El turismo rural cántabro elabora una guía de contingencia
18:13 09/06/20
La Asociación de Turismo Rural de Cantabria ha elaborado guía para implantar los procesos de prevención de riesgo de contagio por COVID-19 específicos para este sector.
La guía, que lleva por título "Plan de Contingencia COVID-19", ha sido elaborada a FLASEM Touristic Projects Management, empresa cántabra especialista en planes de calidad turística, según ha informado la asociación en un comunicado.
El documento incluye los procedimientos a seguir en el desarrollo de toda la actividad turística y en caso de detectarse casos de entre el personal o los clientes.
Según ha informado la Asociación de Turismo de Cantabria en una nota de prensa, el “Plan de Contingencia COVID-19” incluye recomendaciones para los alojamientos de alquiler íntegro y para los de alquiler por habitaciones.
Además, asume todas las normativas elaboradas por el Instituto de Calidad del Turismo de España (ICTE) en coordinación con la Secretaría de Estado de Turismo y las medidas establecidas por el Ministerio de Sanidad.
El plan detalla las tareas de higiene y desinfección que se deben llevar a cabo antes y después de la estancia del cliente y pormenoriza las tareas que han de realizarse en el conjunto de las instalaciones, incluyendo la zona de acogida, habitaciones, baños y espacios comunes, además de indicar cómo han de tratarse la lencería y ropa de hogar, vajillas y utensilios de cocina.
El personal de limpieza ha de incorporar, según se describe, medidas de protección concretas, y especifica cómo debe proceder en sus tareas, y también subraya que los productos de desinfección y limpieza son los incluidos en el listado de virucidas autorizados por el Ministerio de Sanidad, así como se ocupa de las medidas de prevención que han de cumplimentarse en piscinas, spas, zonas de recreo infantil, ascensores y gimnasios.
El plan de contingencia establece asimismo una serie de actuaciones en caso de detectarse un caso positivo de coronavirus o de síntomas compatibles con la enfermedad entre los clientes o el personal de los establecimientos.
En el caso de que sea un cliente quien presente los síntomas, será aislado, se pondrá de inmediato mascarilla, se le tomará la temperatura con un termómetro sin contacto, se llamará a los teléfonos de la Comunidad Autónoma habilitados a tal fin y se seguirán sus instrucciones.
Ante esta situación se procederá a la desinfección de las superficies con las que haya podido estar en contacto y del centro de trabajo, usando el personal de limpieza prendas de protección individual. Será el propietario del establecimiento el responsable de la toma de decisiones en el proceso.
El Plan de Contingencia COVID-19 diseñado establece una información útil para el viajero en el procedimiento de acogida y estancia con una serie de medidas como incluir el pago de la estancia por transferencia bancaria 24 horas antes de la entrada del cliente y no exigirle ningún pago por adelantado o pre-reserva, o mediar un período de 24 horas entre la salida y entrada de los clientes en el caso de alquiler íntegro de una casa rural.
En el momento de la entrada se informará al cliente de que, según ocupación, algunos servicios quedarán condicionados a horarios determinados para su uso o, si lo solicitase con anterioridad, se le informará sobre esta circunstancia por email.
Además, a su llegada se le mostrará la información relativa a las medidas higiénico sanitarias implementadas por el establecimiento y durante su estancia tendrá a su disposición, bajo petición, mascarillas quirúrgicas y guantes.
Otras medidas para evitar posibles contagios consistirán en la entrega de la llave sin llavero y desinfectada, será recibido a su llegada por el personal provisto de mascarilla FFP2 y guantes y tanto el personal de bienvenida como el cliente deberán hacer uso en ese momento del gel hidroalcohólico que habrá a la entrada del establecimiento, así como del felpudo desinfectante para el calzado.
Los responsables del alojamiento controlarán que se mantengan las distancias de seguridad en el caso de los alojamientos por habitaciones y si por alguna circunstancia no fuera posible, se les indicará a los clientes que es obligatorio el uso de mascarilla.
