24.04.2024 |
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Bustos, el rey de los palos

El asturiano acumula ocho lanzamientos a la madera l «Si hubiesen entrado al menos la mitad, los números serían mucho mejores», lamenta l Confía en que el equipo consiga «pronto» la clasificación para Primera RFEF
Bustos, entrenando ayer, de nuevo con la protección en su mano operada tras el susto del día anterior. / hardy .
Bustos, entrenando ayer, de nuevo con la protección en su mano operada tras el susto del día anterior. / hardy .
Bustos, el rey de los palos

Álvaro Bustos suma hasta la fecha tres goles y ocho lanzamientos al palo. Como él mismo recuerda, si sólo la mitad de estos últimos hubieran ido para dentro, ya sería el máximo goleador del equipo. De manera destacada, además, ya que actualmente lo es Cedric, que ha celebrado cinco.

El último de ellos llegó, precisamente, tras aprovecharse del octavo y, hasta la fecha, último disparo contra la madera de su compañero y amigo asturiano. Sucedió a punto de llegar al minuto noventa en Amorebieta y ese tanto sirvió para consumar una remontada que permite al Racing iniciar la segunda fase con un cierto colchón sobre el que no puede echarse a dormir.

Probablemente, sea Álvaro Bustos el jugador más regular del Racing y el que mejor nivel ha dado desde principio de curso y hasta ahora. Desde el punto de vista colectivo las cosas no han ido bien pero desde el personal sí. Por eso asegura sentirse «contento con el año» que está completando «a pesar de esos ocho palos, ya que si hubiesen entrado aunque fuera la mitad, los números serían mucho mejores». Lo ideal es que, como sucedió el viernes pasado, después de golpear en la madera salga la pelota disparada hacia un compañero, pero no siempre ha sucedido.

Se ha encontrado con cualquiera de los dos palos o el larguero en lanzamientos de falta, finiquitando contragolpes o rematando jugadas. Lo tiene de todos los colores. Lo cierto es que Bustos es un extremo con llegada porque el curso pasado, defendiendo los intereses del Pontevedra, marcó media docena de goles y, además, lo hizo jugando como extremo derecho.

En el Racing no ha funcionado cada vez que el entrenador le ha puesto por ahí. Tampoco lució o, por lo menos, no logró exprimir todas sus posibilidades cuando, en la primera vuelta, tuvo que ejercer como carrilero o lateral. Ha sido en el carril del once donde de verdad se ha convertido en un jugador desequilibrante y, por momentos, imparable para la defensa rival. Él dice que le gustar jugar «donde sea» pero los hechos dicen que donde más da al equipo es jugando a pierna natural.

El partido de Amorebieta fue un buen ejemplo de ello. Lo comenzó en el banquillo porque estaba recién salido de una rotura de fibras pero entró al campo al inicio del segundo tiempo. Y, aunque la maniobra no parecía tener ningún sentido, Aritz Solabarrieta le hizo jugar por la derecha mientras mantenía a Álvaro Traver, un tipo que siempre se ha desenvuelto mejor por la banda diestra, en la izquierda. Para poner la guinda a la ocurrencia, colocó a Soko como delantero. Obviamente, aquello no carburó. No fue hasta que el entrenador deshizo su propio nudo cuando el equipo volvió a encontrarse a sí mismo.

Bustos jugó donde hace más daño y por ahí llegaron los dos goles. Recuerda el extremo asturiano que fue «un partido complicado en el sentido de que costó mucho abrir la lata». «Sabíamos que no iba a ser fácil a pesar de las bajas que tenían ellos y de la situación complicada que habían tenido que pasar», añade. Para colmo, la puesta en escena del Racing en el segundo tiempo no fue buena y eso lo aprovechó el Amorebieta para adelantarse. «Por suerte, a partir de ese primer gol se empezó a abrir más el campo, generamos más ocasiones y llegó el premio final», recalca Bustos.

Confiesa éste que, tras verse por detrás en el marcador, empezaron a ver «fantasmas por la cabeza» pero también recalca que en seguida se pusieron «las pilas para buscar el gol que terminó llegando». Esa victoria en un terreno complicado como Urritxe permite al Racing comenzar la segunda fase «con una buena ventaja sobre el tercero aunque también con dos partidos más».

Nada está ni mucho menos hecho y por eso el equipo tiene en mente «sumar desde este fin de semana los tres puntos» para seguir dependiendo de sí mismos y tener la certeza de que, si hacen «las cosas bien», conseguirán clasificarse «pronto». A partir de ahí, incluso podrían empezar a plantearse lo que quede de campeonato de otra manera pensando en el próximo curso, del cual, en principio, el jugador asturiano tomará parte al tener un año más de contrato.

Lo primero que se les viene encima correspondiente a esta segunda fase será el Tarazona. Ayer aún no lo habían estudiado demasiado porque era un «poco pronto», pero lo que sí tienen en cuenta es que les espera un campo de hierba artificial. «Ir a jugar fuera de casa y en ese tipo de terrenos de juego de hierba artificial siempre es más complicado, pero nosotros tenemos las cosas claras y, además, ya hemos ganado este año en campos de ese estilo», apunta.

Que todo un Racing haya tenido que renunciar ya en el mes de marzo al ascenso y ahora esté peleando por, simplemente, mantenerse en la tercera categoría del fútbol español suena deprimente. Y Álvaro Bustos reconoce que esa «decepción existe y está ahí». «Desde principio de temporada, nuestro objetivo no era quedar cuarto ni quinto, sino quedar campeón y luchar por el ascenso, pero, una vez que no se ha logrado, ahora ya tenemos todos claro el siguiente objetivo. Será a final de temporada cuando toque calificar lo conseguido», concluye.

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