20.04.2024 |
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Tímida entrada de bonito en los puertos cántabros en primera quincena de costera pero hay optimismo

"Ahora mismo los bancos de bonito se encuentran a más de 50 millas al noroeste de Cantabria y eso supone unas diez horas de viaje entre ida y vuelta", ha apuntado el presidente de los pescadores cántabros.

25/3/22  Santoña
EP Barcos pesqueros atracados 



FOTO: JUAN MANUEL SERRANO ARCE
Varios hombres desembarcan pescado en el puerto de Santoña
Tímida entrada de bonito en los puertos cántabros en primera quincena de costera pero hay optimismo

La entrada de bonito en los puertos de Cantabria durante la primera quincena de costera está siendo tímida aunque parecida a los registros del año pasado, si bien los pescadores confían en que en las próximas semanas se revitalicen las capturas y las lonjas trabajen a pleno rendimiento en esta última gran cita del Cantábrico.

El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, César Nates, se muestra "tranquilo" y "optimista" ante el bajo nivel de capturas de la costera, porque admite, en declaraciones a Efe, que bonito "hay en la mar, aunque le cuesta picar".

Esta opinión es compartida por los pescadores que esta mañana han desembarcado sus cajas en el puerto de Laredo al extrañarse de la "poca voracidad" de los primeros cardúmenes que desde el 12 de junio están presentes en el Cantábrico.

Pese a ello, este jueves se ha despachado en la cofradía pejina unos 60.000 kilos de bonito; 13.000 kilos, en Santoña; 8.000 kilos, en Colindres, y 5.000 kilos, en San Vicente de la Barquera.

Un global, hasta el momento, de cerca de 280.000 kilos en Cantabria que se está vendiendo a buen precio en lonja -unos 5,40 euros de media- al no existir demasiada oferta, destinándose todo lo desembarcado en las dársenas para consumo fresco.

La cuota de bonito disponible en esta campaña es de 18.126 toneladas para toda la flota del Cantábrico bajo el modelo de "pesca olímpica" que, según aclara Nates, implica una inexistencia de límite de cupo de capturas, ni de descargas por embarcación.

Por ello, para los tripulantes del centenar de barcos de vivero y curricán, que en Cantabria se enrolarán al bonito, es "mejor salir a faenar que esperar, porque en tierra no se pesca", ha justificado Nates, quien reconoce que sobre la flota sigue pesando el problema del elevado precio del gasoil al gastar lo mismo si se lleva a puerto "4.000 o 40.000 kilos de capturas".

Al hilo, ha explicado que los armadores están pagando más por el combustible que antes de que se aprobasen las medidas del Gobierno para mitigar su alza, es decir, "con el descuento incluido abonamos ahora cerca del euro por litro, y cuando en marzo íbamos a bocarte -anchoa- se pagaba a 0,90 €/litro".

Un revés que se suma a que las condiciones meteorológicas están impidiendo a los barcos faenar siete días seguidos en la mar.

"Ahora mismo los bancos de bonito se encuentran a más de 50 millas al noroeste de Cantabria y eso supone unas diez horas de viaje entre ida y vuelta", ha apuntado el presidente de los pescadores cántabros.

De forma paralela, los últimos coletazos del bocarte prosigue para los pocos cerqueros que persisten en esta costera al no agotarse el cupo previsto en el primer semestre del año.

Ese excedente se sumará al 10 % de la cuota reservada para la segunda parte de la temporada, es decir, quedarán "unas 4.000 toneladas" de anchoa para pescar hasta final de año, ha precisado Nates.  

Tímida entrada de bonito en los puertos cántabros en primera quincena de costera pero hay optimismo
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