José Luis Ábalos, exministro de Transportes, ha decidido no renunciar a su acta de diputado, tal y como había solicitado la Ejecutiva del PSOE, y en su lugar ha optado por unirse al Grupo Mixto. Esta maniobra, revelada por Cadena Ser, le permite conservar su condición de aforado, un elemento clave en medio de la investigación judicial que enfrenta por el 'caso Koldo', relacionado con la presunta recepción de comisiones ilegales en la venta de mascarillas durante la pandemia de covid-19.

La decisión de Ábalos marca un punto de ruptura con el PSOE, en un contexto donde la dirección del partido le había exigido entregar su acta de diputado para distanciarse de las acusaciones que pesan sobre él. Al pasar al Grupo Mixto, Ábalos no solo desafía a la cúpula de su antiguo partido sino que también busca aferrarse a una protección legal adicional frente a los procedimientos judiciales en curso.

El 'caso Koldo' ha sacudido los cimientos del PSOE, implicando a una figura prominente de la formación en un escándalo de corrupción que ha capturado la atención del público y de los medios de comunicación. La elección de Ábalos de mantener su escaño a través del Grupo Mixto subraya la complejidad de su situación legal y la importancia de la aforabilidad en el contexto de las investigaciones judiciales en España.

Este movimiento estratégico no solo tiene implicaciones para la trayectoria política de Ábalos sino también para la imagen y la cohesión interna del PSOE, enfrentando al partido a nuevos desafíos en su gestión de la crisis y en su relación con el electorado. La transición de Ábalos al Grupo Mixto abre un nuevo capítulo en la política española, con consecuencias aún por determinar tanto para su futuro personal como para el del partido que una vez representó.