La Gimnástica de Torrelavega vuelve a respirar con alivio tras una victoria crucial ante el colista en un partido lleno de emociones y giros inesperados. Desde el pitido inicial, los torrelaveguenses mostraron su determinación y dominio en el terreno de juego, ejerciendo una presión constante sobre el conjunto rival.

El encuentro se puso de cara para los intereses de la Gimnástica desde temprano, cuando en la primera parte lograron plasmar su superioridad en el marcador. Fue en el minuto 48 cuando Unai Hernández rompió el equilibrio con un gol que llenó de júbilo a la afición visitante, colocando el 0-1 a favor de los cántabros al llegar al descanso.

La segunda mitad continuó bajo el dominio de la Gimnástica, que no cesaba en su intento por ampliar la ventaja. En el minuto 61, una excelente jugada colectiva culminó con un remate certero de Alberto Gómez, quien elevó el marcador a 0-2, sumiendo al estadio en un silencio tenso.

Pero la Gimnástica no estaba satisfecha y seguía buscando aumentar su ventaja. En el minuto 74, Saúl García se reencontró con el gol tras una brillante combinación de pases, dejando el marcador en un contundente 0-3 a favor de los visitantes.

Sin embargo, la complacencia fue castigada por los errores defensivos. Arandina aprovechó las grietas en la zaga visitante y logró recortar distancias. Primero, en el minuto 81, Serrano se impuso en un saque de esquina para marcar el 1-3, despertando la esperanza en los seguidores locales. Y apenas unos minutos después, en el 84, Manzano conectó un remate imparable que hizo temblar las redes, acercando aún más a Arandina con el 2-3.

Con el tiempo agonizando y la tensión en su punto más álgido, un penalti en el tiempo añadido a favor de Arandina amenazaba con frustrar los esfuerzos de la Gimnástica. La mano de Goñi dentro del área generó un silencio sepulcral en el estadio, pero la figura de Dani Sotres emergió como un muro infranqueable, deteniendo el disparo y asegurando así los tres puntos para Torrelavega.

La victoria supuso un respiro para la Gimnástica de Torrelavega, que veía cómo sus aspiraciones en la tabla cobraban nuevo impulso. Por otro lado, Arandina queda con la amargura de una derrota que estuvo a punto de convertirse en gesta. Sin duda, un partido para el recuerdo que dejó a ambos equipos con emociones encontradas.