Iván Crespo, el capitán del equipo, hizo un llamamiento a asumir con normalidad lo que les ha sucedido porque desde un principio tuvieron claro que iba a formar parte de la normalidad en la presente temporada. Eran conscientes de que les iba a tocar tarde o temprano y, de hecho, es posible que ni mucho menos sea la única vez que les suceda algo así. A partir de ahora, son conscientes de que su objetivo ha de ser cumplir con lo que les encomiende el preparador físico para oxidarse lo menos posible tras diez días metidos en casa. Le gustaría que el protocolo fuera otro y se asemejara más al que tienen los que juegan en categorías profesionales, pero están en Segunda B y hay que asumirlo.

«Ya estamos viendo que en el fútbol está habiendo bastantes positivos, tanto en el profesional de alto nivel como en nuestra categoría, así que hay que asumirlo como viene», reconoció el capitán verdiblanco en declaraciones difundidas por el propio club. Asumen que son cosas que sabían «que podían pasar, que al final han pasado y que ahora hay que afrontar con la mayor normalidad posible». De este modo, ya tienen claro que han de estar «diez días en casa» y, a partir de ahí, será «el preparador físico y el recuperador quien nos mande trabajo».

Con todas las cartas encima de la mesa, ahora está en su mano «ser responsables y trabajar en casa» para que, cuando por fin les vuelvan a abrir la veda y puedan recuperar su rutina, estén «en la mejor forma posible». Sobre todo, porque el Racing va a tener que parar pero los demás no. «Esto sigue», recuerda Iván Crespo. La competición va a seguir en marcha, aquí no se espera a nadie y hay que mantener el punto óptimo porque cuando puedan volver a la normalidad, tendrán que afrontar «partidos entre semana» para recuperar el tiempo perdido y, de esta manera, han de estar «preparados para lo que nos viene».

No esconde el portero cántabro del Racing que lo que les ha sucedido es «un contratiempo», ya que estar «diez días confinados» les va a cortar el paso. Y consideran que se hará moralmente duro si, además, en los próximos días les vuelven a hacer a todos los jugadores «otro test PCR y todos los compañeros vuelven a dar negativo». Será entonces cuando empezarán a hacerse más preguntas y se hará más patente la diferencia que hay entre lo que sucede en Segunda B y lo que sucede más arriba. «Al final, vemos que tanto en Primera División como en las competiciones europeas, cuando un jugador da positivo, lo aíslan y los demás compañeros, si son negativo, reanudan la competición y no se para», apunta. Lo que hay que preguntarse es por qué esas competiciones que se denominan profesionales y que están bajo el amparo de La Liga se pueden saltar protocolos gubernamentales.

Entiende Iván Crespo que poder hacer como hacen en Primera y Segunda División sería «lo más justo», pero no le queda otra que asumir que «al final, cada competición tiene su protocolo» y a ellos no les queda mucho más margen que aceptarlo como viene. Están en Segunda B y ésta funciona en función de «cada comunidad autónoma». En el caso de Cantabria, como en el País Vasco, les «mandan estar diez días en casa» y si el Racing estuviera en otro territorio, quizá no tendría que parar. Con todo, el capitán se queda con que han de «poner» todo lo que puedan de su parte para que, cuando vuelvan a los entrenamientos y a los partidos, «estar en la mejor forma posible».

De todos modos, tienen claro en el vestuario racinguista que, a día de hoy, «lo primero es el estado de salud de Jon Ander». Ayer, cuando conoció el positivo, afirmó el capitán que el delantero tenía «síntomas leves y se encuentra bien», así que, a partir de ahí, sólo le desean una «pronta recuperación». «Esperemos que pronto vuelva a estar con nosotros y con el resto de compañeros, que también tendemos que estar aislados», afirmó el guardameta verdiblanco. Éste creía que en los próximos días les llamarán «para hacer una prueba PCR y a ver lo que dice Sanidad, pero tiene pinta de que los dos próximos partidos se van a suspender». Lo puede dar por seguro. Aún así, insiste en reclamar «tranquilidad, hacer bien las cosas en casa y no perder demasiado de la forma física» adquirida durante este primer tramo competitivo.