25.04.2024 |
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Las dos finales, sin Bustos

El futbolista asturiano sufre una rotura de fibras de grado uno y no podrá jugar ni el domingo contra el Arenas ni, seguramente, tampoco en Amorebieta, por lo que la primera fase de la liga se abría acabado para él

Bustos se dejó ver en el entrenamiento de ayer pero sólo para seguir el mismo desde el banquillo. / hardy
Bustos se dejó ver en el entrenamiento de ayer pero sólo para seguir el mismo desde el banquillo. / hardy
Las dos finales, sin Bustos

Al Racing le quedan dos partidos que pueden marcar toda la temporada para acabar la primera fase. Son dos finales en las que no se puede dejar ni un solo punto y que ha de ganar para mantener vivo el sueño del ascenso. Si no es capaz de sumar seis de seis, tendrá que pasar página y saltar al segundo capítulo de la temporada con el único objetivo de clasificarse para la Primera RFEF que se estrenará el próximo curso. Sabría a poco. Eso es lo mínimo que se le puede exigir a un presupuesto en plantilla de más de dos millones de euros. Por eso no es negociable no quedarse con todo el botín que se pondrá en juego contra el Arenas primero y contra el Amorebieta después. Serán dos partidos decisivos y el conjunto cántabro deberá afrontarlos sin uno de sus jugadores más importantes.

Álvaro Bustos no podrá ser de la partida ni este próximo domingo ni al siguiente. Quizá podría llegar a estar convocado para jugar unos minutos en Urritxe si su lesión evolucionara de manera ideal, pero sonaría precipitado. Al futbolista asturiano le han detectado una rotura de fibras de grado uno en el bíceps femoral de su pierna derecha y eso, en condiciones normales, obliga a un periodo de convalecencia de entre dos y tres semanas. Por lo tanto, para cuando reciba el alta, la primera fase ya será historia y el equipo estará preparando el inicio de la segunda, en la que espera jugar por el ascenso. Para eso tocará ganar sin Bustos al Arenas y al Amorebieta.

El extremo izquierdo verdiblanco se lesionó en la recta final del primer tiempo del partido del pasado sábado en Irún. De pronto, se echó al suelo al notar que la zona posterior del muslo le daba un fuerte aviso. Tenía claro que no podía continuar y pidió el cambio. En su puesto entró Traver, que llevaba calentando algo más de diez minutos porque a Solabarrieta no le estaba gustando el partido de Patrik Soko. Éste, finalmente, se tuvo que quedar en el terreno de juego al no contar el equipo con más extremos y acabó siendo quizá el mejor de la segunda parte anotando un gol y generando peligro en sus contragolpes.

Bustos se sometió el lunes a la resonancia magnética que debía definir el alcance de su lesión y el resultado lo recibió en la mañana de ayer. Confiaba en que todo se quedara en una contractura que, por lo menos, le permitir volver a la rutina tras una semana al margen, pero es probable que haya que ser más precavido. Lo malo es que será ya el tercer contratiempo que sufra el jugador asturiano esta temporada. Tanto es así, que el mismo músculo que se ha lesionado ahora ya lo tuvo lesionado a principios de curso.

Fue en el partido de Lezama cuando Álvaro Bustos también se rompió el bíceps femoral de su pierna derecha. Aquel día, la rotura fue incluso un poco mayor porque fue, según el diagnóstico médico, de grado uno - dos. Sin embargo, sólo se perdió un partido, pero fue gracias a los caprichos de la pandemia y del calendario, ya que seguidamente llegó esa fase en la que tuvo que estar parado primero por un positivo del Leioa y luego porque le tocaba descansar al equipo. Con todo, él apenas estuvo diez días alejado de la rutina del grupo, lo que quiere decir que recupera fácil. No todos lo hacen igual y el asturiano ha confirmado que es de los rápidos. Queda por ver qué sucede ahora.

Mientras, Solabarrieta tendrá que preparar estos dos partidos que quedan de la primera fase sin el extremo asturiano, que es un jugador importante para el equipo. Lo fue primero para Javi Rozada y lo es ahora para su sustituto. De hecho, ha sido titular siempre que ha estado disponible. Nunca ha comenzado un partido en el banquillo, ya sea actuando como lateral o carrilero o como extremo, que es donde más ha brillado porque, de hecho, es el puesto en el que siempre ha jugado. Venía mostrando un gran estado de forma pero ahora va a tener que parar y su entrenador buscar un sustituto, algo que, por otro lado, tiene fácil.

Tan importante es Bustos en los esquemas verdiblancos que es el tercer futbolista que más minutos ha jugado de la plantilla con 1.240. Sólo le superan Diego Ceballos (1.445) y Óscar Gil (1.289). El extremo verdiblanco sólo se ha perdido los partidos en los que ha estado en la enfermería. Y ahora volverá a la misma. Y pocas dudas hay de que su puesto lo ocupará el mismo futbolista que salió a jugar en Irún cuando el gijonés tuvo que pedir el cambio, que fue Álvaro Traver. Éste incluso tuvo buenos minutos y resultó clave en los dos goles que marcaría el equipo cántabro en el arranque del segundo tiempo que resultaron fundamentales para mantener al equipo con vida.

La otra alternativa que podría tener Aritz Solabarrieta es la de Marco Camus, pero el canterano no está teniendo la temporada que esperaba y con la que soñaba el verano pasado. No ha tenido suerte con las lesiones y, por ejemplo, esta oportunidad que se le podía abrir por la entrada en la enfermería de Bustos le va a coger saliendo de su propia rotura de fibras, que le ha mantenido fuera de la rutina durante todo un mes. Ayer parecía que podría volver a estar con todos pero, finalmente, se ejercitó en solitario con el recuperador, por lo que aún no está listo. Bueno sería recuperar a tiempo de aportar la mejor versión del santanderino, aquella que se presentó en sociedad en la recta final del curso pasado, cuando por fin se le abrieron las puertas del primer equipo, y en la pasada pretemporada, cuando todo apuntaba a que iba a ser uno de los nombres propios del Racing en el presente curso. 

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