El remo cántabro va perdiendo traineras por el camino. Si el pasado año se quedaron en tierra tanto Laredo como Colindres, en el 2021 lo hará AN Castro. Ya sólo van a salir al agua el próximo verano las cuatro que competirán en ARC 1, que serán Pedreña, Camargo, Castreña y Astillero, y la que lo hará en la ARC 2, que será IRC Santoña. Cinco en total, pero hay más. Este año también hay buenas noticias. Se ha armado un nuevo proyecto femenino y lo han hecho con el objetivo de que perdure en el tiempo, ya que no será el primero que se levante en Cantabria, pero sí va a ser el único. El resto de aventuras se han quedado por el camino.

‘La Marinera’ tendrá versión femenina este año. Ya la ha tenido antes, pero ahora la va a tener de manera más ambiciosa o, por lo menos, con unos mejores cimientos que permitan tener una mejor perspectiva de futuro con el fin de que el proyecto perdure en el tiempo. Tras dar unos primeros pasos el curso pasado, con vistas a este 2021 incluso ha formalizado su inscripción en la próxima edición de la liga ETE, que es en la que compiten las embarcaciones vascas y cántabras (cuando las ha habido) que no tienen hueco en la liga Eusko Tren, que, por ahora, dispone sólo de cuatro plazas. En concreto, además de la trainera roja, este año competirán otras doce embarcaciones.

Los dirigentes castreños entienden que la apuesta lanzada por sacar una trainera femenina en los tiempos que corren, con la dificultad de encontrar fuentes de ingresos y con los gastos que conlleva siempre participar en una liga reglada, es «un paso firme que hay que dar, una oportunidad para seguir creciendo y un nuevo proyecto que se afronta con una ilusión enorme por parte de todos los estamentos del club». El objetivo de la directiva que preside Eduardo Lazcano es «poder dar continuidad al proyecto en el tiempo y que esta participación no sea un acto aislado».

La primera y última vez que hubo una versión femenina de ‘La Marinera’ compitiendo regularmente fue en el 2017, cuando no sólo participó en las regatas cántabras, sino también en la Liga Guipuzcoana de Traineras, que viene a ser el precedente más directo de lo que hoy es la liga ETE, que es mucho más formal y regular. Tuvo una buena actuación y mantuvo una buena evolución durante todo el verano, ya que comenzó a casi dos minutos de las mejores y acabó, al menos, a casi uno. Sin embargo, no tuvo un buen final porque, a pesar de la ilusión con la que acudieron a la clasificatoria de la Bandera de La Concha aquel año, ni siquiera pudieron salir al agua por la negativa de dos de sus remeras a participar.

Aquel proyecto no tuvo continuidad porque estuvo cogido con pinzas. Había un buen número de remeras de fuera y funcionó casi como si fuera un club a parte de la Sociedad Deportiva de Remo Castreña, ya que fue la propia tripulación la que se lo tuvo que financiar todo. Por eso cuando entró la nueva directiva decidió volver hacia atrás para hacer las cosas con un mayor sentido.

De la mano de una figura reputada y experimentada como Ainhoa Pérez, el club rojillo ya dispuso en el 2020 de un equipo femenino asentado y que partió con la firme intención de atacar los campeonatos de bateles y trainerillas, algo que finalmente no hizo porque, de pronto, llegó la pandemia. Entre seniors y juveniles, había una decena de remeras pero, echando mano de algunas cadetes, lograron formar una tripulación que ganó la regata invernal de casa, la que tiene un recorrido triangular. Fue todo un subidón para unas jóvenes remeras que se encontraron, de pronto, ondeando una bandera. Sin embargo, después de aquello llegó el bajón porque sólo siete días después ya estaban todas, como los demás, confinadas en casa.

Las remeras castreñas siguieron entrenando para mantener la forma a la espera de lo que pudiera pasar con las fechas pendientes y los campeonatos. En el fondo, ya se dieron cuenta de que había que pensar en la siguiente campaña y dar un paso hacia delante. Y lo han dado. Hay 21 remeras hoy en día a las órdenes de Ainhoa Pérez preparando lo que se viene aunque la puerta todavía está abierta para quien esté interesada en esta nueva aventura haya remado antes o no, ya que dentro del plantel hay quien está dando los primeros pasos a bordo de una trainera.

«Culminar el proyecto». La entrenadora y remera valora «de manera muy positiva» la firme apuesta dada por el club al formalizar su inscripción en la liga, ya que la intención que ha tenido siempre, mirando incluso a más largo plazo que el 2021, siempre fue «poder culminar el proyecto de remo femenino en Castro con la inscripción en esta competición». Para dar forma a una cuadrilla numéricamente suficiente para afrontar las exigencias de una liga, el club dio forma a lo que llamó ‘Operación remeras’ con dos días de puertas abiertas en el club que ha ido dando resultados.

En noviembre ya iniciaron los entrenamientos. A bordo no estará, como si lo estuvo en aquella recordada mañana castreña en la que ganaron la bandera el pasado año, la castreña Lorena García, que seguirá remando en la élite tras dos años en Arraun Lagunak formando parte, además, del equipo titular de manera habitual. Bueno será que algún día ‘La Marinera’ tenga el nivel y las aspiraciones suficientes como para conseguir que vuelva a casa.

Castro no será la primera cántabra que participe en la liga ETE, ya que Colindres lo hizo en sus dos primeras ediciones, no así en la tercera, cuando ya se quedó en tierra y no pudo salir a competir. La ‘San Ginés’ ha sido quien más tiempo ha mantenido un proyecto en el agua en Cantabria aunque nunca con nivel suficiente para competir con traineras de otras comunidades. Muy lejos queda el Astillero que peleaba por todo y de manera puntual ha tenido también trainera femenina Santoña. Camargo dio forma a un proyecto con buena pinta durante unos años que nunca dio el paso definitivo de saltar a la liga por no tener remeras suficientes como para comprometerse a ese nivel. Éste lo va a dar ahora Castreña para intentar dar la cara rodeada de embarcaciones del País Vasco.

La ACT se plantea tres fines de semana gallegos

En la asamblea que celebró la ACT el pasado fin de semana se empezó a esbozar el calendario del próximo verano, que podría ascender a veinte regatas. Doce de ellas las pone cada uno de los clubes y, con el caso de Zarautz, que es doble, ya son trece. A éstas hay que sumar las privadas ya atadas con Getxo, Bilbao, El Corte Inglés, Caixabank y la doble cita de La Coruña. Esta última, sumado al hecho de que vuelve a haber tres traineras gallegas en la máxima categoría, va a hacer que la competición se vaya a tener que desplazar tres fines de semana a Galicia el próximo verano por vez primera en su historia.

Uno de ellos será completo en La Coruña y luego quedaría cumplir con Ares, Moaña (Tirán) y Boiro (Cabo da Cruz). Para completar el calendario, quedaría, por lo tanto, atar una prueba más en territorio gallego que ya debería ser de carácter privado. Quien tiene muchas papeletas para llevarse una jornada es Bueu, que ya ha acogido en dos ocasiones a la, en teoría, mejor liga de traineras. Por Cantabria podría pasar a pesar de no haber embarcaciones cántabras en competición para disputar la Bandera Caixabank que acogió Castro el pasado año. Pendiente tiene desde hace unos años la ACT disputar una regata en Gijón pero este año han preferido obviar esta posibilidad por culpa del Covid.