ya una trayectoria a tener en cuenta, con 41 partidos en Segunda División en sus piernas y más de ochenta en la categoría de bronce, ya se llamara Segunda B o Primera RFEF. El pasado curso fue de los más destacados de un Deportivo que hizo lo posible para que siguiera en sus filas, pero no pudo con el poder de atracción del Racing, que se lo ha llevado. Dice el centrocampista que, aunque es obvio que el «saltito y el paso adelante» que supone el fichaje respecto a la categoría se refiere ha sido importante, por encima de todo ha valorado «el proyecto futbolístico, el grupo humano que sabía que había y la confianza» que le transmitieron tanto Fernández Romo como Mikel Martija cuando habló con ellos «en el proceso de negociación». Esto último confiesa que tuvo «un peso enorme» a la hora de apostar por vestir de verdiblanco.

El futbolista colombiano sabe bien a dónde llega no sólo porque acumula una importante carrera en el fútbol español defendiendo los intereses del Marbella, la Ponferradina o el Deportivo, sino porque el curso pasado, en el seno de este último equipo, tuvo al Racing como enemigo número uno. Parecía que ambos conjuntos iban a mantener una apretada pugna por el campeonato pero, en verdad, ésta no se dio, ya que los hombres pilotados por Fernández Romo pasaron de estar a siete puntos de su rival gallego a tener otros tantos de ventaja en apenas un mes. Pusieron el intermitente y le pasaron mientras el Dépor esperaba a la grúa. Durante todo ese tiempo en el que desde Riazor miraban con lupa lo que sucedía en La Albericia, ya intuía que ahí dentro existía algo que en las últimas semanas ha confirmado que se mantiene.

«Se ve lo que se veía el año pasado. Creo que hay un gran bloque de jugadores que ya se conocen y que compartieron juntos durante todo un año un éxito. Y todo eso hace las cosas muchísimo más fácil para los que llegamos nuevos», explica el nuevo jugador verdiblanco. Desde la distancia, en el Deportivo veían que el Racing contaba con «una piña, un grupo de amigos, de jugadores con ilusión, con hambre y con ambición» que se mantiene. Y él está encantado con subirse a ese carro porque tiene todos esos ingredientes que considera necesarios «para cumplir los objetivos y dejar la vida por el club».

No se han cumplido ni siquiera las dos semanas de entrenamiento diario pero el equipo ya ha sumado un partido amistoso a sus espaldas. Y las primeras sensaciones también son buenas desde ese punto de vista específicamente deportivo. Se ha sentido «cómodo y contento con lo que intenta plasmar el míster». De partida, él mismo ya advierte de que es un futbolista que se puede «desempeñar en cualquier parte del centro del campo», por lo que le toca ahora adivinar qué le va a pedir el entrenador y dónde puede encajar él una vez que conozca bien a sus nuevos compañeros y también el sistema que quiera utilizar Guillermo Fernández Romo.

Como Juergen conoce bien el Racing, seguramente sepa que el 4-2-3-1 es prácticamente innegociable para su nuevo entrenador. Apenas lo varió el pasado año. Aún así, cuando se estrenó con la camiseta verdiblanca el pasado viernes en Guarnizo, con él en el campo pareció el equipo estar jugando más con un 4-3-3 o un 4-1-4-1. Él no se ciñe a nada de partida y, por encima de todo, vende su polivalencia y su capacidad para adaptase «a cualquier posición que requiera el míster en cada momento para poder aportar» su particular granito de arena. Lo que sí tiene claro es que el técnico madrileño va a disponer de «una plantilla súper amplia» y que los futbolistas «se acoplarán» a lo que sea.

Asume Juergen que en Guarnizo jugó «por delante del doble pivote» pero, aún así, también destaca que Fernández Romo le dio «libertad para bajar e intentar asociarnos en función de las diferentes situaciones que se vayan dando». Comparte el futbolista colombiano esa teoría que trasladan muchos entrenadores para restar importancia al dibujo que se utiliza sobre el terreno de juego. Así, considera que, más que hablar de «posiciones definidas» por parte de cada jugador, hay que hacerlo de «ocupar espacios». «Lo intentamos poner en práctica y el equipo se ha ido adaptando y acoplando a ello», resalta.

Con Fernández Romo apenas ha podido hablar demasiado pero él ya sabe que le pide «soltura, libertad y llegada de segunda línea para intentar aportar más a la determinación en ese último tercio». Al técnico madrileño le gusta su movilidad y la capacidad de aparecer para, «más allá de las asistencias, aprovechar el golpeo y, por qué no, sumar también en el registro de goles». El jugador americano se ofrece voluntario para explotar también esa virtud suya y al Racing sólo le queda aprovecharlo.

Juergen conoce la Segunda División tras haber jugado en la Ponferradina. También era un recién ascendido que quería mantenerse en la categoría. Tras su experiencia, considera que se trata de una competición «igualada en el que el día a día y vivir el partido a partido realmente marca el camino». Cree que ni el Racing ni ellos mismos como deportistas han de volverse «locos», sino afrontar cada jornada como si no hubiera otra porque será la propia liga la que «te va a ir marcando el camino a medida que vas consiguiendo resultados». De partida, sostiene que el conjunto cántabro cuenta con una plantilla «joven pero en la que la gran mayoría ha estado en Segunda División y sabe lo que supone». Mira a su alrededor y le gusta lo que ve: «Este equipo va a ser capaz de lograr lo que se proponga».

Destaca Juergen lo que, precisamente, Mikel Martija siempre repite que ha salido a buscar al mercado, que no es otra cosa que «esa competitiva, esa hambre y esa ambición que ya demostró el Racing la temporada pasada». Buena parte de los protagonistas de aquella bonita historia continúan, de ahí que el centrocampista colombiano muestre su confianza en que, «con el bloque ya hecho y la mentalidad, seguro que llegarán los resultados y conseguiremos los objetivos que todos queremos».

Antes de que comience lo bueno, falta completar la pretemporada, el tramo del año que, como reconoce Juergen, «más difícil» es para los futbolistas, ya que hay «una carga física bastante alta». A él le parece importante porque «tanto en Segunda como en todas las categorías, lo físico marca la diferencia». Hay que llegar bien al principio pero también a la recta final del curso, y eso se siembra en verano. Asume el jugador americano que en estas fechas «las piernas no irán todo lo bien que uno quisiera, pero es necesario para sostener toda la temporada». De ahí que entienda que sea «tiempo de cargar, de sumar minutos, de sumar cargas y entrenamientos a doble sesión porque la importancia de la parte física a la hora de afrontar la competición es bastante alta».

A Juergen le gusta lo que ve
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