Con este plan exhaustivo, elaborado por la consultora FLASEM Gestión de Proyectos Turísticos, la Asociación de Turismo Rural de Cantabria confía en que "los viajeros que estén pensando en disfrutar de unas vacaciones en un espacio natural y poco masificado, se sientan confiados de elegir Cantabria como destino". ![Publicidad 171034]()
La guía, que lleva por título "Plan de Contingencia COVID-19", ha sido elaborada a FLASEM Touristic Projects Management, empresa cántabra especialista en planes de calidad turística, según ha informado la asociación en un comunicado.
El documento incluye los procedimientos a seguir en el desarrollo de toda la actividad turística y en caso de detectarse casos de entre el personal o los clientes.
Según ha informado la Asociación de Turismo de Cantabria en una nota de prensa, el “Plan de Contingencia COVID-19” incluye recomendaciones para los alojamientos de alquiler íntegro y para los de alquiler por habitaciones.
Además, asume todas las normativas elaboradas por el Instituto de Calidad del Turismo de España (ICTE) en coordinación con la Secretaría de Estado de Turismo y las medidas establecidas por el Ministerio de Sanidad.
El plan detalla las tareas de higiene y desinfección que se deben llevar a cabo antes y después de la estancia del cliente y pormenoriza las tareas que han de realizarse en el conjunto de las instalaciones, incluyendo la zona de acogida, habitaciones, baños y espacios comunes, además de indicar cómo han de tratarse la lencería y ropa de hogar, vajillas y utensilios de cocina.
El personal de limpieza ha de incorporar, según se describe, medidas de protección concretas, y especifica cómo debe proceder en sus tareas, y también subraya que los productos de desinfección y limpieza son los incluidos en el listado de virucidas autorizados por el Ministerio de Sanidad, así como se ocupa de las medidas de prevención que han de cumplimentarse en piscinas, spas, zonas de recreo infantil, ascensores y gimnasios.
El plan de contingencia establece asimismo una serie de actuaciones en caso de detectarse un caso positivo de coronavirus o de síntomas compatibles con la enfermedad entre los clientes o el personal de los establecimientos.
En el caso de que sea un cliente quien presente los síntomas, será aislado, se pondrá de inmediato mascarilla, se le tomará la temperatura con un termómetro sin contacto, se llamará a los teléfonos de la Comunidad Autónoma habilitados a tal fin y se seguirán sus instrucciones.
Ante esta situación se procederá a la desinfección de las superficies con las que haya podido estar en contacto y del centro de trabajo, usando el personal de limpieza prendas de protección individual. Será el propietario del establecimiento el responsable de la toma de decisiones en el proceso.
El Plan de Contingencia COVID-19 diseñado establece una información útil para el viajero en el procedimiento de acogida y estancia con una serie de medidas como incluir el pago de la estancia por transferencia bancaria 24 horas antes de la entrada del cliente y no exigirle ningún pago por adelantado o pre-reserva, o mediar un período de 24 horas entre la salida y entrada de los clientes en el caso de alquiler íntegro de una casa rural.
En el momento de la entrada se informará al cliente de que, según ocupación, algunos servicios quedarán condicionados a horarios determinados para su uso o, si lo solicitase con anterioridad, se le informará sobre esta circunstancia por email.
Además, a su llegada se le mostrará la información relativa a las medidas higiénico sanitarias implementadas por el establecimiento y durante su estancia tendrá a su disposición, bajo petición, mascarillas quirúrgicas y guantes.
Otras medidas para evitar posibles contagios consistirán en la entrega de la llave sin llavero y desinfectada, será recibido a su llegada por el personal provisto de mascarilla FFP2 y guantes y tanto el personal de bienvenida como el cliente deberán hacer uso en ese momento del gel hidroalcohólico que habrá a la entrada del establecimiento, así como del felpudo desinfectante para el calzado.
Los responsables del alojamiento controlarán que se mantengan las distancias de seguridad en el caso de los alojamientos por habitaciones y si por alguna circunstancia no fuera posible, se les indicará a los clientes que es obligatorio el uso de mascarilla.
Con este plan exhaustivo, elaborado por la consultora FLASEM Gestión de Proyectos Turísticos, la Asociación de Turismo Rural de Cantabria confía en que "los viajeros que estén pensando en disfrutar de unas vacaciones en un espacio natural y poco masificado, se sientan confiados de elegir Cantabria como destino".
