ENFERMEDAD HEMORRÁGICA
La epidemia silenciosa que devasta el ganado en Cantabria: Más de 1.700 animales afectados y casi 250 muertes
La batalla de Cantabria contra la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) se intensifica con un total de 1,716 animales afectados y 232 muertes confirmadas desde el surgimiento del primer caso el pasado 13 de agosto. La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Susinos, alerta sobre una crisis que se extiende por toda la región, afectando a municipios como Cabezón de la Sal, Los Corrales de Buelna y Torrelavega, entre otros.
La expansión del brote ha llevado al Gobierno de Cantabria a impulsar un llamado urgente por una estrategia nacional que aborde las enfermedades emergentes con uniformidad y criterios claros. "Es esencial que abordemos este problema con los mismos criterios a nivel nacional", enfatizó Susinos, subrayando la necesidad de apoyo constante a los ganaderos y la continuidad en la concesión de ayudas para mitigar las pérdidas económicas devastadoras provocadas por la EHE.
Además de las ayudas directas, la consejera instó a los ganaderos a estar vigilantes y a reportar cualquier síntoma de la enfermedad a los servicios veterinarios de la consejería. "Nuestra prioridad es minimizar el impacto de esta enfermedad", aseguró Susinos, mencionando que la Consejería de Ganadería ha establecido un control permanente de vectores y un análisis continuo en las zonas afectadas.
Recursos Insuficientes para una Crisis en Expansión
A pesar de los esfuerzos locales, el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que asciende a más de un millón de euros, ha sido catalogado como "insuficiente" por Susinos, especialmente cuando el gobierno regional ha desembolsado más de tres millones de euros en ayudas directas y en cubrir los gastos de la vacuna contra la EHE.
"Necesitamos más que promesas; necesitamos soluciones reales y fondos que reflejen la gravedad de la situación", declaró la consejera, enfatizando que Cantabria seguirá exigiendo un mayor compromiso presupuestario por parte del Gobierno central para combatir eficazmente el brote.
Con municipios enteros bajo la amenaza de esta enfermedad y el sector ganadero en una encrucijada crítica, las próximas acciones del Gobierno podrían ser decisivas para prevenir una catástrofe económica y ambiental mayor en una de las comunidades más rurales y dependientes de la agricultura de España.