Debería ser la manera más lógica de actuar, pero en verdad es la más extraña. Casi nadie lo hace así. El Racing tampoco lo hacía. El club cántabro ha cargado sus plantillas de los últimos tiempos de medianías que venían de fuera y que, sin aportar gran cosa al equipo, cortaban la trayectoria de algún canterano que podía haberlo hecho igual o mejor y, seguramente, también más barato. Fácil es acordarse de cuando Chuti Molina fichó en un mismo año a Rulo y a Redru (ambos cedidos) para un puesto en el que Chus Puras había rendido de manera notable. Es sólo un ejemplo, pero muy ilustrativo de una manera de actuar que dejaba a la cantera un espacio pequeño para asomar la cabeza. Ahora las cosas parece que van por otro camino y los nuevos responsables de construir el proyecto deportivo no se han lanzado al mercado a buscar nombres con los que ocupar fichas, sino que, antes de dar los pasos definitivos, quieren comprobar qué tienen en casa. Sólo una vez concluyan quién les sirve y quiénes no, buscarán fuera lo que no tienen en casa. Parece lógico, pero es extraño.

Esa hoja de ruta que han dibujado los técnicos verdiblancos está haciendo que no tengan prisa. Por ahora, se puede decir que sólo han fichado a Pablo Andrade, Álvaro Bustos e Ismael Benktib. Además, han reclutado a los jóvenes valores Mantilla, Simón y Saúl García mientras que del curso pasado sólo continúan Iván Crespo, Figueras, Álvaro Cejudo y Jon Ander. El resto de jugadores han promocionado desde bajo. Y son muchos porque a Javier Rozada le dio para hacer dos equipos diferentes el pasado miércoles contra la Real Sociedad B, algo que volverá a hacer mañana en Noja contra el Laredo. Hay mucha cantidad pero esos jóvenes valores demostraron que también hay mucha calidad porque aprovecharon ese debut ante el filial donostiarra para pedir paso a lo grande.

Hubo un buen número de meritorios que confirmaron que pueden aportar cosas al equipo en esta campaña en la que de nuevo tocará jugar en Segunda B. Todos son conscientes de que vendrán más futbolistas de fuera porque, más allá de construir un proyecto a medio plazo y dar salida y confianza a los valores de casa, también está la necesidad de conseguir el ascenso. Los técnicos lo saben y por eso asumen que han de fichar más. Lo que no quieren es repetir la estrategia de otros años y sólo hacer las grandes inversiones con futbolistas que de verdad permitan dar saltos de calidad. Es de esperar que vengan entre seis y siete jugadores más. Y la dirección deportiva ya tiene claras las prioridades. En principio, estarían por llegar un lateral derecho con capacidad de llegar al área rival, un central diestro con jerarquía en la categoría, otro zurdo que pudiera actuar también como central, un nueve y futbolistas para jugar por dentro en el medio campo. Esa es la lista de necesidades que tienen Pedro Menéndez y José María Amorrortu a la espera de lo que vaya sucediendo en los siguientes amistosos y de que alguno confirme todo lo bueno que enseñó en el debut ante la Real Sociedad B.

Si hay algo que dejó dicho partido es que jugadores como Martín Solar, Dani González, Pablo Torre, Ismael Benktib e Iñigo Sainz Maza tienen mucho que aportar en la sala de máquinas del equipo. Sobre todo, brillaron los tres primeros porque fueron los que jugaron en un segundo tiempo en el que el Racing jugó a un gran nivel. No sólo lograron llevar la manija del juego y mover la pelota, sino que el reinosano incluso se fue con dos goles confirmando esa capacidad de llegada de la que siempre han hablado quienes le llevan siguiendo desde hace años.

Martín Solar debutó el pasado curso jugando como media punta o como medio centro con alguien que le guardara las espaldas pero Rozada le está pidiendo que ahora sea él quien guarde las espaldas a los demás.

Ante la Real Sociedad B jugó de seis cuando nunca antes lo había hecho. Y lo mejor de todo es que, al menos el pasado miércoles, cumplió en esas labores de contención a las que  puede aportar el mucho fútbol que guardan sus botas. Ahí podría haber un elemento diferencial que ya dejó entrever ante el filial donostiarra. Con todo, el mismo Rozada recordó tras el encuentro que el rol final del jugador santanderino dependerá del perfil de los medio centros que estén por llegar. La pretemporada está para probar y él, por ahora, está probando.

Quien dejó claro que se va a quedar en el primer equipo sin necesidad de que lo hagan oficial sus superiores es Pablo Torre. Los técnicos suelen ser precavidos a la hora de dar la alternativa a un joven de 17 años por el temor a que se pierda por el camino por resultar precipitado. Sin embargo, el jugador de Soto de la Marina no sólo da muestras de ser ya un gran futbolista, sino de tener una madurez que apenas se tarda en ver sobre el césped. Se incorporó más tarde que el resto de jóvenes valores a la disciplina de Javi Rozada pero ya no se va a bajar de ahí. El miércoles lo hizo prácticamente todo bien, fue clave en los dos goles, robó, provocó faltas, movió con sentido y generó juego. Hay ahí una perla que se puede empezar a explotar ya.

Marco Camus, sobre quien Menéndez ya confirmó que se quedaría en el primer equipo, al igual que Iñigo Sainz Maza, dio muestras del peligro que puede generar por la banda; Siverio volvió a estar donde hay que estar; Manu Gandarillas aportó desborde y una constante participación en los minutos más grises del equipo mientras que atrás destacó, por encima de todos, un Mantilla al que también parece imposible sacar de ahí. No sólo es un jugador capaz de ocupar cualquier puesto de la retaguardia, sino que transmite una potencia imparable. Da la sensación de que se va a poner por delante de cualquiera que le dispute un puesto y esas buenas sensaciones las transmitió, además, jugando a pierna cambiada.

Fuera de sitio tuvo que jugar Goñi, que tuvo que recolocarse en el lateral derecho cuando él es un central de toda la vida. Por el otro costado jugó Simón y también dejó ver que ahí había jugador. Hay muchos futbolistas de la casa llamando con fuerza a la puerta porque son conscientes de que se les ha abierto una oportunidad que quieren aprovechar. Pasan las semanas de pretemporada, hoy se completa la tercera, y los fichajes no llegan porque ellos mismo están tranquilizando a los técnicos. Hay una base sobre la que trabajar.