Isma López ha jugado en Primera, en Segunda y hasta en competiciones europeas, pero hoy está, junto al Racing, en el pozo de la Segunda División B. «Ninguno de los dos pensábamos estar hoy aquí», reconoció el futbolista durante su presentación oficial celebrada en la mañana de ayer, tras el primer contacto del nuevo lateral izquierdo del equipo verdiblanco con Los Campos de Sport, donde entrenó ayer el equipo. Había jugado allí como visitante pero a partir de ahora lo hará como local. Y le parece bien por mucho que le haya hecho bajar escalones porque, en el fondo, da la sensación de ser un nostálgico y de ser quien coleccionaba cromos de pequeño y memorizaba alineaciones. Y las del Racing siempre estaban ahí.

«Es un placer estar en este club, en un histórico del fútbol español para la gente como yo, de los que siempre hemos seguido el fútbol y hemos vivido el fútbol desde pequeños», resumió Isma López con sus primeras palabras como racinguista. En su opinión, a pesar de bajar hasta una categoría de bronce que no tocaba desde que estuvo en el filial del Athletic, fichar por el Racing es «un paso importante porque, al final, te unes a un club grande». Y entiende que no lo hace en las mejores circunstancias, pero asume que las suyas propias y personales tampoco lo son. «Quizá estemos en una categoría que no esperábamos, pero seguro que vamos a hacer algo importante», apuntó.

Llega el defensor al Racing sin competir desde el tres de diciembre, pero lo cierto es que es fácil que el domingo sea titular. Él dice estar en forma porque desde hace un mes ha estado entrenando con el líder de Tercera División en Navarra. Él tiene «buenas sensaciones» y cree que la inactividad en los últimos sesenta días «no va a ser una excusa» para él. «Si me toca jugar y ayudar porque el entrenador lo crea conveniente, lo haré y respetaré la decisión si es un compañero quien sale a jugar», apuntó. Lo que tiene claro es que él está «con ganas de aportar tras tanto tiempo fuera de un campo de fútbol», que, como recordó, es donde es «feliz».

Es consciente Isma López de que se ha sumado a un proyecto que está metido en problemas. Es algo habitual y así lo ve él después de la experiencia que acumula ya en el mundo del fútbol. Destacó ayer, durante su presentación oficial, que cuando se producen descensos como el del Racing el pasado, año, «es difícil arrancar con buen pie porque, en el fondo, te presentas en una categoría muy competitiva en la que cualquier equipo te lo pone difícil». De este modo, pone el acento en otros equipos que han bajado «con proyectos muy importantes para ascender que también sufren». En ese sentido, se queda con la última victoria y con la última etapa del equipo, en la que parece que «las sensaciones empiezan a ser diferentes y más positivas».

«Si he venido aquí es porque creo que aún hay tiempo y porque creo firmemente en conseguir el objetivo», sentenció el lateral navarro. Está más convencido de ello después de haber completado ya una serie de entrenamientos con sus nuevos compañeros. «Hay una muy buena plantilla como para hacer cosas importantes una vez que se coja la inercia positiva», resumió. En ese sentido, destacó que se respira «un ambiente de ilusión y mucho compañerismo» en el vestuario y, de hecho, aprovechó para agradecer la buena acogida que le han brindado los compañeros. «Tengo el pensamiento de que la temporada todavía puede ser bonita», resaltó.

Tiene claro Isma López que el Racing «está fuera de lugar» compitiendo en Segunda B, pero tampoco hay que mirar de lado a esa realidad porque es entonces cuando llegan los sustos. De hecho, apuntó que el verdiblanco es «de esos equipos que siempre los sientes de Primera División». Y explicó que, a la hora de elegir proyectos, tiene en cuenta a menudo subirse a clubes históricos aunque estén en problemas para ayudar a reflotarlos. «No es sólo lo económico lo que me mueve, sino también formar parte de esos proyectos», sostuvo. Por eso, por ejemplo, dijo que aceptó firmar por el Dínamo de Bucarest, ya que es de esos equipos que también le sonaban continuamente en esa infancia en la que sólo se hablaba de fútbol.

«Las dos veces que he salido fuera ha sido para ir a proyectos donde iba a entrar gente española y donde creían que yo podía estar cómodo dentro del vestuario, en equipos que habían sido grandes y que ahora, por lo que sea, no lo estaban siendo», resumió el lateral izquierdo. En cuanto al Racing, recibió la llamada de Pedro Menéndez con agrado pero él quiso esperar para ver si le salía algo interesante de Segunda División. No llegó y dejó desde un primer momento claro al secretario técnico verdiblanco que, de bajar a la categoría de bronce, sólo ficharía por el Racing. Y lo hizo así «por el tipo de club que es, por lo que representa, por la afición que tiene detrás y porque, además, me permite estar cerca de casa». Eso, para él, es «importante» porque se define como «una persona muy familiar» a la que no le gusta «estar lejos de la familia». «Para mí es importante sentirme cómodo y también estar en el norte después de tanto tempo fuera», añadió.

Tiene fama Isma López de ser un tipo comprometido en el vestuario que está siempre pendiente de los más jóvenes. Y en el Racing se ha encontrado a varios canteranos que están disfrutando de su primera experiencia en el primer equipo. En ese sentido, ya dijo que él intentaría «ayudar» como siempre ha hecho pero lo hará con tacto, ya que cree que sería «irrespetuoso demandar ese rol» nada más llegar. «Uno se lo tiene que ganar con los hechos y con el día a día. Yo intentaré, como he hecho toda mi carrera, ser lo más profesional posible y darlo todo en cada entrenamiento y fuera de él y, a partir de ahí y desde la humildad, dar cualquier consejo a la gente joven como me lo dieron a mí en el Athletic o en Gijón cuando llegué allí o incluso aquí, ya que siempre se aprende algo», apuntó el nuevo defensor del Racing. Con todo, también precisó que hay que saber quién está al otro lado porque hay jugadores a los que les gusta que les digan cosas y les den consejos y otros que, simplemente, quieren que les dejen tranquilos. Es consciente de que necesitará «tiempo para conocer a los compañeros» aunque, de primeras, le gusta lo que ha visto: «El ambiente es bueno, con gente humilde, con ganas de aprender y de mejorar». En ese sentido, descubrió que ayer mismo habían tenido una charla en la que habían intercambiado opiniones. Y lo considera bueno porque es «desde ese punto de vista diferente desde donde se puede producir la mejoría». «Hay equipo como para hacerlo bien», concluyó.