El Racing y el Laredo ya saben desde ayer quiénes serán sus rivales. Sospechaban quiénes iban a ser, pero ahora ya es oficial y pueden empezar a trabajar sobre una base sólida. Algo es algo. Poco a poco, se va aportando luz a una temporada rodeada de incertidumbres que al menos ayer dio a conocer la composición de los grupos y de los subgrupos. Porque es cierto que hay que estudiar mucho para entender el modelo de competición mediante el cual, a falta de ser ratificado, avanzará el campeonato, pero todos conocen ya cuál será el punto de partida. El primer paso será clasificarse entre los tres primeros del subgrupo de diez (u once) equipos y los cántabros ya conocen con quiénes se las verán en los primeros meses de campeonato.

Serán los vascos. Así de fácil: dos cántabros por un lado y nueve vascos por el otro. Su subgrupo será uno de los dos con once equipos, por lo que la primera fase será un poco más larga que para los demás. Por un lado, cargará más las piernas de los jugadores pero, por el otro, también permitirá un mayor margen de error. Porque éste no va a ser demasiado grande, ya que habrá que clasificarse entre los tres primeros de esa liga de veinte partidos (para el resto serán 18) que tendrán ante sí tanto el Racing como el Laredo. Eso exige comenzar como un tiro porque un inicio de competición renqueante y hasta dubitativo puede dejar a cualquier equipo fuera de juego y sin tiempo para recuperar lo perdido.

El subgrupo en el que han caído los cántabros no es ninguna perita en dulce. Por encima de todo, destacan los filiales del Athletic y de la Real Sociedad a la espera también de lo que pueda ofrecer el del Alavés. Son éstos los que suelen resultar más peligrosos a la espera de lo que puede dar de sí el Barakaldo, que ha cambiado de ciclo y quiere estar de nuevo peleando por las cosas grandes. De partida, son estos nombres los que habría que tener en cuenta pero siempre aparece alguna sorpresa.

Con todo, la complicación que suma este subgrupo son los campos en los que habrá que jugar, algunos de ellos especialmente incómodo. Destaca en este apartado el del Arenas y su jaula de Gobela, la cual ya conoce bien el Racing. Tampoco suele resultar cómodo jugar en Urritxe (Amorebieta), Sarriena (Leioa) o La Florida (Portugalete), en el cual se estrenará el Racing para medirse al equipo pilotado por Ezequiel Loza. Son escenarios, a los que habrá que sumar San Lorenzo de Laredo, que serán todo un golpe de realidad para un Racing que hace doce meses creía que había dejado definitivamente atrás  todo este mundo después de su retorno al fútbol profesional. Sin embargo, ahora toca bajar de nuevo al barro. Lo bueno es que el número de campos de hierba artificial a visitar se reducirá considerablemente respecto a la última aventura verdiblanca en la categoría de bronce. Sólo el mencionado campo del Arenas será sintético y eso lo agradecerán mucho las piernas de los futbolistas. Cejudo y Jordi Figueras, por ejemplo, ya sufrieron mucho por esta razón hace un par de campañas.

Se trata de un subgrupo nada cómodo que no anuncia ningún paseo. Pico y pala para todos. Lo que llama la atención es el desequilibrio aparente que hay con el subgrupo B, ya que en éste no parece haber ningún ‘gallo’ ni ningún gran aspirante, al menos de los de partida, a conseguir el ascenso final. Ahí estarán los navarros, los riojanos y los maños. Habrá un Logroñés pero no será el que ha rondado los puestos altos de su grupo en las últimas campañas en Segunda B porque ese ya ha subido, sino que es la Sociedad Deportiva, el otro equipo de Logroño nacido desde abajo y a partir del impulso de los viejos aficionados del extinto Club Deportivo.

Con este subgrupo se cruzará el Racing si es capaz de quedar entre los tres primeros en la liga que disputará contra los vascos y el Laredo. De hecho, la segunda fase, en principio y a falta de quedar ratificado, será otra liga pero ya de seis: los tres primeros del subgrupo A y los tres primeros del subgrupo B. De éstos, sólo la mitad se clasificará para la fase decisiva que será un playoff con eliminatorias a ida y vuelta hasta que sólo queden los cuatro equipos que lograrán el salto de categoría. Porque es cierto que la división de bronce ha pasado de tener ochenta equipos a tener 102, pero el número de pasaportes hacia el fútbol profesional seguirá siendo el mismo.

La composición de estos grupos se dio a conocer ayer después de la reunión que mantuvieron los presidentes de las federaciones territoriales. Hubo bastante consenso al respecto al no contar con ningún voto negativo y con una única abstención. Una vez conocidos cómo se distribuirán los equipos, quedará por elaborar el calendario, para lo que hay que fijar una fecha de inicio del campeonato. En principio, será el 18 de octubre, por lo que el Racing habría completado dos meses de pretemporada. Por ahora, ésta está siendo dura y exigente para adquirir un buen tono físico con el que poder plantear batalla en cualquier campo y, sobre todo, para poder firmar un potente inicio liguero con el que expulsar cualquier duda y no tener que ir a remolque.

Con la composición de los grupos conocida ayer, el Racing es consciente de que no lo tendrá fácil pero también que ha huido de un grupo uno donde, por ejemplo, están el Deportivo, el Numancia, el Burgos, la Cultural Leonesa o el Pontevedra. El conjunto cántabro no se cruzará de partida con grandes nombres así y, como ya se ha visto, serán los filiales los equipos que, a priori, mayor amenaza significarán para sus propios intereses, que no son otros que lograr el ascenso.