El conjunto local, entrenado por Jaime Álvarez, aprovechó un penalti cometido por Miguel Gándara cuando apenas se llevaban cinco minutos de partido y amplió su renta pocos minutos después con un tanto de Miguel Cuesta, una muestra de eficiencia que fue suficiente para bloquear a la Gimnástica casi hasta el descanso. Ni siquiera jugar con uno más casi toda la segunda parte hizo más efectivo al equipo blanquiazul, que se estrelló sistemáticamente contra el oficio del filial carbayón y contra un Marco muy seguro bajo los palos. El 2-1 de la primera vuelta se queda corto para los jugadores entrenados por Sergio Fernández, que pierden el golaveraje particular y se quedan décimos, con solo dos puntos de ventaja sobre el Vetusta y a una victoria de los puestos de playoff.

El partido arrancó de la peor manera para los intereses del conjunto cántabro, que vio cómo Miguel Gándara llegaba tarde en una de las primeras acciones dentro del área y golpeaba en la pierna a Mascarenhas cuando este ya había desplazado el balón. El delantero portugués materializó la pena máxima y el Vetusta aprovechó el arreón para marcar el 2-0 solo diez minutos después, en una gran acción culminada por Miguel Cuesta.

La respuesta del equipo dirigido por Sergio Fernández pasó por buscar el juego directo con Tobar, pero era el Vetusta el que seguía llegando a portería rival. Dani Álvarez evitó el tercero de la escuadra local tras un gran remate de René, y en la siguiente acción Álex Basurto asistió a Somavilla en la ocasión más clara de la primera mitad. Solo el travesaño logró evitar el primer tanto visitante.

Tras el paso por vestuarios, una entrada a destiempo y en campo rival de Enol, dejó al conjunto ovetense en inferioridad cuando quedaba aún toda la segunda mitad por disputarse. El Vetusta tiró entonces de oficio y la Gimnástica, que enfocó los cambios a mejorar la presencia en área rival, acabó desesperada al no encontrar manera de hacer daño a su oponente. Sobre todo un Álex Basurto que fue de lo más destacado en ataque, pero que se topó primero con el poste, y más tarde con Marco, que detuvo su disparo a bocajarro en el área pequeña, dejando el triunfo y el golaveraje particular en El Requexón.