Aritz Solabarrieta se ha encontrado con un problema con las bajas con vistas al partido de mañana contra el Leioa. Le faltan Álvaro Bustos por un lado, que ha venido siendo el dueño de la banda izquierda y que, para colmo, era el jugador más en forma del equipo, y Matic, Óscar Gil y Figueras por el otro. Los tres últimos son centrales y, de éstos, el primero no jugará mañana porque está lesionado, el segundo porque está sancionado y el tercero porque le han echado. Eso va a obligar al técnico a introducir alternativas nuevas para cubrir los dos agujeros generados. Para uno de ellos le puede servir alguno de los fichajes que se han subido al barco en la última semana, pero para el otro no.

Donde va a tener que tirar con lo que ya tenía es en el centro de la retaguardia. Solabarrieta tampoco dedica demasiado tiempo a lamentarse por la situación que se ha encontrado esta semana porque entiende que, a estas alturas, «es normal que se acumulen sanciones y lesiones y que pasen estas cosas en una misma zona». De lo que está seguro es de tener mimbres para salir del paso porque en la plantilla cuenta con futbolistas «con perfiles suficientes como para jugar en diferentes posiciones» a los que ve «capacitados de sobra para poder jugar ahí» y superar el expediente.

Quien parece que tiene más papeletas para desenvolverse en esa posición es Alberto Villapalos, que, como recuerda su entrenador, ha jugado «muchos partidos en la posición de central». Destaca que incluso lo ha hecho «en fase de ascenso con el Atlético Baleares y se encuentra bastante cómodo jugando ahí». Aún así, y dando por buena la afirmación que Pedro Menéndez había realizado el día anterior, sostiene que también Nana podría jugar en el centro de la zaga si hiciera falta. «Es rápido y tiene capacidad de sacrificio y colocación», precisa. A estas dos opciones del primer equipo hay que sumar a Mirapeix, que ha completado la semana de entrenamientos a las órdenes del técnico vasco y que seguramente entre en la convocatoria: «Estoy muy contento con él. Me gusta lo que veo, es joven, veo que tiene hambre y veremos el recorrido que tiene».

El otro agujero que se mantiene abierto por el parte de bajas es el extremo izquierdo. Para cubrir la ausencia de Bustos, no tendrá que cambiar a ningún jugador de su posición natural. Tiene recambios naturales y el primero al que nombra Aritz Solabarrieta es a Marco Camus, que está esperando la oportunidad de disfrutar de una titularidad para enseñar su verdadero estado de forma, ya que ha quedado claro que no ha encontrado la manera de ser protagonista entrando en la recta final de los partidos. Y tanto el entrenador como sus superiores saben bien que el santanderino puede dar mucho más. Si no lo creyeran así, quizá le habrían dejado terminar la temporada en el Laredo como cedido, que es lo que él había pedido.

Lo peor para el canterano es que no es la única opción que tiene el técnico verdiblanco para jugar en el extremo izquierdo. Él mismo recuerda que, con él en el equipo, ya han comenzado partidos por ahí tanto Cedric como Pablo Torre aunque, si repasa los resultados que dieron ambos, llegará a la conclusión de que, en verdad, no son opciones a tener en cuenta. También cita el técnico vizcaíno la posibilidad de utilizar a Álvaro Cejudo o al recién llegado Traver, que, aunque se hiciera grande jugando en la derecha, también se puede amoldar a hacerlo por la izquierda. Así lo dijo él mismo en su presentación y lo repitió Solabarrieta ayer.

«Tenemos varias variantes», insiste el técnico vizcaíno. Y, a la hora de elegir una u otra, también tendrá en cuenta el análisis que haya hecho del rival y en qué aspectos crea que el Racing «le puede hacer más daño». El equipo viene de encontrar la llave de entrada en el campo del Alavés B pero mañana comenzará el partido de cero y no podrá hacer uso de los goles que le sobraron en Ibaia.

Lo que el conjunto cántabro sabe que ha de corregir son las concesiones defensivas que mostró en el encuentro del pasado domingo. Solabarrieta asume que toda la mirada se centre en la defensa pero él cree que hay que mirar más allá. «Es una cuestión de todos, y primero mía», advierte. «Lo hemos visto y analizado y sabemos que hay cosas a mejorar, pero también hay muchísimas otras que hacemos bien y lo importante es dar continuidad a eso», señala el entrenador verdiblanco. En ese sentido, considera que han preparado el envite ante el Leioa «bien y conscientes de la importancia que tiene el partido».

El Leioa se va a presentar con multitud de bajas. La situación es similar a la de la semana pasada, cuando el Alavés B tampoco pudo contar con algunos de los jugadores que habían sido capitales en sus esquemas en las últimas fechas. No entra a valorar Solabarrieta si son muchas o pocas, si afectan mucho o poco al desarrollo de su juego o si son «buenas o malas» para sus propios intereses. «En lo único que pensamos es en que se trata de un partido importantísimo que estamos preparando bien porque el equipo ha estado trabajando bien esos días y cada vez está mejor», apunta. En ese sentido, percibe que sus hombres «cada vez están asimilando mejor las cosas que queremos hacer tanto con el balón como sin balón». «Es cierto que también analizamos al rival, pero los importantes somos nosotros», resalta.

Ese espacio en blanco que le ha quedado en el centro de la defensa está pendiente de rellenare con la llegada de un refuerzo. Solabarrieta sabe que en la dirección deportiva están buscando la manera de «mejorar al equipo» con la ficha libre que tienen por completar pero insiste en que cuenta con «una plantilla amplia con jugadores que pueden jugar en diferentes posiciones» y tampoco se obsesiona. «Lo que tenga que venir vendrá y, si no viene, seguiremos con lo que tenemos porque hay equipo suficiente como para seguir yendo a más», explica. De este modo, insiste en que no pierde tiempo en algo que tampoco depende de él y recalca que sólo está centrado en el partido de mañana porque es «muy, muy importante» para el equipo. Teme que hay a quien le pueda parecer un compromiso sencillo al ver que el Leioa «está abajo», pero recuerda que se están «jugando la vida» y que, además, «son un buen equipo, con un buen entrenador y las ideas claras».

A lo largo de esta semana, ha podido utilizar por vez primera a Traver, Isma López y Capanni y, aunque, sobre todo los dos últimos, vienen de no jugar durante un tiempo, les ha visto bien. Considera que es lógico que les falte ritmo de competición pero recuerda que es algo que sólo se cura «con la competición». «Es algo que les pasa a los que vienen de fuera pero también a los que estaban aquí sin jugar mucho», añade. De este modo, cree que lo que deben hacer es entrenar al máximo «para poner al entrenador las cosas difíciles cuanto antes».