24.04.2024 |
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En busca de la luz

El Racing quiere poner fin a su penosa racha esta tarde en Portugalete | Solabarrieta confía en encontrar por fin el equilibrio y que el equipo vuelva a ser competitivo | Deberá lograrlo en uno de esos campos donde tanto suele sufrir

Álvaro Bustos, controlando el balón por delante del cántabro Sergio Camus, defensor del Portugalete. / Hardy
Álvaro Bustos, controlando el balón por delante del cántabro Sergio Camus, defensor del Portugalete. / Hardy
En busca de la luz

Hoy comienza la segunda vuelta de la primera fase y el Racing la va a comenzar formando parte de los cuatro últimos clasificados, que serán los que deberán jugar por bajar sólo una categoría el próximo curso en vez de dos. Un drama. Si los jugadores del equipo han sido víctimas de la presión en los últimos meses, cuando todo eran ilusiones, ni se puede imaginar la carga que llevarán encima en el caso de que tengan que jugar por no caerse por el agujero del ascensor. Por eso Alfredo Pérez, en su comparecencia del pasado jueves, no quiso ni imaginarse el escenario que supondría no clasificarse para la ‘Segunda B pro’ la próxima campaña. Y, asumiendo ya que luchar por el ascenso suena utópico, existe la tentación de pensar que un equipo como el cántabro se va a hacer con uno boleto para la misma sin demasiados problemas, pero pensar así es una trampa. Aquí nadie regala nada.

El Racing juega hoy en Portugalete tras haber sumado un solo punto de los últimos quince que ha disputado. Ninguno de los otros 101 equipos de la categoría ha escrito una racha tan mala, por lo que no está como para mirar a nadie por encima del hombro. Tanto es así, que, aunque esta tarde se vaya a superar ya el ecuador de la primera fase, si pierde contra el equipo vizcaíno va a ser adelantado por éste. Da igual que sea un recién ascendido con una cuarta parte de su presupuesto, pondrá el intermitente y comenzará a verle por el retrovisor. Así de crudas están las cosas.

Deportivamente hablando, el conjunto cántabro está en el momento más delicado de su historia. Se dice pronto. Nunca había estado en necesidad de luchar por el ascenso en Segunda B. De hecho, su peor actuación hasta la fecha fue quedarse fuera del playoff. Todo parece una ruina y quienes mueven los hilos del club decidieron no hacer nada después de perder el pasado miércoles, una vez más con una penosa imagen, su tercer partido consecutivo. Desde la llegada de Aritz Solabarrieta, el equipo no sólo no ha evolucionado respecto a lo que había sido hasta diciembre, sino que ha empeorado. Cuando parece que ha tocado fondo, aún es capaz de coger la pala y seguir cavando.

Cuando todo el mundo daba por segura la destitución del entrenador de Ondarroa, el presidente y José María Amorrortu le ratificaron en el puesto. Ambos aseguraron tener una gran confianza en él pero hoy se lo cargarán si no se produce una victoria. Hay cosas que no se pueden sostener. De hecho, da la sensación de que si hoy no hay un rostro nuevo dirigiendo al equipo es o porque el partido venía demasiado pronto, apenas 72 horas después del disputado ante el Real Unión, o porque el presidente pensaba que tenía atado a uno que le falló a última hora. Algo se ha nos ha tenido que escapar a todos respecto a la rueda de prensa al más alto nivel convocada el pasado jueves para no decir nada.

De lo que ya no hay ninguna duda es de que, por mucha confianza que tengan en él, Solabarrieta dejará de ser el entrenador del Racing si no gana hoy. El jueves le ratificaron pero quien ha visto fútbol de manera continuada sabe bien que después de una ratificación llega siempre una destitución. El entrenador sabe, además, que no ha caído con buen pie entre la parroquia racinguista pero lo más preocupante no es eso, sino lo que se ve sobre el terreno de juego. Aunque Amorrortu dijo el jueves que confiaba en su pupilo porque tiene una idea clara de lo que quiere, lo cierto es que da la sensación de ir dando tumbos. No ha salido a jugar de la misma manera ninguno de los tres partidos en los que ha comandado el equipo y, para colmo, nunca ha terminado como ha empezado. Siempre ha habido que rectificar confirmando que las cosas iban mal o que se habían planeado peor.

