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El Diario de Cantabria

ECONOMÍA

El fracaso de la reforma laboral: ¿Por qué los contratos se hunden y la precariedad sigue en aumento?

El Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado resaltar los logros de su gestión en materia laboral, particularmente en relación con la reforma laboral y la situación económica, presentando un panorama optimista
Una persona desempleada entrando a una oficina de empleo. / Archivo / EP
Una persona desempleada entrando a una oficina de empleo. / Archivo / EP
El fracaso de la reforma laboral: ¿Por qué los contratos se hunden y la precariedad sigue en aumento?

Sin embargo, los datos muestran una realidad más sombría en el mercado laboral, que cuestiona la eficacia de las políticas del Ejecutivo. A pesar de los discursos que celebran el crecimiento económico y la supuesta mejora en la calidad del empleo, persisten problemas estructurales que afectan gravemente a los trabajadores, en especial a los parados de larga duración y a quienes se ven atrapados en empleos precarios y de corta duración.

Contratación en descenso desde 2021

En agosto de 2024, el número total de contratos registrados en España fue de 1.040.159, lo que supone una caída del 4,5% respecto al mismo mes del año anterior. Esta cifra refleja un descenso en la contratación, contradiciendo el discurso oficial que pretende mostrar un crecimiento estable. La comparación con agosto de 2021 arroja un descenso mucho más significativo: 367.404 contratos menos, una disminución del 26,2%, lo que evidencia que, a pesar de la reforma laboral, el volumen de nuevos contratos ha ido en picada desde entonces.

Aumento de la precariedad laboral

Uno de los puntos más preocupantes es el creciente nivel de precariedad en los contratos laborales, un hecho que entra en clara contradicción con las expectativas generadas por la reforma laboral del Gobierno de Sánchez. Según un estudio del sindicato USO, a pesar de un incremento inicial de la contratación indefinida tras la reforma laboral, en 2024 se ha registrado una disminución del 7% en este tipo de contratos, mostrando una tendencia decreciente.

Aún más revelador es el hecho de que la duración media de los contratos está disminuyendo. Comparado con 2023, ha caído un día, y con respecto a 2021, ha bajado una semana. La mayoría de los contratos temporales tienen una duración inferior a una semana, con uno de cada tres contratos temporales cerrándose en menos de siete días. Si consideramos todos los contratos (temporales o indefinidos), el 21,5% tiene una duración de menos de una semana, el 7,5% de entre una y dos semanas, y el 11,8% de entre dos semanas y un mes. Esto significa que cuatro de cada diez contratos firmados en España no superan el mes de duración, lo que pone de manifiesto un mercado laboral altamente inestable.

El drama del paro de larga duración

El paro de larga duración sigue siendo un grave problema en España. Según el sindicato USO, casi la mitad de los parados registrados (46,6%) se encuentra en esta situación, es decir, llevan más de 12 meses sin empleo. Aún más alarmante es que casi uno de cada tres parados (30,5%) lleva más de dos años buscando trabajo sin éxito. Este periodo coincide con la duración máxima de las prestaciones por desempleo, lo que deja a un número significativo de personas sin ingresos y dependientes de subsidios o ayudas del Estado una vez agotado ese plazo.

El perfil del desempleado de larga duración es mayoritariamente el de una persona mayor de 50 años, un grupo que enfrenta enormes dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Las mujeres, en particular, sufren más este problema, representando casi el doble de casos de parados de larga duración en comparación con los hombres. Esta situación perpetúa la dependencia de estas personas en subsidios y otros tipos de ayudas, en lugar de fomentar su reincorporación al mercado laboral.

Falta de soluciones estructurales

El Gobierno de Sánchez ha tratado de paliar estos problemas con políticas de subsidios, pero esta estrategia parece insuficiente para abordar las raíces estructurales de la crisis laboral. A pesar de que se ha presentado como un éxito la creación de empleo y las cifras de afiliación a la Seguridad Social, la realidad es que una gran parte de estos nuevos contratos son precarios y de muy corta duración, lo que genera una alta rotación laboral y poco empleo de calidad.

Además, los subsidios y ayudas económicas no pueden sustituir al empleo estable, que es lo que verdaderamente necesitan los parados de larga duración para salir de la pobreza. A medida que los contratos temporales se vuelven más cortos y la inseguridad laboral aumenta, cada vez más personas se encuentran atrapadas en un ciclo de desempleo, subsidios y trabajos temporales que no les permiten mejorar sus condiciones de vida ni desarrollar una carrera profesional sostenible.

El optimismo del Gobierno de Sánchez respecto a la reforma laboral y el crecimiento económico parece chocar con una realidad en la que la precariedad laboral sigue creciendo y el paro de larga duración afecta a un número creciente de personas, especialmente a los mayores de 50 años. Aunque el Gobierno ha intentado presentar sus políticas como un éxito, los datos indican que las soluciones propuestas no están funcionando para gran parte de la población.

En lugar de mejorar las condiciones laborales y reducir el desempleo, el mercado de trabajo en España sigue siendo un espacio de incertidumbre y fragilidad, en el que muchos trabajadores apenas logran mantenerse a flote con contratos cortos y sin estabilidad. Las personas que más sufren esta situación son las mujeres y los parados de larga duración, quienes ven cómo se agotan sus prestaciones sin encontrar oportunidades reales de empleo.

El desafío para el Gobierno es encontrar soluciones más estructurales que no se limiten a ofrecer subsidios, sino que fomenten la creación de empleos de calidad, reduzcan la precariedad y atiendan las necesidades de los grupos más vulnerables en el mercado laboral. Sin estos cambios, las políticas actuales corren el riesgo de ser insuficientes y dejar a una parte significativa de la población en una situación de dependencia económica y vulnerabilidad social.

El fracaso de la reforma laboral: ¿Por qué los contratos se hunden y la precariedad sigue en aumento?
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