Trabajar con un freelance de forma remota para optimizar la productividad del negocio puede brindar múltiples ventajas. Por eso, este modelo de contratación ha crecido en los últimos años y pequeñas y grandes empresas, cada vez más, recurren a esta modalidad de colaboración. Estos son cinco de los grandes beneficios de contar con un profesional independiente.

1. Los mejores profesionales a tu alcance  

El acceso a un talento está a tan solo un clic de distancia. Hoy en día, es posible encontrar tanto expertos en un área determinada, como opciones más polivalentes que ofrecen múltiples servicios. Gracias a las distintas plataformas que conectan empresas con consultores es más fácil que nunca seleccionar a la persona idónea. 

Es cuestión de investigar un poco los distintos perfiles donde cada uno describe sus habilidades, sus conocimientos y la experiencia obtenida. El funcionamiento de la web hace que los freelances reciban calificación de sus anteriores colaboraciones; algo que, definitivamente, proporciona mayor seguridad y ayuda a tomar mejores decisiones. 

Estos marketplace de freelances también ofrecen la posibilidad de publicar un proyecto para recibir ofertas de personas interesadas, con las que se puede interactuar antes de tomar la decisión.

1. Expertos motivados y resolutivos

Los buenos profesionales independientes tienen un recorrido diferente al empleado tradicional. Los proyectos, los clientes y los retos son más variados. De este modo, entre sus habilidades específicas, también están la adaptación y la resolución de problemas frente a diferentes escenarios. Gracias a esa experiencia obtenida por haber interactuado en múltiples ámbitos y con distintas personas, pueden aportar soluciones personalizadas y concretas para cada situación.

A su vez, el aprendizaje y la innovación se convierten en una constante en sus trayectorias laborales. Cada propuesta es un nuevo reto que asumen con todo el compromiso, a fin de cuentas, ellos son la cara de su propio negocio.

1. Ahorro y costes bajos

Un empleado en nómina implica un gasto fijo que no siempre se puede afrontar de manera continua. 

En el caso de contratar un profesional autónomo, este cuenta con su propio espacio, herramientas de trabajo y el conocimiento necesario para desempeñar su labor.

La flexibilidad en cuanto al gasto en recursos humanos, lleva a que cada vez más empresas contraten a expertos para proyectos concretos, pudiendo así adaptarse mejor a las diferentes situaciones y necesidades del negocio.

1. Soluciones rápidas y acertadas  

Un punto importante es la inmediatez. Las personas que trabajan en el mundo digital están acostumbradas a cumplir requisitos específicos por proyectos, plazos y objetivos. Al igual que a la empresa, les conviene controlar los tiempos y los resultados.

Su recorrido les permite adaptarse a cualquier tipo de problema que puede surgir y son capaces de brindar un gran abanico de soluciones. Por otra parte, muchos freelancers tienen horarios más flexibles que se adaptan al flujo de trabajo, algo que a veces permite acelerar los plazos de entrega.

1. Presupuesto a tu medida 

En la mayoría de los casos, el presupuesto se establece por proyecto o por horas trabajadas. Colaborar con profesionales independientes da la posibilidad de encontrar una propuesta que se adecúe al bolsillo y al tiempo de ejecución necesario. No obstante, es recomendable pedir varios presupuestos y fijarse, no solo en el precio final sino en todo lo que incluye. 

Contratar a una persona en forma remota es una decisión que puede adaptarse a cualquier tipo de empresa. El profesional freelance es capaz de hacer la misma función que un empleado, pero de manera flexible, autónoma y con menor coste. Una nueva forma de entender la estructura empresarial con múltiples ventajas para adaptarse al contexto actual.