20.04.2024 |
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Hacia arriba o hacia abajo

El Racing recibe en los campos de sport al Bilbao Athletic | De ganar, el equipo cántabro se reengancharía a la pugna por el ascenso  | De perder, de nuevo caería a posiciones de playoff de descenso | Riki, en disposición de debutar

Riki completó ayer su primer entrenamiento con el Racing y hoy podría entrar en la convocatoria y hasta debutar. / Hardy
Riki completó ayer su primer entrenamiento con el Racing y hoy podría entrar en la convocatoria y hasta debutar. / Hardy
Hacia arriba o hacia abajo

Ganar en Portugalete está bien e incluso era necesario. Mejor no imaginar cómo se hubiera desarrollado la semana de haber hincado otra vez la rodilla. A buen seguro que Solabarrieta habría sido cesado, se habría fichado a otro entrenador y se habría hablado de todo menos del Bilbao Athletic. Éste ya no habría sido un rival directo, sino un ‘gallo’ de la liga contra el que un equipo condenado a luchar por la supervivencia intentaría dar la sorpresa. No pasó. El Racing ganó, cortó su penosa racha, ha tenido una semana tranquila de trabajo y el club incluso ha hecho las paces con el entorno. Todos son más guapos tras una victoria. Lo que sucede es que no basta con una. El equipo verdiblanco estuvo tan perdido durante mes y medio que tiene mucho terreno perdido. Tanto es así, que hoy recibe a un rival que tiene cinco puntos más que él. Y eso son muchos puntos cuando sólo faltan nueve partidos para terminar por mucho que la segunda vuelta acabe de empezar. Todo es diferente este año.

Todo es diferente y va más deprisa. Lo habitual es que en enero apenas haya nada perdido y queden los meses decisivos por delante. Ahora también, pero son menos. Si el Racing pierde hoy, no le quedará más remedio que decir adiós a la posibilidad de volver a mirar a los ojos al filial rojiblanco. Se habrá ido para siempre. En cambio, si gana y consigue acercarse a dos puntos, habrá confirmado que por fin ha sido capaz de cambiar la dinámica que mantenía la temporada y que es un equipo recuperado, ya que hace apenas ocho días, ese mismo Bilbao Athletic estaba a siete puntos. Le habría recortado cinco en dos jornadas. Todo parece posible en esta liga tan extraña.

Lo difícil es, precisamente, ganar el partido. Delante habrá un equipo que ha hecho las cosas muy bien y que, de hecho, sólo ha perdido un partido hasta la fecha. La buena noticia es que esa derrota fue ante el Racing. El conjunto cántabro, tan escaso de moral últimamente, se puede sentir más fuerte que nadie al recordar que ha sido el único en ganar a los cachorros de Joseba Etxeberria. Sabe el camino o eso cree pero, por el otro lado, a buen seguro que habrá un cierto ánimo de revancha para recuperar parte de lo que el conjunto cántabro se llevó de Lezama.

Puede ser un buen día para enfrentarse al Bilbao Athletic porque da la sensación de que no está en su mejor momento. Al menos, eso indican los resultados, ya que el filial rojiblanco se va a presentar en Santander tras encadenar dos empates, ambos en su propio campo. Será difícil que haya dudas pero la misión del conjunto cántabro es explorarlas. De todas maneras, peor trayectoria estaba marcando el filial de la Real Sociedad B cuando se cruzó con el Racing y le dio un meneo del que aún se están recuperando los jugadores verdiblancos.

El conjunto cántabro viene de ganar. Fue la primera victoria de la ‘era Solabarrieta’ después de tres partidos sonrojantes de los que parecía que no iba a salir vivo. Sin embargo, le dieron otra oportunidad y el equipo logró una trabajada victoria contra el Portugalete. Fue una victoria de pico y pala, acorde al terreno que pisaba y consumada del mismo modo que lo hubiera hecho cualquier equipo pequeño de la categoría. No entró el Racing mando en plaza a presumir de músculo porque, probablemente, sepa que no está para ganar a nadie paseando. Para lo que ha servido haber recibido tantos golpes es para confirmar que lo primero que ha de hacer en cada partido es mostrar una actitud y una intensidad como el que más. Sólo así salió con la cabeza alta de La Florida.

Lo que sucede es que el Racing no va a poder dar continuidad a lo hecho allí porque hoy le espera un partido completamente diferente. Ni Los Campos de Sport tienen nada que ver con La Florida ni el Bilbao Athletic con el Portugalete. Hoy no existe la excusa de que no se puede jugar a otra cosa y, por otro lado, delante va a tener un rival que prácticamente tiene prohibido el juego directo y que va a tratar de jugar por abajo. Queda ver cómo responde a eso el Racing. Queda ver, en definitiva, si va a intentar arrebatar la posesión al filial rojiblanco o si va a dedicarse a esperar.

