Un hombre de unos veinte años fue asesinado a tiros por el Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) el miércoles 20 de julio, después de matar a cinco miembros de su familia mixta en una casa en Dover, Ain, donde había estado atrincherado desde el martes por la noche.

El loco "habría padecido trastornos psiquiátricos" , según la fiscalía de Bourg-en-Bresse, que aún no ha precisado la edad de las víctimas, ni sus vínculos precisos con el autor del homicidio. Según el alcalde de la localidad, Christian Limousin, son dos adultos y tres niños.

Según la fiscalía, que ha abierto una investigación por homicidios dolosos, la gendarmería de Ain fue alertada durante la noche del martes al miércoles, en concreto por el propio autor, según una fuente cercana al expediente. El sospechoso estaba armado con un rifle de cañón largo y una katana (espada japonesa) cuando los gendarmes intervinieron con el refuerzo del GIGN, dijo la fuente a la Agence France-Presse. Así, una segunda investigación se centrará en el uso de sus armas por parte de los gendarmes del GIGN.

El loco "estaba decidido"

"Los negociadores intentaron ponerse en contacto con él toda la noche, en vano, y el asalto se lanzó por la mañana ", dijo esta fuente. El loco, "refugiado en una habitación cerrada en el pabellón, con el torso y las extremidades cubiertos con protecciones" , fue "determinado" , dijo el fiscal, Christophe Rode, en un comunicado de prensa.

“Pese a varios citatorios dirigidos a este individuo para que deponga las armas y a pesar de tener una pistola de pulsos eléctricos, el maníaco apuntó con sus armas y avanzó en dirección a los gendarmes quienes luego usaron sus armas en cuatro ocasiones, causándoles así graves lesiones ”, agregó. el magistrado

Los paramédicos intentaron reanimarlo, pero murió veinte minutos después. Cinco personas, miembros de una familia mezclada de la que él formaba parte, fueron encontradas muertas en la casa.

Uno de los asesinatos familiares más mortíferos.

Según Christian Limousin, esta familia vivía en la casa desde julio de 2020 y “comenzó a invertir en el pueblo” . Según un conocido de la familia, el agresor tenía 22 años y trabajaba en un restaurante de comida rápida en un pueblo cercano.

En el único bar del pequeño pueblo de Bas-Bugey, varios habitantes se apoyaban en la barra, tratando de reconstruir los hechos. Entre ellos, un electricista que había hecho trabajos para esta familia lamentó “un día triste” para el pueblo. “No es algo que suceda todos los días y no queremos particularmente que suceda ”, explicó, negándose a revelar su identidad.

“Esta mañana a las 8:30 los gendarmes me pidieron que no abriera mi bar ”, dijo Tania, dueña del café del pueblo desde marzo pasado, quien finalmente abrió su establecimiento por la tarde. “La madre de una de las víctimas me llamó para decirme que no había podido localizar a su hija desde ayer ”, agregó el comerciante.

En torno al centro de este pueblo de mil habitantes se ha levantado un amplio perímetro de seguridad, cuyos accesos principales se han cerrado. Un centenar de gendarmes, incluidos enviados de la rama GIGN Ain, y técnicos de investigación criminal se encontraban en el lugar.

Este drama es uno de los asesinatos familiares más mortíferos en Francia en los últimos años. En octubre de 2020, un padre mató a su esposa, dos hijos y dos sobrinos en Noisy-le-Sec, Seine-Saint-Denis. Un doble parricidio lo cometió en el País Vasco en 2016 un joven de 24 años, que también intentó matar a su hermano.