Ya son cuatro los partidos consecutivos de la Gimnástica de Torrelavega sin conocer la victoria, y el duelo de esta jornada lo perdió por la mínima, en remontada y con un jugador menos ante el equipo más en forma, el Valladolid Promesas (3-2). La expulsión, rigurosa, de Alberto Delgado en el minuto 55 acabó pesando, si bien los visitantes empataron momentáneamente el partido con un hombre menos. Sin embargo, la falta de contundencia defensiva acabó conduciendo a la derrota. El partido no pudo empezar mejor para la Gimnástica.

Álex Basurto recuperó un balón, combinó con Altadill y la jugada finalizó de disparo cruzado de Tobar que se coló en la portería a los ocho minutos de juego. Las ocasiones locales empezaron a llegar. Pozo, mandando un balón al palo, avisó a la Gimnástica de lo que sucedería poco después. En una de las internadas del lateral Iker Pérez por la banda derecha, su centro lo convirtió Pozo de volea. Tras la igualada, no decreció el dominio de un Promesas que completó la remontada antes de pasar por los vestuarios.

Slavy mandó el balón de cabeza al palo en primera instancia y luego repitió de testa aunque al fondo de la portería de Amigo. Fue un tremendo jarro de agua fría de cara al paso por los vestuarios. No hubo cambios al arrancar el segundo tiempo, si bien los compases iniciales de la reanudación hicieron empeorar la situación para la Gimnástica. Tras una oportunidad de Tobar, despejada por Meykher, el lateral izquierdo Alberto Delgado fue expulsado en el minuto 55 con una tarjeta roja directa muy protestada por una aparatosa falta, dejando a su equipo con un hombre menos durante más de media hora.

Sin embargo, la Gimnástica no se arrugó e incluso consiguió empatar el partido en el lanzamiento de un córner que el local Fran Rivera introdujo en su propia portería. Eso sí, tres minutos le duró la alegría a los visitantes. En el minuto 70, Iker Pérez puso otro centro al área que el prometedor Arroyo convirtió en el gol de la quinta victoria consecutiva del Valladolid Promesas.

La Gimnástica intentó empatar a golpe de orgullo. Brian Martín, el quinto y último revulsivo introducido por Sergio Fernández, dispuso de un par de ocasiones en los instantes finales para evitar la derrota, pero el marcador no se movió y el equipo regresó a Torrelavega de vacío y pensando ya en el derbi del próximo domingo (12.00 horas) ante el Laredo en El Malecón.