"Ya se lo he dicho a algunos de mis compañeros de equipo: 'Espero que ganemos sólo para que sintáis lo que pesa; os vais a volver locos, no os lo vais a creer'", dice Alberto Moreno, y a continuación vuelve a caer el futbolista que dice competir con Santi Cazorla para ver quién se ríe más, cuyo último mensaje al portero goleador Alisson Becker corría "hermano, kilómetros mejor que Salah, Mané y Firmino", y que jura esconderse si el Villarreal pierde la final y David de Gea le manda mensajes. "Reconozco que pesa más que la Copa de Europa. La Copa de Europa pesa, pero ¿la Copa de la Uefa? Vaya. Un trozo de acero muy grande".

El miércoles el Villarreal se enfrenta al Manchester United en Gdansk. Es su primera final europea; es la quinta de Moreno en siete años. Es su tercera sólo en esta competición, y con tres clubes diferentes. "Estuve en el Sevilla y llegamos a una final de la Europa League, fui al Liverpool y llegamos a una final de la Europa League, vine al Villarreal y llegamos a una final de la Europa League. El próximo equipo al que llegue, lo pondré en el contrato", dice, sonriendo mientras hace la mímica de la firma de un contrato.

Puede que necesite una cláusula de entrenador. La historia de Moreno en la Europa League es una historia de tres finales y un entrenador. Unai Emery, su entrenador ahora, estaba al mando cuando la ganó con el Sevilla en 2014. También fue el técnico que le derrotó cuando el Liverpool perdió en Basilea. "Sí, y me lo dice", dice Moreno. "Me dirá: 'Nosotros [el Sevilla] te la pegamos de verdad'. Le gusta explicar cómo jugaron [dos laterales] para bloquearnos a mí y a Coutinho. Luego me dirá: 'Lo siento Albi', pero sí le gusta recordármelo".