Viendo lo que ha sucedido en sus apenas tres semanas al frente del equipo, es fácil imaginar qué Racing anda buscando Solabarrieta. Lo quiere protagonista, con personalidad y jugando muchos minutos en campo contrario. Y todo eso está bien, pero no le sale. Lo mismo quería Rozada y se marchó con la conclusión de que no había plantilla para hacerlo. Quizá el entrenador vizcaíno esté llegando al mismo lugar porque no termina de dar con la tecla. Cuando se protege mucho, su equipo no juega a nada, y cuando pone en el césped a futbolistas más talentosos se convierte en un chollo atrás.  Los tres goles que recibió el pasado miércoles fueron de chiste y, sumados a los cinco encajados en los dos encuentros anteriores, la cifra ascendió a ocho. Es dramático. El equipo había recibido dos en siete jornadas y en las tres primeras del 2021 ha encajado ocho. Cuatro de ellos han sido de estrategia cuando, hasta la llegada de Solabarrieta, la cifra era de cero. De ser un equipo con limitaciones creativas aunque fiable atrás, ha pasado a ser una fiesta. Un chollo. Coja usted lo que quiera.

El técnico no da con la tecla y tendrá que encontrarla hoy en La Florida, uno de esos campos en los que tanto le cuesta al Racing encontrarse a sí mismo. Lo que le faltaba. Quizá, metidos ya en el mundo al revés, sea lo mejor que le puede venir al equipo. A saber. Lo que es impredecible es la manera con la que saldrá a jugar el equipo verdiblanco en Portugalete. Parece claro que lo hará con cuatro defensas y que es probable que tres de ellos repitan respecto al miércoles. Mantilla ha de estar porque es el único que aporta velocidad, Ceballos es de los pocos que está dando la talla y Álvaro Bustos parece condenado a ejercer ese rol de lateral izquierdo por mucho que no le guste. Maynau se volvió a quedar ayer fuera de la convocatoria y pocas dudas hay sobre que le están abriendo la puerta para que se vaya en el mercado invernal y, de esta manera, tener una ficha disponible. Lo mismo sucede con Benktib. Ambos comenzaron jugando con Solabarrieta pero seguramente no terminen la temporada en el Racing. En la medida de lo posible, van a intentar corregir el despropósito en el mercado.

El Portugalete está sumido en el pozo pero en el debut liguero en Los Campos de Sport ya demostró que puede ser un equipo incómodo. Si lo demostró entonces, más aún lo hará hoy, cuando juega en su casa. Allí gana muchos enteros y, además, ha podido dedicar toda la semana a preparar el encuentro. El Racing no. El Racing tuvo que recuperarse del drama del domingo para sufrir otro el miércoles. Y, para colmo, su rival tuvo el feo gesto de ponerle el partido hoy sábado para que tuviera menos tiempo para descansar. Gajes del oficio. Es una carta con la que han jugado y eso hará un poco más complicadas las cosas para los jugadores verdiblancos, ya que hoy comenzarán el tercer partido en seis días.

Lo bueno es que las cosas van tan mal que el técnico verdiblanco ha hecho rotaciones prácticamente sin querer. A buen seguro que hoy deje a Figueras en el banquillo como lo dejó en el descanso del encuentro del pasado miércoles para dar salida a Óscar Gil, ya que el entrenador de Ondarroa quiere jugar con las líneas adelantadas y eso exige velocidad. Y es posible que haya llegado a la conclusión de que el catalán no es rápido y que, para colmo, está lejos de su mejor momento.

Necesita el Racing recuperar su fortaleza defensiva y, a su vez, tener personalidad con balón. Todo ello, en medio de un escenario complejo y ante un rival que no tiene reparos en apostar por el juego directo cuando tiene necesidad. Y hay que tener armas para contrarrestar eso. Es fácil, por lo tanto, prever que vayan a volver al once hombres como Iñigo o Villapalos. La coincidencia de ambos, como sucedió ante el Amorebieta, dejó al grupo sin fútbol y sin salida de balón, por lo que es posible que sea uno solo. Lo que se puede descartar es que Nana vuelva a corretear por el terreno de juego porque ante el Real Unión confirmó que sigue sin dar una. Hace falta alguien que la pida, que no se esconda, que tenga personalidad y, sobre todo, capacidad para avanzar y ahí gana enteros Martín Solar.

Parece claro que Solabarrieta va a jugar con cuatro atrás pero habrá que ver si, a partir de ahí, forma con otra línea de cuatro y dos delanteros o si apuesta por el 4-2-3-1. Los entrenadores del Racing insisten en jugar con dos puntas aunque eso no signifique que lleguen más. Una solución puede ser considerar a Cejudo como uno de ellos para que se pueda aliar con Pablo Torre y conseguir generar llegadas que rematar. Y es en esa punta de ataque donde constantemente se abre un casting que nadie aprovecha. El hombre a recuperar es Cedric porque es el futbolista que, si rompe a jugar, puede marcar verdaderas diferencias. Sin embargo, a un escenario como La Florida puede estar mucho más hecho Jon Ander porque, además, lo conoce. Y el conocimiento suele ser importante, pero lo que de verdad importa es ganar para no profundizar aún más en el serio problema en el que anda sumido.

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