23.04.2024 |
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Como en pretemporada

Los jugadores iniciaron ayer una exigente semana de entrenamientos en la que predominará la carga física | Bustos, Camus y Jon Ander se ejercitaron al margen de sus compañeros

Los jugadores del Racing realizando un exigente circuito físico en el entrenamiento de ayer. / Hardy
Los jugadores del Racing realizando un exigente circuito físico en el entrenamiento de ayer. / Hardy
Como en pretemporada

Tras haber disfrutado el domingo de una jornada de descanso, los jugadores del Racing volvieron ayer al trabajo. Y fue un trabajo intenso porque tienen por delante una semana dura y exigente. Casi más propia de una primera fase de pretemporada que de pleno mes noviembre. Forma parte de la planificación diseñada por el cuerpo técnico a principios de curso teniendo en cuenta que ya sabían que esta semana no iba a haber partido porque al equipo le iba a tocar descansar al haber once equipos en el subgrupo y quedarse siempre uno sin pareja.

Al equipo verdiblanco le toca este fin de semana y Javi Rozada ya acordó con los capitanes en su día que les iba a dar el fin de semana libre al completo. De este modo, el viernes a la hora de comer quedarán liberados y no volverán a La Albericia hasta el lunes por la tarde. La idea de buena parte de los jugadores era desplazarse a su lugar de origen para visitar a sus familiares y amigos, pero, salvo sorpresa mayúscula, no lo van a poder hacer porque seguirá vigente el cierre perimetral que no les va a dejar salir ni de su localidad de residencia ni de Cantabria.

Ayer el entrenamiento contó con una importante carga física. De nuevo Ruiz Cueli sacó herramientas que no se veían desde el mes de agosto y los jugadores sudaron la gota gorda. En el último tramo de la sesión, sí que sacaron los balones y los ejercicios propuestos fueron más llevaderos e incluso convencionales, dando lugar a posesiones largas en las que participaba todo un equipo. Hoy el programa de festejos indica que habrá de nuevo entrenamiento por la mañana pero también por la tarde. El matinal será sobre el césped mientras que el vespertino llevará a los jugadores al gimnasio. Para que no coincidan muchos en el mismo y se puedan mantener las medidas de seguridad, distancia e higiene, el plantel se dividirá en grupos y cada uno de ellos tiene asignada una hora. Al más tempranero, le tocará a las cuatro y media.

Ayer no pudieron estar todos los jugadores a disposición de Ruiz Cueli porque hay camas ocupadas en la enfermería. El nivel de alerta por la ocupación es bajo y, de hecho, el panorama que se vislumbra es halagüeño, ya que contar con todo este tiempo sin competición no sólo va a ayudar a que jugadores que parecían faltos de forma se pongan al día, sino también a recuperar lesionados. En ese sentido, quien más necesitaba estas semanas es Álvaro Bustos, que sufrió una rotura de fibras que ya le impidió jugar contra el Alavés B. Cumple mañana dos semanas en el dique seco y eso quiere decir que la próxima semana, si la evolución sigue siendo buena, podría empezar a realizar parte del entrenamiento con todos con la mirada puesta, eminentemente, en el día 29, que es cuando toque volver a jugar en Los Campos de Sport contra el Barakaldo. En principio, debería ser el punto y final a una semana con tres partidos, ya que es probable que entre esa cita y la del día 22 en Laredo haya que afrontar también entre semana el partido aplazado contra el Leioa. Es fácil concluir que en alguno de esos tres encuentros se producirá el regreso del jugador llegado en verano procedente del Pontevedra.

Menos dudas hay de que estarán disponibles para jugar en San Lorenzo, que tiene pinta de que se va a convertir en todo un fortín tras las solventes victorias allí del Laredo contra el Barakaldo y el Real Unión, tanto Marco Camus como Jon Ander. Ambos han comenzado la semana a parte del grupo, entre algodones y llevando un trabajo personalizado. El primero lleva así desde la semana pasada, después del partido ante el Alavés B. Fue su reaparición después de haber superado una rotura de fibras pero el encuentro lo terminó sobrecargado, lo que han interpretado como un aviso de que hay que ir con cuidado con él. Y con cuidado están yendo.

Quien no entró ayer tampoco con normalidad fue Jon Ander. El delantero vasco no pudo completar el último entrenamiento de la semana pasada, el del sábado, por una dolencia en una zona cercana al talón de Aquiles. En principio, no parece nada grave pero, aprovechando que hay tiempo y que es de los jugadores que completó las ocho semanas de pretemporada, tampoco van a tener prisa con él. La intención es que tanto el vitoriano como Camus puedan estar a disposición de Javi Rozada para el partido contra el Laredo.

La intención del cuerpo técnico es ir añadiendo carga de trabajo esta semana, que concluirá el viernes con un partido amistoso. Amorrortu ya tenía cerrada la opción de medirse a la Real Sociedad B pero las medidas sanitarias impuestas posteriormente las hicieron imposible esta opción. Se barajó también la posibilidad de jugar contra el Arenas pero tampoco pudo ser, por lo que, finalmente, será entre los propios componentes de la plantilla verdiblanca. Los puestos que queden cojos por falta de hombres, se completarán con canteranos del filial, que sigue a la espera de saber qué va a suceder con la Tercera División. Hoy mismo se celebrará una reunión importante al respecto entre los presidentes de los clubes.

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