25.04.2024 |
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108 años de recuerdos

En el aniversario del primer partido del Racing, el presidente Alfredo Pérez destacó que el club cántabro está «saneado» y manteniendo una «firme apuesta por la cantera»

Mantilla, Martín Solar, Víctor Diego, Alfredo Pérez y Diego Ceballos, ayer durante la ofrenda floral. / RRC
Mantilla, Martín Solar, Víctor Diego, Alfredo Pérez y Diego Ceballos, ayer durante la ofrenda floral. / RRC
108 años de recuerdos

Roncal, García, Iruretagoyena, Zubieta, Ricondo, Sierra, Venero, Zubizarreta, Sesma, Flórez Estrada y Mateo. Éste fue el primer once inicial que jugó un partido de fútbol bajo la denominación de Racing y vistiendo una camiseta roja con mangas blancas debido a una aventura sucedida en Irún que los racinguistas ya conocerán. Ayer, a eso de las tres y media de la tarde, se cumplieron 108 años desde que esos jugadores escribieron el primer capítulo de la historia racinguista y el club cántabro aprovechó para celebrar el cumpleaños con una ofrenda de flores al busto de Pancho Cossío que ya se ha convertido en tradicional y con un pequeño y sencillo acto en el que estuvieron presentes el presidente Alfredo Pérez y los jugadores Martín Solar, Diego Ceballos y Mantilla, todos ellos acompañados de Víctor Diego.

Aquel primer partido, como todo racinguista sabe ya, fue contra un equipo llamado Strong, también de la capital, que no perduró demasiado. Y el Racing perdió 1-2 siendo Mariano Zubizarreta el autor del primer gol de la historia del club. Fue una mala forma de empezar y quizá anunció las dificultades que ha tenido que superar la entidad para seguir hoy en día vigente, pero lo cierto es que, apenas quince años después, ese equipo que estaba dando sus primeros pases en la plaza Pombo sería uno de los fundadores de la Liga y terminaría estando cuarenta y cuatro temporadas en Primera División.

Hoy no vive sus mejores tiempos porque, de hecho, está disputando su sexta temporada de las últimas ocho en Segunda B. Hace poco más de un mes, incluso estaba colocado en puestos pintados en rojo en la clasificación. Nunca había estado tan abajo deportivamente hablando, pero ayer pudo celebrar el cumpleaños con ilusiones renovadas después de corregir el rumbo y estar a punto de iniciar la recta final del campeonato con la necesidad de remontar pero metido por fin en una buena dinámica.

Con todo, más allá de lo deportivo, Alfredo Pérez quiso quedarse ayer con el hecho de poder estar disfrutando de «un Racing saneado». Porque no hace demasiado tiempo que el club estaba agonizando. De hecho, cumplió los cien años herido de muerte y con aspecto de no tener solución. Sin embargo, aunque parezca paradójico, en aquellos momentos en los que parecía que no había futuro, fue cuando más vivo estuvo el racinguismo, ya que fue su masa social quien mantuvo las constantes vitales del club y quien acabó expulsando a quienes lo estaban llevando a la desaparición.

Fiel al mensaje que viene manteniendo en los últimos meses, el presidente verdiblanco destacó, más allá de la salud económica que vende, la «apuesta» que está realizando el club por la cantera. «A nuestros jugadores les habría gustado celebrar el aniversario aquí, con todos nuestros niños y jóvenes que trabajan día a día en La Albericia para jugar unos partidillos en Pombo», afirmó el máximo dirigente verdiblanco. Pero no puede ser. La pandemia no permite actos semejantes.

A cambio, el Racing trasladó hasta allí a tres de los jugadores formados en La Albericia que han encontrado un hueco en la primera plantilla. En concreto, acudieron Ceballos, Mantilla y Martín Solar, que coincidieron en destacar el orgullo y la ilusión que sienten por formar parte del primer equipo verdiblanco, que es el objetivo que todo canterano quiere alcanzar conforme va subiendo peldaños en las categorías inferiores.

El central es de los que fue un habitual en la grada de Los Campos de Sport desde bien pequeño y aprovechó para recordar que estuvo allí el día que se celebró el centenario, cuando el estadio disfrutó de un lleno absoluto. Con todo, los mejores recuerdos que mantiene, por mucho que por entonces fuera muy joven, corresponden a las eliminatorias europeas y, sobre todo, al «gol de Colsa» en el Parque de los Príncipes.

Martín Solar no se queda tanto con una hazaña deportiva, sino con otra que habla de dignidad, «el plante en Copa del Rey» porque, como recordó, además coincidió con su cumpleaños. «Nunca se me olvidará» apuntó a la vez que ponía el acento en el «orgullo» que siente por «pertenecer a este gran club». «Para un chico como yo, que desde bien pequeño acude al campo para ver al equipo de su ciudad, es un orgullo muy grande pertenecer a la primera plantilla», añadió.

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