El confinamiento de los jugadores del Racing está llegando a su fin. Hoy vivirá sus últimas horas porque, si no hay imprevisto alguno de última hora y no aparecen síntomas en algún futbolista, todos podrán empezar a salir a la calle mañana y, probablemente, también realizar un primer entrenamiento para volver a tener contacto con el balón, que es algo de lo que tienen ganas. Lo cierto es que los jugadores verdiblancos comenzaron esta situación de enclaustramiento con una cierta inquietud pero, como recuerda Diego Ceballos, uno de los jugadores del equipo más en forma al menos antes de afrontar este nuevo parón, están «mucho más tranquilos» una vez que pasaron la PCR  y supieron que todos habían dado negativo. «De esta forma, se te quita la incertidumbre sobre si tú también podías tener el virus y contagiar a la familia», reconoce el lateral derecho cántabro en unas declaraciones distribuidas por el propio club.

El canterano afirma que durante toda esta larga semana han mantenido un contacto constante con Jon Ander, que incluso se sumó a los entrenamientos a mitad de semana, y lo que les transmite es que, «afortunadamente, se encuentra ya mejor». «Tuvo algún síntoma leve pero parece que ya está bien y esperemos que pueda entrenar con todos lo antes posible», destaca el zaguero verdiblanco, que confía en mantener la buena dinámica que tenía cuando vuelva la competición después de un segundo parón consecutivo que llegará poco antes de otro más que se dará por las fiestas navideñas.

El objetivo es mantener el buen tono físico adquirido durante meses de trabajo y, en ese sentido, Ceballos afirma que los entrenamientos planteados por el preparador físico y el recuperador los están llevando «bastante bien». «Estamos entrenando todos los días por la mañana y tres veces por la tarde», precisa el lateral derecho cántabro. Reconoce que son sesiones «bastante duras» pero también entiende que, «al final, es lo que toca para no perder el ritmo durante estos diez días confinados».

Confiesa el jugador santanderino que están todos con «muchas ganas de volver a La Albericia y de volver a estar todos juntos otra vez». Y es que, más allá de las tablas de ejercicios que ordenen por vídeoconferencia, de lo que tienen ganas los futbolistas es de «volver a jugar a fútbol» porque, en el fondo, es lo que más les gusta. Quieren volver a tener contacto con el balón y comprobar que no han perdido su relación con él.

Es importante presentar un buen estado de forma porque, como recuerda Diego Ceballos, en seguida se van a encontrar con «un calendario exigente con muchos partidos». No sólo eso, sino que, además, serán encuentros muy exigentes y, para empezar, dos a domicilio ante dos equipos incómodos y en territorios extraños de los que no se le están dando nada bien al Racing. «Yo creo que tenemos que enfocar esto que se nos viene como hemos hecho hasta ahora, que es trabajando diariamente y sabiendo que los rivales nos van a exigir nuestra mejor versión para sacar los partidos adelante», subraya el zaguero verdiblanco. De hecho, en los aún seis únicos partidos que han podido jugar, ya se han encontrado con las dificultades propias de esta categoría y de este grupo tanto en Laredo como en Leioa. Están advertidos de sobra de los peligros que hay más allá de Los Campos de Sport.

Ahora, una vez que afronta ya el tramo final del confinamiento, Diego Ceballos reconoce que durante estos días ha tenido tiempo para, sobre todo, «entrenar, descansar, hablar con amigos y estar con la familia». En principio, mañana mismo volverá la rutina y, en seguida, la vorágine de la competición, que en este año tan extraño pasa constantemente de parar a traer un buen número de compromisos consecutivos.