18.04.2024 |
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«Para nosotros es una faena»

Rozada considera negativo parar porque el equipo estaba en una buena dinámica | Por otro lado, ve positivo recuperar a bustos y aprovechar a realizar «una mini pretemporada» para poner en plena forma a jugadores que no lo están

Rozada, Cueli y el resto del cuerpo técnico han tenido que programar una nueva pretemporada de tres semanas. / Hardy
Rozada, Cueli y el resto del cuerpo técnico han tenido que programar una nueva pretemporada de tres semanas. / Hardy
«Para nosotros es una faena»

A Javier Rozada y al resto del cuerpo técnico les ha tocado modificar sus planes. De pronto, se han encontrado con un panorama de tres semanas sin partido, algo que ven desde dos puntos de vista diferentes. Por un lado, consideran que es «una faena» porque interrumpe la buena dinámica que mantenía el equipo pero, por otro, les permite recuperar a un lesionado importante como Álvaro Bustos y poner en forma a jugadores que iban retrasados respecto a los demás. Todo tiene su lado bueno. Lo que sí transmitió ayer el técnico asturiano es un cierto pesimismo respecto a la situación sanitaria y, de hecho, considera que lo mejor sería que toda la categoría parara «dos o tres semanas» con la confianza de que, para entonces, todo mejorara.

«Parar no es lo mejor por la buena dinámica que habíamos cogido, pero, por otro lado, dentro de la gravedad de no jugar también le puede venir bien al equipo porque hay jugadores que tendrán tiempo para igualarse un poco a los demás», reconoció Rozada, que se puso a disposición de los medios una vez oficializado el aplazamiento del encuentro del sábado para valorar la situación que se había generado. Éste explicó que han programado una «mini pretemporada» que comenzó ayer con doble sesión, una tradicional por la mañana y otra de gimnasio por la tarde, y que se prolongará hasta el sábado. A partir de ahí, de lunes a viernes realizarán también una intensa semana de trabajo que culminará el último día con un amistoso que, probablemente, disputarán entre ellos para dar después descanso de tres días porque no volverían los jugadores a La Albericia hasta la tarde del lunes día 16.

«Como hay siete u ocho jugadores que están un poco por debajo de los demás porque llegaron tarde o han pasado por lesiones, haremos distintos grupos durante los entrenamientos para ir igualando cargas», explicó Rozada. Son jugadores como Villapalos, Maynau, Nana, Cedric, Soko, Balboa o incluso Marco Camus, que se perdió la segunda parte de la pretemporada por lesión. El pasado domingo reapareció pero de nuevo se marchó sobrecargado, lo que invitó al cuerpo técnico a reservarlo ayer. No estuvo con sus compañeros porque, al no haber un partido a la vuelta de la esquina, no hay ni mucho menos prisa.

Es consciente Rozada de que todo este tiempo que se le presenta por delante le permitirá también «mejorar temas tácticos y técnicos», por lo que es un parón que se puede llegar a ver con buenos ojos. Su intención era haber cerrado un amistoso con el filial de la Real Sociedad el viernes trece y así lo había negociado el propio José María Amorrortu, pero el último protocolo aprobado por el Gobierno Vasco lo prohíbe, por lo que lo más posible es que se acaben arreglando entre ellos con ayuda, si hace falta, de jugadores del Rayo Cantabria, que también están parados porque lo está toda la Tercera División cántabra.

No esconde el entrenador verdiblanco que, en su opinión, la situación tiene «muy mala pinta». «No soy optimista», confirmó. Y afirmó que incluso le había dicho a los jugadores el pasado fin de semana que había que «ganar como fuera» porque ya intuía que la competición se iba a terminar parando. De hecho, en su opinión, lo que habría que hacer era parar la maquinaria «dos o tres semanas» porque considera que si todo sigue como hasta ahora, se va alargando la situación y se acumulan los partidos aplazados, «se va a acabar rompiendo». «Es absurdo. Lo mejor es parar todos», insistió. Porque, además, entiende que el nuevo formato ha dejado «fechas disponibles» para intentar recuperar el tiempo perdido.

Parar todos. «Para nosotros es una faena porque el equipo está bien e iba a más, pero está claro que la salud es lo primero y no puedes mirar otra cosa», recalcó Rozada. Por eso mismo, él insiste en la necesidad de «parar dos o tres semanas todos e intentar volver cuando esté mejor la situación». Lo malo es que nadie puede saber cuándo va a estar mejor. Los tiempos pandémicos han enseñado la necesidad de centrase en el día a día.

Por eso ningún jugador va a poder hacer planes de Navidad, ya que lo previsible es que haya que aprovechar esas fechas para ir adelantando jornadas atrasadas. El problema es que, al estar en un subgrupo de once equipos, el parón ya es menor de por sí que en otros que son de diez. En concreto, es de sólo catorce días mientras que la gran mayoría tiene uno de 28 donde sí se puede recuperar tiempo perdido de verdad. Con todo, el entrenador del Racing ya adelanta que están «abiertos a todo» y con la certeza de que han de estar «preparados para el día a día y para lo que pueda venir». Son conscientes de que no pueden preparar nada «a largo plazo ni pensar en mesociclos, sino en microciclos cortos e ir semana a semana y día a día porque no se puede mirar más allá».

Es a lo que están condenados el Racing y el resto de equipos de la categoría. Lo que tiene claro es que deben aprender de experiencias pasadas y, por ejemplo, si llega un parón generalizado o un confinamiento similar al del pasado mes de marzo, saber «prepararlo muy bien» para, por ejemplo, reaparecer en la competición como lo hizo el Oviedo. «Tenemos que ser fuertes de cabeza porque ya sabemos que no vamos a jugar el partido del Leioa pero luego quizá tampoco podamos jugar el de Laredo», explicó. Es como conducir a ciegas y entiende que él ahí tiene una responsabilidad grande porque no tiene a su mando a una plantilla repleta de «jugadores de 33 años a los que sólo has de prepararles para competir», sino a muchos que aún están «creciendo y preparándose para afrontar varios retos».

De hecho, lo que podría suceder es que en el propio Racing se diera un positivo, para lo que advirtió Rozada de que están «preparados». Con todo, el protocolo en Cantabria parece que es diferente al del País Vasco y un positivo no encerraría al resto del plantel si el resto da negativo. «Se iría a casa para aislarse y ya está», precisó el técnico ovetense. Éste habla «mucho» con el doctor Mantecón y, en ese sentido, le tranquiliza porque éste «es optimista», ya que ve que «los jugadores son responsables y saben lo que han de hacer para minimizar riesgos». Lo malo es que nadie está libre de cogerlo.

Lo que tiene claro es que, como en cualquier momento se puede parar la liga y dibujar un montón de interrogantes, lo mejor es «estar primeros o segundos todo el rato, ya que nadie sabe lo que va a pasar». Lo que sí intuye es que, antes o después, «se va a parar a nivel general la Segunda B» hasta que el panorama se despeje. Habrá que verlo.

Lo que ya es un hecho es que el entrenador verdiblanco cuenta ahora con tres semanas para intentar mejorar aquellas cosas que menos le han gustado en los primeros compases de la temporada. Considera que el equipo ha ido «creciendo» en cada partido porque, de hecho, así lo indican las estadísticas. Sin embargo, sigue percibiendo que le cuesta «asentarse en campo contrario», algo que pretende entrenar en el día a día después de superar ampliamente el fin de semana pasado a un Alavés B que, como quiso recordar, «va a dar muchos disgustos esta temporada». Al Racing, de primeras, no se lo ha dado.

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