Las tractoradas que han tenido lugar durante todo el mes de febrero en España han afectado no solo a los agricultores, sino también a los transportistas, dejando a más de 100.000 camiones afectados por las movilizaciones, lo que representa casi la mitad del parque de camiones pesados en España, según la asociación de transportistas Fenadismer.

Una de las preocupaciones para los transportistas afectados es el tema de los seguros. Estos seguros, que suelen ser contratados por los cargadores, fabricantes, distribuidores, traders, así como por transportistas y transitarios, no suelen cubrir los daños derivados del mero paro o cese de actividad. Según Javier Casells, manager de Marine, Cargo & Logistics de Marsh Specialty en Marsh España, estos seguros cubren los daños y pérdidas que pueda sufrir la mercancía con ocasión de su transporte, pero no cubren todos los posibles escenarios, y muchas veces excluyen los daños derivados de huelgas o cierres patronales.

Los seguros de mercancías suelen incorporar en sus cláusulas las llamadas condiciones inglesas, emitidas por el Instituto de Aseguradores de Londres. Estas cláusulas, en sus modalidades base, suelen excluir de manera genérica y estándar los daños y pérdidas derivados de huelgas o cierres patronales, aunque pueden asegurarse opcionalmente contratando las denominadas institute strike clauses para cubrir algunos escenarios derivados de huelgas, motines, o algarabías.

Es importante destacar que estos seguros no cubren los daños derivados del mero paro o cese de actividad, sino que exigen un daño físico causado por un hecho cubierto, como podría ser un incendio causado por un piquete o la manipulación de un equipo de frío por un huelguista. Además, no cubren las demoras o retrasos derivados de huelgas ni los daños derivados de esas situaciones, ni a nivel general ni en el específico de la mercancía congelada o refrigerada.

Ante el impacto que estas tractoradas están teniendo en los transportistas, el Ministerio de Transportes ha aprobado una nueva flexibilización de los tiempos de conducción y descanso para los transportistas afectados, adicional a la que se aprobó a finales de enero por los bloqueos en Francia. Esto incluye exenciones al cumplimiento del tacógrafo, ampliación del límite de conducción máximo diario y semanal, así como reducción de los requisitos del descanso diario.