La gran noticia del último día de mercado no fue un fichaje, sino un despido. El Racing comunicó a Jordi Figueras a falta de unas horas para que se cerrara la ventanilla que no contaba con él, que le iba a pagar lo que le quedaba de contrato pero que no volviera por La Albericia. El catalán recibió la noticia de mala manera no porque los responsables de armar el proyecto deportivo consideraran que no tenía sitio en el equipo, sino por decírselo a última hora y con buena parte de las plantillas ya cerradas. Más aún, cuando la decisión ni siquiera fue provocada por la contratación a última hora de un central que necesitara una ficha libre, ya que el club sigue buscando un sustituto. Esto quiere decir que se le pudo haber despedido el veinte de enero de igual manera que lo terminó haciendo el 1 de febrero.

El día después de lo sucedido, Figueras pasó por varias emisoras de radio y, a su vez, se despidió con una emotiva carta difundida por sus cuentas de redes sociales, desde donde le llegaron las múltiples muestras de apoyo de los aficionados racinguistas. En una extensa entrevista en Tiro al Arco, de Arco FM, el exdefensor verdiblanco aseguró marcharse «decepcionado con Amorrortu y Pedro Menéndez, no con el club». «Estoy tocado y dolido, pero no queda otra que seguir adelante y centrarse en el nuevo reto que llegue cuando toque», afirmó. Apenas unos minutos después de conocerse la decisión del Racing de no contar más con él le llegó una oferta de interés a la que aún no ha respondido porque antes ha de reordenar su vida y saber lo que quiere hacer, ya que tiene a su familia aquí y realizar el cambio de vivienda, con los retoños escolarizados en Cantabria y demás, supone un problema añadido.

Desde el principio no hubo una buena sintonía entre Figueras y Amorrortu, ya que el central tuvo ofertas interesantes, incluso de superior categoría, para haber abandonado el Racing en verano y él, que en todo momento priorizó continuar en Santander, intentó, junto a su representante, alargar alguna temporada más el contrato que le unía al club verdiblanco hasta el próximo treinta de junio. Ofreció una renovación «de un año más por objetivos individuales o colectivos», pero se le «negó desde el primer momento». «Amorrotu no quería hacer contratos más largos a los veteranos», recordó el catalán. En ese sentido, también hubo algún encontronazo con Cejudo, pero ambos recondujeron la situación y se centraron porque la decisión de la dirección deportiva era «respetable» y poco podían decir.

Resarcirse. «Lo único que quería era resarcirme del mal año anterior», apuntó Figueras. Éste, visiblemente molesto con Amorrortu y Menéndez, no se cortó ayer a la hora de achacarles a ambos una cierta falta de ambición. «Nunca les oí hablar de ascenso. No se ha trasladado públicamente esa ambición y eso pudo afectar, ya que el vestuario siempre tuvo las ganas de poder subir», explicó. El defensor entiende que no ha rendido a su mejor nivel y que, en el fondo, se podía oler lo que le acabó sucediendo. Lo que sucede es que pasaban los días, nadie le comunicó nada y todo pasó, de pronto, el último día de mercado: «He visto cosas raras, claro. Ya me ha tocado vivir situaciones de este tipo y por eso no me ha pillado del todo por sorpresa, pero no lo veía factible. Que se haya hecho de esta manera...»

Figueras ha recibido en seguida el apoyo de sus compañeros. Admitió que se lo habían tomado mal porque les unía una buena relación. «Hay formas y formas y no se lo esperaban», apuntó. «Siempre he acatado las decisiones que se han tomado sin decir ni una palabra, he sido y soy un profesional al que le gusta trabajar en el día a día y por eso no me parece justo hacer las cosas así», recalcó el defensor ilerdense. Se va Figueras tras dos temporadas y media con un ascenso y un descenso. Obviamente, tiene claro que el mejor fue el primer año pero va más allá, ya que aseguró que fue «el mejor» de su carrera deportiva «por el ambiente que se generó desde el primer día». Lo que tiene claro es que se va con la conciencia muy tranquila por haber dado todo de sí en todo momento, Reconoció que el tema contractual le había afectado en pretemporada pero que, una vez que se inició el campeonato, ya tuvo todos los sentidos en el equipo.