24.04.2024 |
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¿Cuál es la mejor elección para cambiar de moneda al viajar?

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¿Cuál es la mejor elección para cambiar de moneda al viajar?

Con el fin de la crisis del coronavirus, el mundo vuelve poco a poco a la normalidad. Los comercios comienzan a abrir sus puertas, las fronteras de España e Italia se abrirán en poco tiempo y los hoteles y restaurantes podrán reanudar su actividad de manera intermitente. Esta situación favorecerá a toda la población y, especialmente, a los amantes de los viajes, que podrán volver a recorrer mundo este verano.

Pese a que las autoridades de distintos países europeos recomiendan no abandonar el territorio nacional en algún tiempo, las ofertas de vuelos han comenzado a proliferar en las aerolíneas. Sin embargo, el problema de los piratas informáticos, que han aumentado considerablemente durante esta crisis, sigue presente. Por ello, los usuarios siguen preguntándose cuál es la mejor tarjeta para viajar al extranjero en estos tiempos.

Antes de comenzar el viaje, conviene realizar un pequeño estudio sobre el país en cuestión y su moneda, ya que existen diversos modos para cambiar la moneda al viajar.

Metálico, la opción clásica

Las tarjetas de crédito son útiles en todo el mundo, pero la realidad es que en muchos países existen comercios o lugares en los que no aceptan esa tecnología. Por ello, es conveniente llevar algo de metálico para el viaje. Los expertos recomiendan un colchón intermedio, ni muy alto ni muy estrecho, entre los 200 y los 300 euros. No obstante, depende del lugar de destino y el cambio de la moneda.

Para realizar los cambios de moneda, se puede recurrir a diversos establecimientos. Dentro del país de origen, en este caso España, los bancos permiten el cambio de moneda en muchas sucursales. Las comisiones son algo altas, desde el 3% en adelante, aunque depende de cada banco en cuestión. Por ello, es aconsejable informarse en las sucursales y comparar precios, ya que es posible que sea más económico cambiar la moneda en el país de destino.

En lo que al destino se refiere, prácticamente todos los países del mundo ofrecen cambio de moneda. La globalización ha propiciado la llegada del turismo a todos los rincones, de modo que en los propios aeropuertos es fácil encontrar puestos que ofrecen el cambio de moneda.

Antes de contratar estos servicios, hay que tener presente la comisión de servicio de los mismos, ya que, en el caso de los aeropuertos, esta suele ser excesivamente alta. Por ello, los expertos recomiendan escapar de los aeropuertos y buscar el cambio en otros establecimientos, entre los que se encuentran los bancos nacionales o, en su defecto, las casas de cambio. En estos locales, que se encuentran fácilmente en el centro de cualquier lugar, se entrega el dinero del país de origen y se recibe cierta cantidad por él. Aunque también tienen tasa de comisión, suele ser menor que en los aeropuertos.

Tarjetas de crédito o débito, la alternativa más cómoda

La opción más cómoda a la hora de viajar es utilizar tarjetas de crédito o débito. En estos casos, el cambio de divisas es innecesario y directamente el banco nacional pasa el recibo, como si de una operación nacional se tratase. Por ende, los expertos recomiendan pagar con tarjeta en todos los establecimientos posibles y guardar el metálico para las ocasiones en las que no se pueda pagar en metálico.

No obstante, a la hora de sacar dinero de los cajeros se presenta un problema similar. Las comisiones que se cobran a los viajeros son excesivamente altas, entre un 4% y un 5%. Además, las operaciones de poco dinero siempre conllevan un porcentaje alto de comisión. Esto se traduce en que, en las cantidades por debajo de un mínimo, la comisión será la misma independientemente de la cantidad que saquemos. Por ello, es mejor sacar una sola vez una cantidad alta de dinero que realizar pequeñas operaciones diarias, en las que las comisiones se quedarán con un alto porcentaje del dinero.

Pero los problemas de hurtos y robos han propiciado que muchos usuarios sean reticentes a llevar consigo sus tarjetas. Para solucionar este problema surgieron empresas que ofrecen tarjetas de prepago recargables, como Bnext. Al igual que cualquier tarjeta de crédito o débito, se utilizan en el extranjero para realizar pagos. Sin embargo, al ser una tarjeta de prepago, el dinero almacenado es el mínimo que se necesita. La operación se lleva a cabo desde nuestro dispositivo móvil, realizando una transferencia desde nuestra cuenta a la tarjeta de prepago y, posteriormente, efectuando el pago con ella. De surgir cualquier tipo de hurto, esa tarjeta tan solo tendría la cantidad pequeña de la operación realizada, de modo que no habría problema. Además, se puede cancelar desde la aplicación móvil.

Este tipo de tarjetas, que cada vez son más populares por su alta demanda, tienen otras ventajas. Entre ellas, las comisiones de los cajeros son, en principio, inexistentes. Esto implica que se puede acceder a la cantidad deseada sin pagar comisiones.

¿Cuál es la mejor elección para cambiar de moneda al viajar?
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