24.04.2024 |
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«Es un fracaso absoluto, un paso atrás muy grande»

Tras el partido, Javi Rozada no tenía explicación al segundo tiempo que había completado su equipo en Mutilva

Javi Rozada, buscando soluciones desde el banquillo. / Hardy
Javi Rozada, buscando soluciones desde el banquillo. / Hardy
«Es un fracaso absoluto, un paso atrás muy grande»

Javi Rozada no quiso poner paños calientes a la derrota de su equipo ayer en Mutilva. En su opinión, la eliminación copera contra el equipo navarro era «un fracaso». Así de claro. Sin paliativos. Reconoció que les había dejado en la cuneta un rival «con pocos recursos pero que lo está haciendo en Segunda B», un equipo digno que hace bien las cosas, pero eso no reducía la gravedad de lo sucedido sobre el césped de Mutilnova. «El Racing tiene que pasar siempre esta ronda porque, además, luego sabíamos que la siguiente iba a ser en El Sadinero», recordó el técnico ovetense. Por esa razón, tiene muy claro que lo sucedido en territorio navarro «es un paso atrás muy grande». Sin medias tintas.

El técnico ovetense apareció en sala de prensa apesadumbrado y sin demasiadas respuestas a lo que acababa de suceder. Por encima de todo, no entendía qué había pasado en un segundo tiempo muy malo para el que, a pesar de ser el entrenador del equipo, no tenía explicación. «Es un fracaso absoluto, el peor segundo tiempo de toda la temporada», insistió. De ahí que, al final, se llevaran de vuelta una derrota que tampoco ha de sorprender a nadie porque, como recordó, «cuando juegas con fuego y haces ese segundo tiempo, es algo que te puede pasar». Y a los suyos les pasó.

La palabra fracaso sonó muchas veces durante la comparecencia ante los medios de Javi Rozada. Recalcó que les había dejado fuera un rival muy digno que sabe sacar máximo partido de sus virtudes pero, por encima de todo, se fijó en las carencias que habían mostrado ellos mismos como equipo para encontrarse con esa situación. Además, la derrota llegó tras no ser capaces ni de mostrar una mínima reacción tras el gol que resultó decisivo. «No hemos tenido absolutamente nada después del 1-0», lamentó el entrenador verdiblanco. Y entiende que, cuando se genera esa situación, «ya no es una cuestión de fútbol», sino que, en su opinión, es «una cuestión de orgullo y de carácter». Y dio a entender que consideraba que sus hombres habían estado lejos de mostrarla como se quedaron lejos en Leioa.

«O tenemos ese orgullo y ese carácter o, por mucho que seas el Racing, no vas a ganar el partido por el escudo», advirtió el entrenador ovetense. De ahí que demande «un compromiso máximo y un alto grado de intensidad y de concentración en todo momento». Y es que, insistió en que, por muy superiores técnicamente que sean los futbolistas que tiene a su mando, los partidos «no se ganan por el talento ni por el escudo, sino que dicho talento sólo sirve si primero se pone ese compromiso y esa concentración sin la que es imposible».

sin excusas. Y es que, ayer tuvieron la posibilidad de medirse a un equipo que forma parte del subgrupo B de su mismo grupo segundo. Es decir, de un equipo que juega regularmente contra los que el Racing se jugará, en principio, el pase definitivo a los playoff en la segunda fase. Y el balance fue preocupante. «Se dice que igual es un grupo con menos equipos poderosos, pero en esta categoría todos los equipos compiten al cien por cien en todos los partidos y ponen todos los recursos que tienen», aclaró. Así, recordó que el Mutilvera está hoy en día «en mitad de la tabla» y, además, sigue vivo en Copa del Rey. De ahí que tenga claro que todos los rivales «son competitivos y con sus cosas buenas», por lo que el Racing, por muy Racing que sea, nunca puede salir a medio gas.

No quiso el entrenador asturiano aferrarse a la excusa de haber sido el primer partido después de un confinamiento de diez días. «No me parece un agravante ni un motivo de excusa», apuntó. De hecho, recordó que «la competición es la que es» y que «estamos en una situación complicada para todos». En el presente curso, es algo que forma parte del juego y para lo que hay que estar preparado. Admitió que era cierto que venían de estar «parados» pero también recordó que el Mutilvera «venía de jugar el domingo» y que, por lo tanto, sus jugadores debían estar más frescos.

Lo sucedió ayer sobre el terreno de juego, más allá de lo inexplicable del comportamiento de los suyos en el segundo periodo, lo metió dentro de las peculiaridades de un deporte tan poco predecible a menudo. «Esto es fútbol», afirmó Rozada. Y fútbol es fútbol, podía haber añadido. «Ellos han aprovechado bien una jugada aislada para marcar un gol y, al final, es lo que vale», resaltó. Sobre todo, cuando su equipo ni siquiera había sido capaz de rematar ni un solo balón entre los tres palos. Ese único tanto en una fase del encuentro que no parecía llevar demasiado peligro le había servido al equipo navarro «para pasar de ronda» pero también recordó el ovetense que había sido un partido «con muchas fases». La primera de ellas corresponde a los primeros diez minutos, cuando el bando local «salió mejor, más metido y con más chispa». Tanto es así, que al conjunto cántabro le costó irse por vez primera más allá de la línea de medios.

Sin embargo, a partir de ese momento, Rozada percibió que su equipo comenzaba a llevar «mucho más el control enlazando acciones de fuera hacia dentro y de dentro hacia fuera». Vio que, de esta manera, se fueron instalando en campo contrario e incluso llegaban a zona de peligro, pero entonces «faltó ese último pase o esa última acción para culminar la jugada». Cree que en ese tramo del encuentro tuvieron «opciones para marcar» aunque, en verdad, el portero local no tuvo que intervenir nunca, ni en ese momento del partido ni tampoco más tarde. Y así, lógicamente, es complicado superar una ronda copera sin llegar a los penaltis.

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