«No hay excusa que valga»
Solabarrieta cree que los jugadores que han estado confinados han vuelto en un buen estado físico | Asegura que quienes no lo han estado no parten con ventaja para estar en el once | Si nos ganan, se enganchan otra vez», avisa
La situación da pie a ser utilizada como excusa, pero también puede servir para valorar lo que de verdad importa. «Después de esto que pasó la semana pasada, a veces se olvida lo importante, que es que Pablo (Andrade), su mujer y Nico (Santos, el jugador del Rayo que también dio positivo) están bien porque, al final, son las personas que peor lo han pasado». Lo quiso poner en valor Aritz Solabarrieta al inicio de su comparecencia ante los medios previa al desplazamiento a Zaragoza, donde el Racing jugará mañana contra el Ebro. Es cierto que el equipo lo hará mermado pero el técnico verdiblanco se adelantó a restar trascendencia y dramatismo a la situación. No ha sido para tanto, vino a decir.
«Algunos estuvimos un par de días confinados mientras que otros estuvieron diez días. Y es verdad que es algo que no le gusta a nadie, pero también somos conscientes de la realidad que estamos viviendo y de que lo importante es que los que han pasado la enfermedad estén bien», explicó el entrenador del Racing. Como recordó, su día a día se ha visto alterado desde que se detectó el primer positivo y a los diez jugadores que se libraron del encierro les tocó completar entrenamientos extraños, pero se queda con que desde el jueves ya están «preparando al máximo el partido contra el Ebro, en el cual no habrá ninguna excusa que valga para afrontarlo al cien por cien».
Durante esos diez días en los que la plantilla quedó dividida en dos entre los confinados y los no confinados, Solabarrieta renunció a realizar trabajo táctico. No lo hizo con los únicos diez jugadores que tenía a mano porque resultaban a todas luces insuficientes. Tampoco fue por esa dirección con quienes estaban en casa, algo que podía haber hecho para adelantar trabajo con vistas al envite contra el Ebro. En su opinión, lo que había que hacer con los confinados era no agobiarles más de la cuenta. «A veces, el trabajo mental es casi lo más importante en estos confinamientos. Al final, lo vivimos todos el año pasado y ya sabemos lo duro que se puede llegar a hacer, así que hay que intentar mantener la mente despejada», explicó el técnico vasco. Además, éste recuerda que su equipo está formando por futbolistas profesionales, que se cuidan y que conocen el oficio, por lo que entendía que los tres días que ha tenido para trabajar con todo el grupo es «tiempo de sobra para preparar el partido».
Es innegable que el Ebro afrontará el encuentro en mejores condiciones porque no ha estado tan condicionado en las dos semanas previas, pero Solabarrieta tiene claro que no se va a «quejar cuando hay gente que ha estado enferma y confinada» y él ha sido de los que ha tenido «la suerte de poder estar entrenando». Las circunstancias han venido así, todos los equipos sabían desde un principio que iba a ser una temporada marcada por la pandemia y, por ejemplo, el Racing ya salió claramente beneficiado cuando le tocó visitar Amorebieta porque en aquella ocasión había sido el equipo vizcaíno el que había ido a rastras durante casi quince días. «Hay que amoldarse a lo que llega y a lo que viene y es lo que vamos a hacer», zanjó el técnico verdiblanco.
Dejó bien claro Solabarrieta que la alineación que salga de inicio mañana en Zaragoza no estará condicionada por el confinamiento. Es decir, que no tienen más opciones quienes han podido mantener su rutina y salir de casa que los que han estado encerrados. Recordó que «todos», tanto unos como otros, «han hecho un trabajo bueno». Por eso adelantó que va a tomar las decisiones como hace «siempre, eligiendo a los jugadores que pensemos que mejor están o que pueden conseguir que el equipo esté más cerca de poder ganar».
Le cuestionaron al entrenador vizcaíno sobre la costumbre de cambiar siempre a sus delanteros, algo que, según respondió, nunca «está previsto de partida». «Es el juego el que te lleva a tomar decisiones, a veces con acierto y otras con menos acierto», añadió. Lo que ha hecho a menudo, sobre todo en sus primeros partidos como entrenador del Racing y también en las últimas semanas, es cambiar de dibujo sobre la marcha. En ese sentido, afirmó que cuenta con una «plantilla capaz de jugar de diferentes maneras porque los jugadores están capacitados para ello». «Hemos venido jugando de una forma más reconocible durante casi toda la segunda vuelta y es verdad que a veces hemos cambiado, pero ya veremos lo que hacemos el domingo (por mañana)», apuntó.
No se fía Aritz Solabarrieta de la pobre trayectoria que viene marcando el Ebro en la segunda fase. Recordó que comenzaron empatando en Laredo y que han continuado perdiendo los siguientes partidos, pero también destacó que tiene «muy buenos jugadores arriba» por mucho que no haya marcado ni un solo gol en esos tres partidos. «Son jugadores desequilibrantes, con uno de ellos actuando más de referencia y que se mueve hacia todo aquello que está a su alrededor», precisó el técnico verdiblanco. Considera que se trata de un equipo «con mucha llegada» y puso el acento también en las grandes dimensiones de su terreno de juego por mucho que sea de hierba artificial: «Es casi más grande que El Sardinero y tiene buen césped».
«Lo dije el día de Tarazona y lo repito, que se trata de equipos que van a estar peleando hasta el último día por entrar en la pro (sic)», insistió el técnico vasco. Admitió que, antes de que el balón eche a rodar, da la sensación de que el Ebro lo tiene ciertamente complicado, pero recordó que es una situación que puede cambiar drásticamente una vez termine el encuentro de mañana: «Si nos ganan, se enganchan otra vez». Y eso es lo que tiene que impedir el Racing.
Esta última afirmación tiene otra cara de la moneda, y es que una victoria verdiblanca también deja herido de muerte al equipo maño. De ahí la importancia de la cita. Con todo, recordó Solabarrieta que ni siquiera si esto último sucede habrá logrado el Racing su objetivo de manera matemática, por lo que «habría que seguir trabajando». «Nosotros vamos a hacer todo lo posible por ganar. Estamos entrenando bien y, además, la gente que viene de estar en casa está bien», explicó el entrenador verdiblanco. De este modo, mostró su habitual desapego a «dar por hechas cosas que todavía no tenemos». «Aquí las cosas cuestan. Sería un error por parte de todos, y primero por mi parte, pensar que las cosas van a pasar porque sí», subrayó. Y es que, hasta la fecha es lo que parece que está sucediendo porque, habiendo jugado un solo partido que ni siquiera fue capaz de ganar el Racing, está ahora en mejor situación clasificatoria que hace tres semanas.
Tanto ayer viernes como el jueves, primer día de entrenamiento conjunto tras el confinamiento de doce futbolistas, ha entrenado el Racing a puerta cerrada, lo cual es difícil de entender por los que se quedan al otro lado de dicha puerta. Solabarrieta dejó claro que era una decisión suya. «Hemos pasado dos semanas con mucho ruido y mucha noticia alrededor y al final creo que necesitábamos tener un poco de tranquilidad, centrarnos en nosotros, juntarnos y estar más solos», explicó. «No sé si alguien se siente molesto o no, pero son decisiones que toma el entrenador porque entiende que necesitamos estar juntos, estar solos y trabajar con calma. Y lo hago pensando simplemente en lo mejor para el equipo», concluyó.