El Laredo quería a Goñi, Goñi quería jugar en el Laredo y al Racing le parecía una buena idea la cesión. Por lo tanto, todas las partes parecían destinadas a entenderse antes o después. Y el día elegido fue ayer. Los dos clubes y el futbolista coincidieron en un mismo punto a media tarde, por lo que el central cántabro ya no estará hoy a las órdenes de Javi Rozada, sino que se pondrá a disposición de Manu Calleja para iniciar un camino durante el cual querrá demostrar que es un futbolista ya hecho con capacidad para jugar en el primer equipo racinguista.

El interés del club pejino viene de lejos pero la operación se intensificó la semana pasada, después de que la dirección deportiva del Racing realizara el gran corte y eligiera a los seis meritorios que se convertirían en jugadores del primer equipo a todos los efectos. Y entre los elegidos no estaba MIguel Goñi. De hecho, a éste le dieron a elegir, al igual que a Juan Gutiérrez, entre quedarse en el Rayo Cantabria o salir cedido a un club de Segunda B. El central santanderino entendía que su etapa en el segundo equipo verdiblanco ya estaba acabada y que era hora de probar en una categoría superior, por lo que desde un principio eligió el camino de la cesión. Y ahí quien mejor colocado estaba era el Laredo.

Hoy hace siete días se iniciaron las negociaciones entre los directores deportivos de ambos clubes y, aunque todos estaban de acuerdo en que era una buena idea que Goñi jugara en el Laredo, el problema era económico. El club pejino trasladó al Racing que, para él, era imposible cubrir al completo la ficha del central, que era la intención de la entidad santanderina. Sin embargo, al final todas las partes se han encontrado en un mismo punto y han alcanzado un acuerdo. El Racing lo ha puesto fácil y ha aceptado hacerse cargo de parte de los emolumentos del futbolista, que antes de partir hacia el proyecto rojillo incluso ha renovado su contrato con el verdiblanco. Esto quiere decir que la dirección deportiva sigue manteniendo una gran confianza en lo que el jugador pueda aportar en el futuro. Para el presente, entendía que no era una buena idea que se quedara a las órdenes de Rozada porque no iba a contar con demasiados minutos y lo que necesita ahora es jugar muchos, sentirse importante en un proyecto y por fin demostrar toda su valía.

Los objetivos del Laredo no se acaban con Miguel Goñi, ya que espera pescar aún más de los descartes del Racing. De hecho, entre sus sueños húmedos estaba llevar de vuelta a Mantilla y a Simón Luca e incluso hacerse cargo también de la cesión de Saúl García. Sin embargo, todas estas operaciones están más que complicadas, incluso imposibles. El primero de ellos es ya un jugador del primer equipo porque fue de los que pasó el corte dado a conocer la semana pasada. El segundo de ellos no lo hizo pero la intención de la dirección deportiva es mantenerlo cerca por si le hace falta en un momento dado a Javi Rozada y para participar de un Rayo Cantabria que confían que sea potente para saltar de categoría el próximo curso. En cuanto al último de ellos, lo más previsible es que salga cedido porque apenas ha podido demostrar nada durante la pretemporada al acumular dos lesiones. El Laredo y el Portugalete son los que más insistentemente han preguntado por él y parece tener ventaja este último, al frente del cual está Ezequiel Loza.

Se va Miguel Goñi por un año del Racing tras doce temporadas consecutivas siendo un habitual de La Albericia y vistiendo los colores verdiblancos. Entró con sólo diez años para formar parte del alevín B y, a partir de ahí, ha ido dando todos los pasos sin saltarse ni uno. A sus 22 años, era la hora de dar el salto y por eso ha completado la pretemporada con el primer equipo. Lo hizo después de ser de los tres jugadores del filial que por fin, cuando ya estaba todo perdido y salió gratis, debutó la campaña pasada a las órdenes de José Luis Oltra. Lo hizo en el partido ante el Huesca en El Sardinero transmitiendo buena sensaciones. No fue el debut soñado por estar la grada vacía y el equipo descendido, pero a buen seguro que no lo olvidará.

Su pretemporada a las órdenes de Javi Rozada ha sido buena, sin perderse ni una sola sesión y cumpliendo bien en los amistosos. Además, no siempre ha podido jugar en su puesto natural porque el debut ante la Real Sociedad B incluso tuvo que hacerlo en el lateral derecho. Aún así, allí demostró su solvencia salvando la papeleta con dignidad y yéndose incluso al ataque cuando lo pidió el guión. Se trata de un defensor duro y rápido con el que, aún así, la dirección deportiva estimó que no debía estar en el primer equipo en el presente curso. Antes ha de hacer una ‘mili’ en el Laredo, un destino que a él le permitirá no tener que irse lejos, quedarse en casa, arropado por los suyos y muy cerca del Racing, que podrá hacerle sentir parte del proyecto. Coincidirá a las órdenes de Manu Calleja con jugadores que conoce y llegará con ganas de demostrar que tiene nivel para dar la talla en Segunda B.