Solabarrieta terminó en La Florida con cuatro centrales en la retaguardia más Iñigo, Villapalos y Nana por delante. No se podía tener más músculo. Fue así como terminó por controlar el partido de Portugalete y por anular a su rival. Hoy no le va a bastar eso porque va a tener que proponer algo más. Al menos, en teoría. Lo bueno es que, incluso para alcanzar ese objetivo, le puede servir dar continuidad al once inicial de La Florida porque ahí dentro había futbolistas que saben qué hacer con el balón, como, eminentemente, eran Martín Solar y Pablo Torre. El primero de ellos debe crecer hoy y el segundo está llamado a tener mayor protagonismo a pesar de que le manden volver a arrancar desde la banda. Jugando en Los Campos de Sport sí puede irse hacia dentro con más poderío para dejar toda la autopista a Álvaro Bustos.

Quien, en teoría, va a volver a un contexto más complicado para él es Nana. En Portugalete la gozó porque se dio ese partido que a él le gusta, en el que se siente a gusto y poderoso. Su propio equipo mandaba en seguida el balón lejos de su área y, a partir de ahí, tocaba ponerse las pinturas de guerra y saltar al charco. Hoy es posible que toque otra cosa y que su equipo trate de jugar más. Y ahí él sufre como sufrió en el partido ante el Real Unión.

Con todo, el entrenador verdiblanco ya tiene refuerzos para el centro del campo. El viernes por fin realizó el Racing su primer fichaje invernal, que fue el asturiano Riki, procedente del Oviedo en calidad de cedido. Es un futbolista que puede actuar como medio centro o incluso en posiciones más adelantadas, que tiene criterio con balón, circulación y recorrido. Puede ser siempre una opción para sacar limpia la posesión y, en definitiva, todo apunta a que puede ser una competencia directa para Martín Solar justamente cuando parece que se ha ganado la confianza del técnico. Y, ante todo, se la ha ganado por su personalidad, por su carácter y por estar siempre ofreciéndose. Obviamente, no pudo brillar en Portugalete porque el campo de batalla no se amoldaba a sus aptitudes pero sí puede dar mucho más en días como hoy.

Jugar a adivinar cómo va a salir el Racing de Solabarrieta a jugar es un deporte de riesgo. Ha dirigido al equipo en cuatro partidos y sólo ha repetido esquema de partida en el primero y en el cuarto. Y en uno terminó el equipo goleado y en el otro consiguió el técnico su primera victoria y dejó, también por vez primera, la portería a cero. Lo que no ha hecho nunca es terminar como empieza. Es consciente de que tiene una amplia baraja de cartas de las que hace uso y que tienen que sumir a los técnicos locales en un mar de dudas. Más aún esta semana, cuando el técnico verdiblanco se ha encerrado con sus hombres en las dos sesiones de trabajo más tácticas para que nadie sepa nada.

Delante habrá un equipo con talento y mucha velocidad arriba, virtud personalizada en Nico Williams, que parece estar atravesando un gran momento y que viene de marcar un gran gol. Eso hará fácil al entrenador la apuesta por mantener una pareja de centrales rápida que le permita tener la línea un poco más adelantada de lo que permitiría la presencia de Figueras o Matic. Por lo tanto, es de esperar la continuidad de Mantilla y de un Óscar Gil que se crió futbolísticamente en Lezama y para quien siempre será especial enfrentarse al escudo bilbaíno.

También lo será para el propio Solabarrieta, que se tuvo que ir de allí por un cambio en el gobierno del club. El entrenador de Ondarroa podrá disponer hoy de todos sus jugadores porque ha podido trabajar con todos a lo largo de la semana. Fueron Ceballos y Bustos quienes la comenzaron tocados pero lo tienen todo a favor para volver a saltar de inicio para ocupar los laterales. El técnico podría echar mano también de Pablo Andrade una vez que la lesión que le mantiene inédito desde el mes de octubre haya quedado atrás hace tiempo. Sin embargo, el brasileño no termina de entrar en los planes. El racinguista todavía no le conoce y el Racing no sabe lo que ha fichado. Anda buscando un lateral izquierdo cuando quizá lo tenga en casa. O no.

El partido se las trae porque da la sensación de que puede ser el último tren para engancharse a la pelea para la que se había construido el equipo. Perder resultaría dramático porque, probablemente, volvería a dejar al equipo en posiciones de playoff de descenso. Y eso sería muy duro de soportar anímicamente hablando. Todos en el vestuario tienen la confianza de estar a punto de firmar una remontada y de, por lo menos, haber cambiado el rumbo de los acontecimientos tras la victoria de la semana pasada y volver a recibir un puñetazo en el mentón sería todo un mazazo casi irrecuperable.

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