La Federación le comunicó al Racing el pasado miércoles que su partido contra el Amorebieta, que estaba fijado inicialmente para mañana a partir de las cuatro y media de la tarde, se iba a disputar finalmente el día 31 a las cinco. Y con esa nueva fecha en el horizonte retomó el equipo los entrenamientos y reprogramó su plan de trabajo. Sin embargo, a día de ayer aún no era seguro que ese último día del mes de marzo fuera a jugar en Urritxe, ya que el club local entiende que no estaría preparado para jugarlo debido a la situación sanitaria que atraviesa su plantilla, por lo que ha recurrido la decisión de Competición.

Ya se contó ayer en estas páginas que la intención del Amorebieta era utilizar todos los mecanismos federativos que estuvieran a su alcance para dejar sin valor la decisión del juez único de Competición, que fue quien impuso esa nueva fecha a todos los equipos que no fueran a poder jugar este fin de semana. La intención era dejar completada la primera fase en todos los subgrupos antes de que comenzara la segunda, algo previsto para el fin de semana del cuatro y cinco de abril. No estaban dispuestos a retrasar el inicio del segundo acto de la temporada y de ahí que impusieran la fecha del 31, pero al club zornotzarra no le vale y por eso ayer mismo presentó un recurso para intentar dejar sin valor, al menos en cuanto al partido de Urritxe se refiere, la decisión de Competición.

El problema parece ser de fechas. Las que explicaba en su resolución el juez único no casaban con el protocolo impuesto por el servicio vasco de Salud para todos los que han sido contacto directo de los futbolistas infectados. Lo que sucede es que el comunicado que envió el Amorebieta el pasado martes tampoco ayudaba. En el mismo, explicaba que los positivos se habían detectado en un «control rutinario» realizado el pasado lunes, pero de rutina tuvo poco. En el club ya había casos que, incluso, le impidieron al entrenador contar apenas con jugadores del primer equipo en esa sesión de trabajo del lunes. Al detectarse dichos casos, algunos de los cuales incluso son sintomáticos, todos los integrantes de la plantilla, el cuerpo técnico y los auxiliares se sometieron a dichos PCR que aumentaron el número de positivos. De hecho, lo ha ido haciendo también en los días siguientes y ya son en torno a una decena los jugadores afectados.

Tanto los que dieron positivo como los que dieron negativo están en sus casas desde hace días. A los segundos, les empieza a contar el obligatorio plazo de 10 días de confinamiento a partir del entrenamiento del pasado viernes día 19. Y les han citado para someterse a una nueva PCR para el sábado 27. Sin embargo, en el escrito de Competición, se detallaba que los futbolistas del Amorebieta que se hubieran librado del contagio quedarían liberados ese día y podrían comenzar a entrenar al siguiente, algo que, según afirman desde la entidad vizcaína, no se corresponde con la realidad. De hecho, si el confinamiento comenzó a contar el día 19, no terminaría hasta el día 29, por lo que no podrían comenzar a entrenar hasta el martes 30 y el partido, en principio, debería disputarse el miércoles 31.

De este modo, desde el Amorebieta trasladaron ayer su confianza en que la Federación va a rectificar su decisión y no les va a hacer jugar tras haber completado sólo un entrenamiento. Creen que ha habido un fallo de comunicación que quedará corregido en cuanto aporten la documentación correspondiente. De hecho, en el caso extremo de que les hicieran jugar un día después de salir de un confinamiento de diez días, a buen seguro que sólo lo podrían hacer con quienes han dado negativo, por lo que el número de bajas podría ser enorme.

No parece, por lo tanto, ninguna locura pensar que el miércoles 31 tampoco va a haber partido. En el caso de que la Federación rectifique, tendrá que elegir entre suspender definitivamente el partido y utilizar los coeficientes o, sencillamente, retrasar la disputa del encuentro, que tampoco tendría consecuencias, ya que no es un partido trascendente para el final de la primera fase. Simplemente, se pondrán en juego tres puntos que sí serán importantes para lo que pueda conseguir cada uno en la segunda fase, pero se podría jugar a mediados de abril sin que supusiera tampoco un gran perjuicio ni para ellos ni para algún tercero.

Ambos equipos están viviendo la situación de manera bien diferente, ya que mientras los jugadores del Racing están entrenando con normalidad, los del Amorebieta están encerrados en su casa y buena parte de ellos infectados. Además, los hay sintomáticos y, en algún caso, pasándolo mal. En el vestuario cántabro están al día de lo que sucede en el vizcaíno porque fluye la comunicación entre ambos. Por un lado, Jon Ander guarda relación con viejos compañeros que tuvo tras su paso por el equipo azulón antes de fichar por el Racing mientras que el propio Aritz Solabarrieta es muy amigo de Íñigo Vélez de Mendizabal, su homólogo en el banquillo zornotzarra.

Saben lo que hay y son conscientes de que incluso es probable que no jueguen ni siquiera el miércoles. Es algo que quizá sepan hoy mismo y, si toca pasar página, comenzarán  ya a preparar el primer partido de la segunda fase. Lo que sucede es que no sabrán ni dónde ni contra quién será hasta el miércoles por la noche, una vez se haya terminado la primera fase en el grupo 2B, con el que deberá cruzarse y que también tiene fijada la celebración de la última jornada el día 31. Lo que sí da la sensación es que al club cántabro no le parece mal ahorrarse la visita a un campo como Urritxe y hacer uso del coeficiente, ya que tampoco saldría mal parado.