20.04.2024 |
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Urkullu cree que tras diez años sin ETA hay "heridas por cicatrizar" y apuesta por una Euskadi "políticamente plural"

Dice que ser víctima no otorga la razón política pero sí "referencialidad moral" porque "han dado un inmenso ejemplo"
Urkullu cree que tras diez años sin ETA hay "heridas por cicatrizar" y apuesta por una Euskadi "políticamente plural"

Dice que ser víctima no otorga la razón política pero sí "referencialidad moral" porque "han dado un inmenso ejemplo"

BILBAO, 17 (EUROPA PRESS)

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado que, tras diez años sin la violencia de ETA, existen aún "heridas que deben cicatrizar", aunque apuesta por construir entre todos una Euskadi "políticamente plural y socialmente diversa", sin que nadie "usurpe y pretenda, nuevamente, hablar en nombre del pueblo vasco".

En un artículo de opinión publicado por El Correo y El Diario Vasco, recogido por Europa Press, el presidente vasco analiza el décimo aniversario del cese de la actividad terrorista de ETA.

Tras reconocer que lo primero que hizo al conocer la noticia fue llamar a su familia, recuerda que unos días antes se había celebrado la Conferencia de Aiete que "formaba parte de la escenificación del final".

"Sabíamos -quizás sería mejor decir que teníamos la esperanza fundada- que la fecha iba a ser ese día, el 20 de octubre. Conocíamos cuál debía ser el contenido de ese comunicado. Tenía esperanza y confianza de que así fuera", afirma.

Urkullu, que recuerda que ya se había vivido con anterioridad "ilusiones frustradas, tantos procesos rotos, tantas promesas incumplidas", subraya que la casi seguridad de que el final había llegado "se mezclaba con cierta incertidumbre".

"Como había acabado sucediendo cinco años antes con el final abrupto e inesperado que tuvieron las denominadas conversaciones de Loiola, en las que, con un documento prácticamente acordado, todo se vino abajo en el último momento. Pero este comunicado se hizo público el día previsto, a la hora prevista y el contenido del cese definitivo de la actividad armada y violenta se ajustaba a lo acordado y esperado", valora. A su juicio, es difícil definir lo que sintió en ese momento y habla de "alivio, alegría y esperanza ante el inicio de una nueva etapa".

"También una tristeza inmensa por todo el dolor innecesario que ETA sembró durante más de 40 años. Recuerdo que lloré en la soledad de mi despacho. Llamé y convoqué a los expresidentes de EAJ-PNV, así como a otros compañeros y compañeras. Al día siguiente, viernes, convocamos a los miembros de la Asamblea Nacional y excargos del partido. Recuerdo que en esa reunión insistimos en que 'no todo estaba hecho', ya que era necesario 'trabajar' la paz, la convivencia y la concordia", incide.

Asimismo, recuerda que en aquel momento señalaron que "el inicio a la paz no había llegado solo" ya que "que la normalización en una convivencia en paz y la concordia tampoco llegarían solas".

"La sociedad vasca había conseguido su objetivo, su anhelo: el cese definitivo de la acción armada. La sociedad vasca había marcado el camino para un proceso de diálogo", añade.

En este contexto, recuerda que han pasado diez años desde aquel comunicado de ETA, cuatro años y medio desde que ETA entregara las armas y explosivos que tenía bajo su control y se declarara organización desarmada, y apenas tres años y medio desde que se disolviera de forma unilateral anunciando el "desmantelamiento total de sus estructuras y el final de su trayectoria y su actividad política".

"En aquel momento, junto con la presidenta de Navarra, dijimos que la normalización de la convivencia requiere una valoración clara y compartida sobre la injusticia de la violencia de todas las organizaciones terroristas y, singularmente, de ETA. En estos diez años hemos avanzado. Caminamos en la buena dirección, aunque todavía hay heridas que deben cicatrizar", asegura.

VÍCTIMAS

Según remarca, en la celebración del décimo aniversario, el primer recuerdo ha de ser para las víctimas de ETA. "Para las 853 víctimas mortales; también para los miles y miles de personas heridas, secuestradas, amenazadas, coaccionadas o extorsionadas. Todas estas personas son memoria viva de la peor pesadilla", añade.

A su juicio, ser víctima no otorga la razón política pero sí "referencialidad moral, porque las víctimas han dado un inmenso ejemplo de resiliencia y generosidad".

"Su derecho a memoria, verdad y justicia se torna en deber para nosotros y nosotras. Un deber que, así lo hemos reconocido y asumido, no siempre hemos cumplido diligentemente. Deber en términos de su reconocimiento legal, institucional, social y moral. Felizmente, se han dado numerosos y significativos pasos en este camino. Hoy las víctimas encuentran en la sociedad vasca la solidaridad, el calor y el reconocimiento debidos", expresa.

Por todo ello, el lehendakari considera que hoy Euskadi vive mejor y la sociedad vasca convive mejor, de tal forma que aunque se camina en la buena dirección se debe "tener presente que la dura experiencia ha servido también de aprendizaje".

"Tenemos por delante tres grandes prioridades: construir memoria crítica y compartida, afianzar la educación en derechos humanos y profundizar en el compromiso con el pluralismo y los principios democráticos", indica, para añadir que se mira al futuro "con ilusión y esperanza, conscientes del camino que queda por recorrer, pero con paso firme y decidido". "Podemos y, sobre todo, queremos vivir juntos. Queremos convivir, sobre la base del reconocimiento, el respeto, el diálogo y la empatía".

Por último, apuesta por convivir en una Euskadi "políticamente plural y socialmente diversa", una Euskadi "a seguir construyendo entre todos y todas sin que nadie nos usurpe y pretenda, nuevamente, hablar en nombre del Pueblo Vasco".

Urkullu cree que tras diez años sin ETA hay "heridas por cicatrizar" y apuesta por una Euskadi "políticamente plural"
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